Lɪᴛᴛʟᴇ Lɪᴇs - [Tabi x Agoti]

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Separándose, no continuaron aquel acto, tal vez se estaban apresurando demasiado, además, no estaban solos en la casa.

Metiéndose al baño, Agoti terminó con aquel "problemita" de allá abajo por su cuenta, dejando a Tabi en su habitación esperándole, pero al salir, este ya no estaba.

Lo busco por la habitación, pero no lo encontró, la puerta abierta advirtió que había salido. Maldiciendo, salió de su habitación, y bajando, se encontró a su hermano, su padre y a su pareja sentados en el sofá.

- Hablando del rey de roma. —Dijo Solazar.

- ¡¿Qué les dijiste?! —Agoti se acercó con molestia al ruso, tomándole del brazo.

- Que gimes bien lindo. —Le dijo en voz baja.

Haciéndole sonrojar, le dio un golpe en el hombro, haciendo a Aldryx reír por la curiosa forma en la que esa pareja se expresaba su amor.

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Con el pasar de las semanas, ya cumplían 3 meses estando juntos, la confianza entre ambos ya les alcanzaba como para compartir cama más seguido, o cambiarse de ropa frente al otro; era Agoti quien más drama hacia con eso, pero Tabi entendía que era la timidez de las primeras veces.

Se habían reunido a ver películas, pero la película estaba aburrida, ademas Agoti se la había pasado mirando su teléfono en lugar de la pantalla.

- Hey, chicos. Iré a casa de Ayana, no creo volver hasta mañana, me quedaré a dormir. —Aviso Dalia mientras terminaba de abrigarse.

- Diviértanse. —Dijo Agoti, viendo con una sonrisa a la chica, ambos sabían en qué sentido le había dicho aquellos.

Guiñándole el ojo, Dalia salió del departamento, dejando a los otros dos solos. Tabi miró a Agoti, quien se estiraba un poco. Apoyando su mano sobre el muslo de Agoti le hizo girar su mirada a él.

- ¿Y por qué tú y yo no nos "divertimos" también? Estamos solos... —Ofreció Tabi.

Mirándole en silencio, tardo un poco en captar la insinuación, sonrojándose con intensidad, apartándose de la posición de Tabi.

- ¿A-ahora? Pero ni siquiera hemos terminado de ver la película.

Jalando de las piernas de Agoti, lo dejó recostado sobre el sofá, mientras el muchacho bajo él parecía entrar en pánico viendo cómo se acomodaba entre sus piernas.

Viendo cómo su pareja le miraba con cierta intensidad, y bajaba la cremallera de su prenda, cubrió su rostro por la vergüenza, había imaginado aquella situación tantas veces las últimas semanas, pero realmente resultó ser más erótico de lo que pensó.

- Solo relájate, no seré tan duro. —Dijo Tabi, metiendo sus manos bajo la sudadera de Agoti.

Encogiéndose en su posición, Agoti llevó sus manos a los hombros de su pareja, sintiendo como sus manos tocaban con deseo su cuerpo, apretando sus pezones, haciéndole gimotear en voz baja, hasta que aquel dominante ruso le alzó la prenda, dejando al expuesto su torso.