Cαρiτυℓσ: 05

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𝑇𝑧𝑢𝑦𝑢 𝑃𝑜𝑣 '𝑠

Seguía mirando la grata luna resplandecer frente a tanta oscuridad, lo único que la acompañaba eran las estrellas a su alrededor, siempre destellaban con resplandor, aún sabiendo que las únicas llameantes luces del gran pueblo eran ahora mismo las antorchas qué iluminaban su reino.

Suspiré, deteniendome frente a un gran balcón del Palacio. Se podía ver con claridad todo el pueblo, un gran pueblo, lleno de soledad y oscuridad, mientras el silencio dominaba con sus fuerzas, siendo incapaz de retener el sonido de la grillos, y quizás la melodía de las aguas tenues de alguna cascada.

Era su única melodía, la música de la naturaleza qué haría bailar al anochecer.

Escuché los pasos de Shuhua acercándose a mi. Tan segura de que sus palabras estaban por salir.

—Mi Lady, creo que es muy tarde, debería ir a la cama. —indicó, posando su mano sobre mi hombro.

Supongo que tendré piedad de ella.

No la mire, seguí observando mi alrededor, pensando en que podría contestarle. Bajé mi mirada –algo por lo cual mi Madre no duraría en desaprobar– y noté como abajo de mi, había literalmente un barranco, alto y aparentemente sin fin alguno.

—Shuhua —la llamé. —¿Realmente crees que si caes sobre esta altura, sobrevivas?. —la miré sobre mi hombro.

Ella se acercó sigilosamente a mi lado, mirando con cautela hacia abajo, teniendo cuidado de no resbalar. Incluso sujetaba su vestido para observar el lugar con mayor claridad, sin que ese mismo le estorbará.

Se quedó mirándolo por un buen rato, hasta que tragó saliva. Mi sonrisa no se contuvo, miraba perpleja y con ironía su rostro.

—Mi Lady, — esta vez ella me llamó, asentí con un ademán. —¿Acaso usted ve este barranco lo suficientemente alto como para que una persona pierda la vida?. —me miró.

Me quedé callada, ¿Qué planeaba?, esta vez yo trague saliva, volviendo a mirar aquel barranco. La niebla se sostenía en un ambiente completamente pesado, se movía con lentitud, no debeja ver casi nada de su interior.

—La apariencias engañan, esté barranco puede ser mortal hasta para un ciervo, —alcé una ceja. —¿Qué me dice de usted? ¿Qué ve en él?.

Ella me miró con ironía, teniendo los ases para ganar.

—Conozco este lugar como la palma de mi mano, y sé perfectamente que aquella cascada qué usted escucha, proviene de esta montaña, y cae justamente en el punto muerto de esta misma. Si usted me pregunta si una persona puede morir desde esta altura, le aseguro que sí.

Mantuve el silencio a cualquier obstáculo, giré mi rostro, evitando el contacto visual con ella, no podía verla a los ojos.

Me había contestado tan claro como el agua, había humillado a una Lady, a una hija del duque. No sabia como sentirme en este momento, ni siquiera mi querida hermana había podido con mis preguntas tan obscenas.

Escuché el suspiro proveniente de ella, la miré de reojo, tratando de no mirarla por completo.

—A veces me pregunto que es lo que pasa por su cabeza. —dijo.

Mi cabeza se giró abruptamente hacia ella, mirando la perpleja. Shuhua sostenía su rostro con una sonrisa, mientras juntaba sus manos sobre su regazo, evitando cruzar sus brazos por completo.

Mantuve mi postura derecha para ese momento, levanté mi cabeza sin miedo alguno, y mirando al frente, aclaré mi garganta.

—Supongo que con toda la información que me has compartido, podría pensar cualquier cosa. Desde la más exótica, hasta la más vulgar.

๛囧Your Excellenceㄔ᭄ ↦ᴛᴀᴇᴛᴢᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora