๛囧Your Excellenceㄔ᭄ ↦ᴛᴀᴇᴛᴢᴜ

Cαρiτυℓσ: 06

Me encontraba en mi aposento, observando el paisaje mañanero qué me brindaba el ventanal de mi habitación.

Tomaba una taza de té de manzanilla con pequeñas galletas como bocadillos.

Hasta que en eso escuchó como la puerta se abre, volteó lentamente hacía el lugar, arqueando una de mis cejas, cuando miré como Shuhua entraba con un sobre en sus manos.

—Mi Lady, esto es para usted. —me extendió el sobre, mientras yo lo agarraba delicadamente.

Tenia el sello de mi padre, probablemente algo no andaba bien.

Suspiré para mí misma, abriendo con cuidado el sobre para no dañarlo, revisando como había una carta adentro de este mismo, miré confusa el papel preparándome para su interior.

Mi estimada Lady Chou.

Es de mi agrado informarle qué el Señor Chou espera su visita con ansias, pues tiene algo que decirle, además de que, a sus palabras, él mismo quisiera platicar con usted su futuro, y por supuesto, lo que conlleva su herencia.

Atte.
El Duque Chou.

Rodé mis ojos al terminar de leer sus palabras, lo más probable es que su miserable carta la haya escrito el Señor Hwang, su sirviente personal. Pero no elimina qué tengo que ir a verlo.

Me levanté de mi asiento, para mirar a Shuhua, quien se mantenía con su rostro neutral.

—Shuhua, preparame un conjunto formal, y solicita una audiencia con el Rey. —ordené, ella me miró confusa, como si mis palabras no fueran claras.

—¿Una audiencia?. —cuestionó confusa.

La miré con obviedad. Aunque ella tenía su derecho de estar confusa, pues solicitar una audiencia no es nada común, menos para una Lady, y además el pensar que formó parte de un harén, lo que significa que no puedo salir del Palacio a menos que sean ordenes o peticiones de algún miembro de la familia real.

—Sí, tengo que ir a ver a mi Padre, sospecho que probablemente este en sus últimos suspiros. —suspiré.

Me parece absurdo la petición de mi Padre, pues él sabía perfectamente que no puedo salir del Palacio. Ahora tendré que ir a solicitar el maldito permiso para salir del Palacio.

Miré frustrada a Shuhua qué no se movía, hasta que regresó a sus cabales, y comenzó a divulgar entre mis posesiones, buscando algún vestido qué pueda utilizar, mientras yo me dirigía a darme una ducha antes de salir.

Al salir, miré como en mi cama estaba un vestido azul oscuro, con encajes dorados y pedrería del mismo color, lo miré con detenimiento, ¿No sería muy incomodo usar esto?, mi abuela me había regalado hace meses, nunca me lo había puesto, tampoco es que lo hubiera hecho hasta el día de hoy. No dije ni una sola palabra, y sin reproches me lo puse.

Aunque me quedaba a la perfección, me miraba al espejo con indireferencia, no era diferente a los otros vestidos, se amoldaba a mi figura, y los colores fríos resaltaban mis cabello oscuro, mientras hacia ver mi piel pálida, enfermiza.

(La piel pálida era el estándar de la época.)

—Se ve hermosa, mi Lady. —apareció Shuhua, mirándome a través del espejo, tenia razón, me miraba hermosa.