Capítulo 11.

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Advertencia: no, ya pa'que les digo si lo vienen esperando ansioso y con ánimos de llorar, ya saben a lo que vienen, órele a llorar


Capítulo 11. flores rotas.


Atsushi se levantó, Ryunosuke estaba sorprendido. Atsushi tapaba su boca y luego volvió a sentarse, ahora lejos y tapando su cuerpo con sus piernas - ¿salías con Higuchi?

— No, no específicamente salir, ella es una mujer muy inteligente y capaz, pensé que podría ser figura materna pero realmente no, era algo superficial y carnal

Los ojos de Atsushi estaban llenos de lágrimas que no caían, de color rojo, sus labios se movían únicamente para apretarse y sacar aire que se acumulaba en su pecho. Miraba a todos lados excepto al mayor

Ryunosuke se acercó, Atsushi lo miro, estaba lleno de tristeza, preocupación, su mirada reflejaba enojo - ¿Por qué me dices esto ahora? ¿Cuánto tiene de embarazo?

— Tres meses

— Claro – dijo con sarcasmo y burla – Toru siempre me lo dijo, no te acuestes con los chicos a la primera cuando quieras ser serio, espera un tiempo, nunca sabes lo que traen entre manos

— Atsushi yo no jugué contigo

— ¿entonces por qué? ¿Por qué está pasando esto?

— Es el destino

Atsushi se burló de aquello

— Escúchame, es enserio

— No quiero escucharte

— Atsushi, por favor – pidió levantándose para tomar sus hombros

— ¡SUELTAME RYUNOSUKE!

— ¡NO PUEDO SOLTARTE! DEJAME HABLAR

Hirotsu, Tanizaki escucharon los gritos, pero temían entrar y causar algo peor. Sousuke bajo preocupado al escuchar ruidos, pero no entendía que pasaba – oigan ¿Qué pasa?

— El jefe se encerró con Atsushi en el despacho y ellos gritan

— ¡RYUNOSUKE! – grito Sousuke pateando la puerta, pero no logró abrirla o detenerlos

Mientras ambos dentro del despacho seguían discutiendo – Necesito que comprendas, fue antes de conocerte, esa noche que paso fue la noche de tu contrato

— ¿y por qué no lo sabias? La vez a diario

— Ni ella sabía ¿Por qué crees que jugaría contigo? No es así, por favor, te necesito – pidió abrazándolo con gran fuerza – no he estado con ella desde que comencé a enamorarme de ti

— Suéltame... Suéltame... Ya

— Atsushi, por favor, no. Dime que hacer, ¿debo casarme? ¿debo estar? ¿los abandono? ¿Qué debo hacer?

— ¿Cómo podrías abandonar a tu propio hijo? – se quejó.

Los ojos de Atsushi por fin derramaron las lágrimas, lo miraba con un rostro decadente – cásate, haz feliz a ese bebé, a mi déjame, déjame ir, y no nos volvamos a ver, nunca, jamás

— No espera Atsushi, no puedo dejar de verte

— ¡SUELTAME! – grito

Sousuke por fin logro abrir la puerta con una gran patada, Atsushi seguía atrapado por Ryunosuke así que llego Sousuke a separarlo y darle un gran golpe. Con ello Ryunosuke reacciono a sus actos, - ¿Qué te ocurre maldito loco? Déjalo ¿no lo escuchas?

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