Capítulo 4

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Hola, este capítulo es un poco más largo y con algunos cabos sueltos que se amarrarán en los próximos capítulos.

Espero les guste.


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Capítulo 4

Esa misma noche ella tuvo otra pesadilla, pero esta era diferente de las demás, siempre soñaba con la misma mujer preguntándole porque la había dejado, esta vez todo era diferente. Solo no podía ver nada, todo era borroso y solo escuchaba horrendos gritos de personas que estaban siendo torturadas, pero no podía ver nada solo escuchar.

Con un espeso sudor frio recorriéndole la frente y temblándole todo el cuerpo se despertó, eran las 3 de la madrugada, sentía un miedo terrible y no sabía por qué razón, solo eran gritos, se repetía una y otra vez en su cabeza.

No pudo ni pegar un ojo en el resto de la noche, solo daba vueltas en la cama, el sueño no se había esfumado, aprovecho esta oportunidad para poder pensar en lo que había pasado con Bratt en el vestidor de chicas, todo era tan confuso.

Este era su primer beso, al principio no lo disfrutó nada, solo quería estampar al patán contra la pared, pero el segundo fue totalmente diferente, no porque le gusto ni nada de eso, sino porque fue más intenso y apasionado, la dejo sin fuerzas ni deseo de pelear solo de disfrutar; esto era lo que más la sorprendía.

-¿Será que me gusto demasiado? Es imposible ¿verdad? Él solo es un simple tipo jugando sucio, si solo eso es, no debo de pensar en estupideces como esa. Aunque me pregunto ¿por qué él hizo eso?

Luego de dar tantas vueltas en la cama y de pensar tanto, cayó rendida. Pensar mucho en las cosas no resuelven nada solo te confunden mucho más y no encuentras que hacer cuando estas así.

Después de esa noche, todo comenzó a hacerse un mal hábito, las peleas constantes entre Geisha y Bratt, su gran deseo de ganarle al otro, era siempre lo mismo, en realidad ya todo eso estaba aburriendo a ambos.

Era una lucha sin fin, aunque no siempre era lo mismo, podrían suceder cosas realmente extrañas y asombrosas de vez en cuando.

Una tarde al regresar Geisha del instituto, se encuentra con la casa vacía, al dirigirse a la cocina encuentra una nota de Summer.

Cariño, Monique y yo iremos a una conferencia que dará nuestro escritor favorito, sus hijos no podrán estar en casa y el pequeño Jared se quedará solo, le dije a ella que tu podías ir a cuidarlo, hazme ese pequeñísimo favor, te lo ruego ve, por lo menos hasta que uno de sus hermanos llegue. Hay comida en el microondas.

Te quiero,

Summer.

-¿Qué? ¿Desde cuándo yo soy niñera? Ella no sabe si tengo un compromiso o algo por hacer, no tiene ella que saltar con eso, además el tipo ese no está lo suficientemente grande ya, él puede cuidarse solo-se la pasa murmurando toda clase de cosas, y literalmente, está botando humo por las orejas del enojo.

Ya calmada se decide ir a cumplir con su nuevo trabajo de niñera, cuando ya está al final de la calle es que se acuerda que no sabía dónde vivía Monique. Maldiciendo todo lo existente, comienza a llamar a la que la metió en esto, el teléfono suena y suena y nadie lo coge.

-Rayos no me digas que lo pusiste en silenciador, no me hagas esto Summer-dice exasperada-Bien calmémonos, ¿a quién puedo llamar para que me diga donde vive el idiota? A ver-dice mientras comienza a caminar de una lado para otro en medio de la acera-si llamo a alguien del instituto pensara extraño, y no quiero nada de chimes. Un momento, ya se-se para en seco para luego comenzar a reír como loca -porque no lo pensé antes.

Ahogada por mi pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora