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Vegas Theeraphanyakul estaba experimentando una de las peores situaciones de su vida, la profesora de Matemáticas lo había mandado a buscar a su no tan adorado compañero de clase, Pete Saengtham, quien por cierto era capitán del club de natación.
Kornwit odiaba ir a la piscina, toda su vida escolar había evitado entrar ahí. No pueden culparlo; todo comenzó cuando iba en tercer grado, fue obligado por su profesor de educación física a practicar nado libre por un mes, mes que por supuesto un pequeño y molesto Pete se dedicó a molestarlo. Simplemente la piscina y él no se llevaban bien, además que evitaba a Pete a toda costa, por el bienestar propio.

El agudo sonido de un silbato inundó sus oídos cuando llegó al gimnasio. El club de natación se encontraba teniendo uno de sus mejores entrenamientos, la gente en las gradas los apoyaba con todo tipo de porras, cabe destacar que gritaban unos nombres más que otros y por supuesto "Pete" era el principal.

Atravesar la multitud fue frustrante para Kornwit, su cabeza comenzaba a doler un poco debido al excesivo ruido en el lugar y el olor tan fuerte a cloro y desodorante barato. Aún así, logró llegar hasta las bancas de descanso donde se encontraba sentado Saengtham.

Se paró frente a él y antes de que pudiera decir algo, el pelicastaño lo hizo a un lado mientras se apoyaba de su hombro para levantarse y caminar directo hasta la piscina. Vegas abrió su boca por la sorpresa, resopló. ¡Le irritaba! ¿Cómo se atrevía a quitar al presidente estudiantil de esa forma?

Phongsakorn se puso en posición para entrar a la piscina, el ruido del silbato lo preparó para el impacto, pero el pelinegro había quedado demasiado cerca y el agua fue mucho más rápida. Fue salpicado de pies a cabeza con agua de piscina, definitivamente no era su día.

En menos de un minuto Saengtham estaba de regreso en esa parte de la piscina dispuesto a salir, tomó valor para ponerse nuevamente frente a él evitando que saliera del agua.

"Saengtham, te habla la profesora de matemáticas. Debes entrar a sus clases o te va llamar la atención el club de natación." Su dedo señaló amenazante al nadador a la par que hablaba,  llamando la atención de todos alrededor.

El pelinegro se arrepintió casi al instante, justo cuando varios estudiantes lo fotografiaban y comenzaban a murmurar. Le dedicó una mirada nerviosa a Saengtham antes de que este saliera de la piscina mojando todo a su paso, haciendo que Vegas tuviera que moverse rápidamente a un lado.

Avanzó hasta las bancas para tomar una toalla para secarse, Vegas seguía detrás de él.

El presidente estudiantil iba a volver a hablar cuando el castaño voltea a verlo, bien, creía haberlo hecho enojar. Pero en su defensa, se lo merecía.

"Si la profesora de matemáticas quiere que entre a su clase debería venir ella a buscarme y no mandar a un niño tonto en su lugar." Las palabras salieron disparadas de su boca pegándole en todo su orgullo a Vegas y haciendo que una oleada de vergüenza y enojo recorriera su cuerpo. ¡ese malcriado! pensó.

Pete le dedicó una sonrisa cínica antes de tomarlo del hombro y hacerlo para un lado. Vegas estaba a punto de explotar del coraje, entonces, decidió comenzar a caminar para devolverse a su salón con la excusa de no haber encontrado al deportista cuando sintió algo pesado y mojado en la espalda. Volteó rápidamente y vio como una toalla caía a sus pies, bien, Phongsakorn lo había sacado de quicio.

Cuando miró hacia arriba se encontró con Saengtham charlando con sus amigos en las bancas riéndose sin disimulo alguno, incluso comenzaban a imitar las reacciones de Vegas.

El pelinegro apretó sus manos en puño y comenzó a hacer ejercicios de respiración, estaba intentado ser prudente y no caer a su nivel.

"Ya largate, Theeraphanyakul. Dile a la profesora que, por cierto, su clase me duerme." Y esa fue la gota que derramó el vaso, ¿cómo se atrevía ese tonto de Phongsakorn a insultar a su tía Veerinsara?

Vegas inhalo profundamente antes de caminar rápidamente hasta la banca de descanso y pararse frente al castaño. "Mira pedazo de inútil" Su dedo anular nuevamente señaló al chico y esta vez tenía toda la intención de ofenderlo. "que las matemáticas duerman a tu torpe cerebro no es culpa de la profesora. Deberías de ponerte a estudiar en lugar de estar practicando algo que no te va a llevar a nada en la vida." Soltó el chico totalmente exaltado, el deportista le provocaba conflictos. Odiaba que fuera tan creído y que pensara que todo el mundo estaba a su disposición. Odiaba sus miradas despectivas, odiaba sus apodos y ¡odiaba que fuera tan malditamente caliente!

Los ojos de Pete se abrieron comicamente ante las no tan agradables palabras de su compañero de clase, soltó algo parecido a un gruñudo que hizo temblar a todos en el lugar, hasta a Vegas. Pero ya no podía arreglarlo.

El castaño se levantó de su lugar haciendo retroceder a Vegas, entonces se paró a pocos centímetros de él antes de comenzar a hablar.

"Pedazo de nerd, deberías meterte en tus asuntos y dejar a los demás vivir en paz." La mano del chico fue directamente hasta la camisa de Kornwit, la apretó fuertemente haciendo que el chico cerrara los ojos y soltara un ligero jadeo. "Largate. De. Aquí." Fue lo último que dijo, y eso fue necesario para que Vegas recuperara su postura y saliera corriendo a toda velocidad del lugar, no escuchó a nadie, no escuchó las burlas y no quería mirar atrás. Simplemente corrió hasta que se sintió seguro, entró a la biblioteca.

Bien, quizá amaba leer pero eso no era nada malo. El tonto de Phongsakorn siempre lo hacía sentir mal, siempre lo hacía dudar de sus pasatiempos e incluso si no influía en su vida, lo criticaba. Ese día Vegas decidió jamás volver a entrometerse en los asuntos de Saengtham, si se quería arruinar sería su problema.

‹him & i› vegaspete. EN EDICIÓN! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora