Capitulo 12

912 91 37
                                    

Langa no era alguien de perder el control, pero el solo rostro de ese maldito francés lo hacía enloquecer. Superioridad, eso era lo que gritaban sus ojos, de algún forma tenia esa mirada retadora en el, pero a la vez tan tranquila y desinteresada.

-Langa, no creo que ahora sea momento para hablar-  Genial, ahora Reki se ponía del lado de Kenji.

-¡Por favor! Solo necesito hablar contigo, prometo comportarme, pero realmente necesito decirte algo.-En los ojos de Reki, vio un poco de duda y por un momento creyó que este se iba a negar un vez más.

-Esta bien.- Acepto. Langa sonrio al escuchar eso y rápidamente dirigió su mirada a Kenji, regalándome una sonrisa burlona. Si, era extremadamente infantil, pero le daba igual.

-¿Estas seguro, Reki?-Preguntó Kenji

-Si, tranquilo, solo vamos a hablar.- Reki le regalo una sonrisa a Kenji y este solo asintió, devolviendo la sonrisa, para luego alejarse de ellos.

Pasaron unos segundos sin que los dos dijeran nada. Reki, esperando a que el canadiense hablara y Langa, tratando de encontrar las palabras correctas para expresarse.

-Yo...realmente no se por donde empezar Reki, te he hecho tanto daño que jamás me voy a perdonar el haberte lastimado. Se supone que debo cuidarte y apoyarte, estar siempre para ti y no lo hice. Te hice sentir inseguro y no amado, no sabes cuanto lo lamento. En estos días que no te he tenido cerca me he dado cuenta lo mucho que te amo y te necesito, no quiero una vida sin ti a mi lado. Soy un pésimo novio, Reki, ahora lo se. Desearía poder cambiar las cosas, pero lo único que puedo hacer por el momento es disculparme y prometerme que te cuidare mucho mejor de ahora en adelante.- Langa vio como Reki lentamente acercaba ambas manos a sus mejillas ¿Estaba llorando? Ni siquiera se había dado cuenta cuando las primeras lágrimas habían salido.

-Langa, por favor no llores, yo de verdad no soporto verte así.- Langa observo los ojos del japones, el también había empezado a llorar.

-No puedo evitarlo, no quiero perderte, aunque probablemente ya lo he hecho. Te amo Reki, jamás me cansare de decirlo, incluso si decides alejarte de mi, aun te seguiré amando con todo mi corazón. Puede que me haya comportado como un idiota, pero mi sentimiento por ti no han cambiado y jamás lo harán. Yo-

-¿Por qué has hecho llorar a Reki?- La cara de enojo en Kenji era realmente aterradora. Este había apartado agresivamente las manos de Reki de su rostro y lo habia acercado a el. Por alguna extraña razón Langa no se encontraba enojado por la interrupción del francés, tal vez porque eso demostraba lo mucho que este se preocupaba por su japones. Estaba agradecido, si Reki decidia no darle una oportunidad, sabría que al menos tendría a su lado a alguien que de verdad lo merecía, alguien que se había encargado de devolverle esa sonrisa a su sol, cuando lo único que el había hecho era quitársela.

-Kenji, no es lo que tu crees.- Contesto en un tono de voz apenas audible, Reki.

-Pero, estas llorando.- Hablo con preocupación el canadiense.

-Te lo prometo, todo esta bien.

-De acuerdo, lamento haberlos interrumpido.- Un vez más Kenji los dejo solos. 

-Langa, yo también tengo que pedir disculpas. Tampoco fui el novio perfecto, tengo muchas cosas que mejorar. No fuiste el único en cometer errores, así que perdón. Yo...de verdad te amo, pero no se si regresar sea lo mejor.

Y fueron esas palabras las que terminaron por quebrar a Langa. Sabia que era una posibilidad, pero se había querido manter positivo, quería creer que Reki volvería a su lado, pero no fue así. Su corazón dolía, sus manos temblaban y su rostro se llenaba de lágrimas. ¿Cómo podria seguir adelante sin Reki? No podía y tampoco quería. ¿Es posible sanar un corazón roto?

Nuestra Promesa No Fue Lo Único Roto Esa Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora