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Después de una alocada noche, el muchacho no logró conseguir mucho avance en sus amoríos, eso le irritó un poco, pero más irritado estaba el ruso al día siguiente, algunas personas que había visto en la fiesta le señalaban y susurraban cosas, aún estando él ahí.

- Como si nunca hubieran visto a alguien agarrarse a golpes con un imbécil en media noche. —Reclamó el ruso mientras removía su cuchara dentro de su café helado.

- ¿Mh? ¿Por qué lo dices? —Preguntó Agoti subiendo una foto de lo que habían comprado, dejó su teléfono a un lado y empezó a beber de su malteada.

- Me miran raro, en especial una chica, esa con la que te acostaste hace 2 semanas.

- Ah, debe ser porque le dije que somos novios, me estaba molestando y-

El ruso se atragantó con su propia saliva, comenzando a toser, tal vez de una forma exagerada. Agoti en lugar de hacer algo lo quedo mirando y cuando terminó de toser le ofreció una servilleta, a lo cual Tabi le apretó la muñeca y el muchacho gimoteó de dolor.

- ¿Qué mierda dijiste? ¿Por qué harías eso?

- Me duele, me duele, lo siento. Es que me estaba molestando, y fue la única forma que tuve de librarme, estabas peleando con un tipo y tal vez así se intimidaba.

- Qué tonto. —le soltó y le quitó la servilleta para limpiarse un poco, luego bebió de su café helado.— ¿A cuántas personas les has dicho lo mismo?

- Solo a ella. —Miró a su amigo asentir, guardó silencio por unos segundos y agachó su mirada.— ¿podrías mentir por mi si es que ella te pregunta? O alguien que se relacione con ella, es que no quiero que me vuelva a buscar.

- Las mentiras no son buenas, una mentira lleva a otra, y luego vienen los problemas.

- Por favor, te lo suplico. Me harías un gran favor.

La expresión suplicante del otro le era imposible de decir que no, desvió su mirada soltando un suspiro, y aceptó el mentir con el, ¿que tan lejos podría llegar una pequeña mentira?

...

Y lo hizo otra vez, más rápido de lo que incluso pudo haber imaginado.
En esta ocasión, él muchacho se agarraba de su brazo con una encantadora sonrisa, se suponía que habían llegado a un acuerdo; nada de contacto físico, pero el chico estaba algo borracho, y no se pensaba demasiado lo que hacía.

Un beso en su mejilla le hizo apartar su mirada, eso era humillante, su mejor amigo estaba mintiendo en frente de un grupo de chicas con las cuales anteriormente ya se había ligado.

Si bien algunas se veían apenadas y parecían entender que el chico "tenía pareja" algunas parecían verles con algo de asco, aquellas miradas le incomodaban bastante, pero hacía esto por su amigo, no podía hacerle quedar como un mentiroso.

Siguiéndole el juego, puso su mano sobre la cintura de Agoti y le arrastró con él para apartarse del grupo de muchachas, Agoti solo se rió embobado.

- Gracias, bro. Eres genial. —Dijo Agoti dándole una palmada en el pecho a su amigo.

Antes de poder decir algo, Agoti se apartó de él, yendo en dirección a su nuevo objetivo.

Buscaba no sentirse molesto, pero al parecer ese chico no veía más allá de si mismo y sus deseos.
La gente alrededor le miraba, y le señalaban, ya no solo como "el novio de Agoti" sino también como el pobre chico al que "le ponen los cuernos con frecuencia", en frente de sus propias narices.

Era algo humillante. No le gustaba esto del todo, pero...

Ver que su amigo lograba sus objetivos y se alegraba por ello le hacía feliz también.

Solo debía seguir pretendiendo, pero este trabajo era doble.

Te preguntarás, ¿por qué?

Simple, Agoti había sido su interés amoroso desde hace ya unos meses, nunca tuvo la oportunidad de decírselo, y menos ahora, se odiaba a sí mismo por amar a un mujeriego, a su amigo, a un hetero.

Había puesto las condiciones de 0 contacto físico por esta misma razón, temía no poder controlar su sentir, y hacer algo impulsivo, lo que menos quería era perder a su amigo, pero era un torpe, no tenía que esforzarse mucho en esconder lo que sentía.

Imaginaba cómo sería su vida con ese chico, a veces fantaseaba con tal vez poder intentar tener algo, pero el recordar que ese chico era cruel con sus amoríos le hacía perder el interés, pero no era algo que él elegía.

Los rumores corrían rápido en las fiestas, eran olvidadas en su mayoría al otro día, pero en su momento le hacían hervir la sangre.

Miró de reojo a un grupo de chicos que se burlaban de su amigo, hasta que uno de ellos se fijó que Agoti coqueteaba con su novia, y en un acto de impulso parecía querer atacarle.

Aquí estaba de nuevo.

Interponiéndose en el camino de aquel chico y sus amigos, como cada fiesta, defendería a su amigo, era rutina el golpearse con tipos así, debía cubrirle la espalda a Agoti, eran amigos. ¿No?

...

- Hrrgh. —Tabi apartó el rostro, sintiendo la irritación del alcohol sobre una de sus heridas.

- Lo siento, lo siento. Mierda, ¿en qué pensabas cuando te peleaste con esos chicos? ¡Eran 6, ¿estás loco?!

Guardando silencio, Agoti le sostuvo del mentón para hacer que le mire, continuando con la limpieza de las heridas en su rostro, el ruso solo dirigió su mirada a los labios del muchacho, ni siquiera se había limpiado antes de venir a ayudarle, tenía parte del lápiz labial de la muchacha en su cuello y labios, que irritante.

"Que envidia".

- ¿Por qué te peleaste con ellos en primer lugar? —Preguntó Agoti.

"Porque te iban a hacer daño, no podía permitirlo."

- Me pase de copas, creo que traté de coquetear con una de sus novias. —Explicó el ruso.

"Como en cada salida, fuiste impulsivo y las consecuencias de tus actos me arrastraron a mi."

- Mierda, debes tener más cuidado en eso.

Podía sentir la respiración del chico, apartó nuevamente su rostro, y le dejó seguir curando sus otras heridas.

Si bien había salido golpeado, había ganado la pelea, no dejaría que nadie hablara o atentara en contra de su mejor amigo.

Tendrían que pasar encima de él antes de poder siquiera pensar en lastimarlo.

Lɪᴛᴛʟᴇ Lɪᴇs - [Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora