๛囧Your Excellenceㄔ᭄ ↦ᴛᴀᴇᴛᴢᴜ

Cαρiτυℓσ: 02

Un día tuve un sueño. Una idea magnífica atravesaba por mis pensamientos, mientras yo caía en mi propio sueño. Donde todo era perfecto, la paz en mi interior emanaba de mi cuerpo, mientras era víctima del placer, del triunfo y de mí misma.

La delgadez de las rubias cerdas del cepillo, se deslizaban por mi cabello, mientras pensaba en todo, en como llegué hasta aquí, y como ganaré está guerra.

La puerta de mi aposento fue abierta, llamando mi atención, dejando de lado el cepillo para dirigir mis ojos hacia Shuhua, mi dama de compañía. Ella entraba con tranquilidad a la habitación, dirigiéndose hacía mi con una sonrisa cerrada. Traía con ella una toalla, secando con esa misma mi cabellera negra y oscura.

— Me pregunto si usted ya conoció a las demás mujeres del harén — cuestionó mirando me a través del espejo.

Mantenía mi cabeza firme, y mi inexistente expresión le estaba probablemente poniendo nerviosa. Sin embargo, contesté.

— ¿Por qué lo haría?, Debo mantener mi posición al margen, soy la hija de un duque, todas aquí son procedentes de un marqués, no me sirve de nada hablar con ellas — respondí con una voz sería, pero elegante.

Ella negó, manteniendo su sonrisa amable y deslumbrante, emanando un ambiente puro en ella. — Se equivoca mi Lady. Minatozaki Sana, ella es extranjera al igual que usted, es hija de uno de los marqueses más importantes de Asia. Plantear una relación amistosa con ella, le puede traer más de un beneficio — informó.

Me mantuve en silencio, pensando y analizando sus palabras. Quizás tenía razón, sin embargo, no debo confiarme de mis enemigos, y mucho menos si ella tenía más de una intensión.

— ¿Qué le hace pensar que lo haré? — arqueé una ceja, intentando no fruncir mi ceño.

— Aunque no lo crea, debe crear conexiones en cualquier lado, a cualquier momento. Debe ser ojos y oídos en todos lados, y por supuesto, debe estar dispuesta y firme sobre sus palabras y actos — dijo, — Una verdadera Reina, es segura de sí misma, sabe lo que hace, y todos acatan sus palabras.

¿Intentaba influenciarme? Si así era, sus palabras tenían un poco de razón, era tan meticulosa como cuidadosa, pareciera saber lo que dice, y aunque es mi dama de compañía, no debería fiarme.

— ¿Sabe?, Nunca creí en el destino. Pero usted, parecer una prueba viviente del destino, ¿Cómo pueda estar segura de que puedo confiar en usted?.

Ella río ante mi pregunta, podía ver su dulce sonrisa a través del espejo, cepillando mi cabellera con cuidado, se veía realmente hermosa, lo era.

— Conozco este palacio como ninguna otra dama de este lugar, sé cómo y cuando se hacen las cosas. Es usted la persona más decidida que me ha tocado servir, sin duda, creo que usted merece ser parte de la realeza como tal, ¿No cree? — sostuvo mis hombros con fuerza, mirándome por el reflejo del tocador.

Ella me estaba controlando de alguna forma, sabía lo que trataba de decirme, analizaba sus movimientos, gestos y palabras. Esa chica, sin duda estaba fuera de lugar, sin embargo, tomar el riesgo, es una victoria asegurada.

Una leve sonrisa se formó en mis labios, — Supongo que tú y yo seremos grandes amigas — respondí, regalando le uno de mis mejores gestos.

— Por supuesto que sí.

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Ruido, el incómodo ruido resonaba una y otra vez sobre mis oídos, las molestas voces de las mujeres hablando me ponían de mal humor.