Capítulo 2.

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Capítulo 2. No te vayas



Atsushi había ido por la mañana con su hermano a contarle todo, parecía que la soledad los volvía a invadir, habían sido ellos solos por muchos años y ahora solo quedaba eso, ellos mismos. – Entonces... ¿buscaremos más empleos?

― Toru tú no tienes que buscar más empleos, tu amas el baile en el casino

― Bueno, sí, es solo que quisiera... Ayudarte, quiero que termines tus pendientes y ya sabes, quiero que seas feliz Atsushi

Atsushi sonrió y lo abrazo – yo soy feliz contigo mi lindo corte especial de trufas.

― Aaay ya no me digas así – dijo riendo.

― Conseguiré otro trabajo, bien acá y pagaremos la casita, nuestros gustos y...

― ¿y?

― Te pagaré ese curso de repostería

― ¡Si, me encanta! – expreso abrazando a su hermano – Atsu, yo quiero también darte algo

― ¿Y qué es?

― Ya lo sabrás cuando lo haga

― Muy bien. Entonces, continuemos trabajando

― ¡Si!

Un rato después, Atsushi volvió a la casa Akutagawa, y se puso el uniforme – Hola Hirotsu – dijo al ver al hombre en la sala

― Joven Atsushi ¿Necesitas algo hoy?

― No, para nada. Quiero recibir a los niños y ayudarlos con las tareas

― Haces mucho por tu trabajo

― Oye, el trabajo es sagrado, y la buena actitud ayuda a más de uno

― De verdad que me gustaría que te quedarás

― Oh gracias Hirotsu-san, a mí también me gustaría.

Los niños llegaron en ese instante – buenas tardes – decían los seis

Atsushi les sonrió – niños ¿Qué tal la escuela?

― Aaag – respondieron sin ganas

El albino miro a Hirotsu y esté solo subió sus hombros – bien, ¿Qué tal si hacemos la tarea?

― ¿sabes si quiera hacerla? – dijo burlón Atsuke

― Oye, si sé, yo sé matemáticas

― Sí, claro

― Vamos niños, tenme una oportunidad

― Te diré una cosa – dijo Atsuke serio – no estarás aquí ni una semana

― No mijo, eso ya lo sé – respondió Atsushi y suspiro. Tomo los hombros de Atsuke – vamos a hacer la tarea, les traeré merienda con eso

― Suéltame – se quejó Atsuke mientras Atsushi lo llevaba al segundo piso – vamos todos fila india

Ryunushi oculto su risa, aun así, a los demás niños le pareció divertido y le siguieron. En el segundo piso había varías habitaciones para los niños, pero había una grande y recreativa con todo lo necesario para sus tareas, Atsushi estaba alegre de mirar a los niños estudiar, se quedó sentado pues los niños parecían bastante independientes, solo Momo se le acerco, le enseño sus trabajos – oh, es hermoso Momo – dijo el albino al ver los árboles que había hecho Momo

6 + 1 con amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora