6 + 1 con amor

Capítulo 6.

Una semana después, Atsushi atravesó de nuevo la puerta de la mansión Akutagawa. Los niños lo recibieron alegres y con un fuerte abrazo – niños, los extrañe tanto

— Y nosotros a ti Atsu

— Me alegra que volvieras – dijo el azabache viendo a los ojos al albino

— Oh, sí... ¿y... que hacen todos aquí?

— Esperarte

— Queríamos verte

— Y papá dijo que nos llevaría a todos al cine

— ¿en serio? – Atsushi lo miro y sonrió – señor don jefe está mejorando

— Si, bueno... entonces ¿vamos todos?

Atsushi le sonrió – clarines

— ¡clarines! – gritaron los niños y Akutagawa suspiro

Una vez en la plaza, los niños corrían y jugaban, Atsushi los vigilaba, aunque el azabache lo retenía a su lado – dejarlos jugar – pidió mientras mantendría a Atsushi a su lado

— Pues sí, pero... Podrían caerse

— Está bien, estarán bien

— ¿Por qué los tienes tan lejos?

— Aay solo es un momento

Los menores del grupo vieron a su padre y a Atsushi – oigan, yo no sé ustedes, pero yo quiero a Atsu como nueva mamá

— ¡sí, nueva mamá! – gritaron los gemelos

— ¿están locos? Como mamá no hay dos – se quejó Nyoko

— No, pero Atsu sería el perfecto madrastro

— Tienes un punto Momo

— ¿de qué hablan chicos? – pregunto Atsuke

— No, nada. – dijeron los menores

— Parecen nerviosos, ¿ahora qué hiciste Suke?

— No hice nada Ushi – se quejo

— Jamás haces nada, pero cuando haces, yo tengo la culpa

— No te estoy diciendo ni haciendo nada

— Pero nuestros hermanos están nerviosos

— Por qué quieren

— Eres malo con ellos, y manipulador

— No lo soy

— Lo eres

— No lo soy

— Que si lo eres

Atsuke inflo sus mejillas, miro a Atsushi y a su padre quienes se acercaban, pero fue a Atsushi con el que fue - ¡Mamá! Ushi me molesta – se quejó. Atsushi se sonrojo y por ello también Atsuke – ah... y-yo...

Ryunushi comenzó a reír - ¡eres un tonto Atsuke! Le dijiste mamá a Atsu

— ¡Nosotros también!

— ¡mamá! – gritaron los menores para abrazar al albino

— Parecen muy activos pero niños – decía Atsushi – yo no soy su madre, ni lo seré. Soy su niñero

— Pero... - menciono Ryunushi – podemos decirte mamá ¿no? Digo... No tenemos mamá ahora, así que, podemos

— Si, y no tienes hijos