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Hyunsuk.

— Eres estúpido ¿Por qué le diste el televisor a Jihoon esta noche? —señala Yedam. Se deja caer en el sofá junto a mi —Sabes que me encanta la noche del jueves ya que los viernes no trabajo.

—Nunca hablé con Jihoon sobre las noches de televisión.

Mira a la puerta del dormitorio de Jihoon con el ceño fruncido en su rostro. —Qué pequeño bastardo mentiroso. ¿Cómo lo conociste de todos modos?

—Por la música. Está escribiendo las canciones para la banda.

Los ojos de Yedam se agrandan y se endereza en el sofá, volviéndose hacia mí, como si lo hubiese traicionado.

—¿No crees que esto es algo que tu representante debería saber?

Me río y le respondo con señas. —Buen punto. Oye. Yedam, Jihoon está escribiendo oficialmente las canciones para nosotros.

Frunce el ceño. —¿Y no crees que tu representante debería haber discutido un acuerdo financiero con él? ¿Qué porcentaje le estamos dando?

—Ninguno. Se siente culpable si toma un porcentaje. No está pagando el alquiler, asi que por ahora estamos bien.

Se pone de pie, mirándome —¿Cómo sabes que puedes confiar en él? ¿Y si algo pasa con una canción que ayudó a escribir? ¿Qué pasa si hacen la pista en el álbum y de repente decide que quiere un porcentaje? ¿Y por qué ya no las escribes tú?

Suspiro. —Ya hemos hablado de esto tantas veces que hace que me duela la cabeza.

—No puedo. Sabes que no puedo. Es sólo por poco tiempo, hasta que supere mi bloqueo. Y relájate, Jihoon accedió a cedernos los derechos de lo que sea con que nos ayude.

Se deja caer sobre el sofá, frustrado. —Eso sí, no agregues a más personas a nuestra banda sin consultarme primero, ¿de acuerdo? Me siento como si fuera excluido cuando no me incluyes. —Cruza los brazos sobre el pecho y hace pucheros.

—¿El pequeño y dulce Dammie está haciendo pucheros? —Me inclino hacia adelante y envuelvo mis brazos alrededor de él, mientras intenta empujarme. Me subo encima de él y le beso en la mejilla, y comienza a golpearme en el brazo, tratando de alejarse de mi alcance. Me rio y le suelto la cara, y luego miró hacia Jihoon, que acaba de entrar en la habitación. Nos está mirando. Yedam desliza su mano por mi trasero y apoya la cabeza en mi hombro. Extiendo la mano y le doy palmaditas en la mejilla, mientras los dos lo miramos, serios. El niega con la cabeza lentamente y regresa a su habitación.

Tan pronto como la puerta de su dormitorio se cierra, nos separamos.

—Ojalá odiara a Doyoung un poco más de lo que lo hago por la noche, porque Jihoon definitivamente me necesita —señala Yedam.

—Ese chico no necesita nada más que la oportunidad de estar solo por un tiempo.

Yedam niega con la cabeza. —No, ese chico definitivamente me necesita. Me pregunto como puedo crear una broma elaborada que implique que acepte tener sexo conmigo.

—Doyoung —le recuerdo serio. No sé por qué se lo recuerdo. Nunca le recuerdo a Doyoung cuando habla de otros chicos.

—Eres un rompe sueños —señala, cayendo contra el sofá en el mismo momento en que recibo un mensaje.

Jihoon: "¿Puedo hacerte una pregunta?"

Yo: "Mientras me prometas que nunca más vas a empezar una pregunta con si puedes o no hacerme una pregunta."

Jihoon: "De acuerdo. Sé que no debería estar pensando en él en absoluto, pero tengo curiosidad. ¿Qué escribió en ese papel cuando fuimos a buscar mi cartera?¿Y qué le respondiste para que te golpee?"

Yo: "Estoy de acuerdo en que no deberías estar pensando en él en absoluto, pero estoy sinceramente sorprendido de que te hayas tomado todo este tiempo para preguntarme sobre ello."

Jihoon: "¿Y bien?"

Ugh. Odio escribirlo textualmente, pero quiere saber, así que...

Yo: "Escribió: ¿La estas follando?"

Jihoon: "¡Oh Dios mío! ¡Qué imbécil!"

Yo: "Si."

Jihoon: "¿Y qué le respondiste para que te golpee?"

Yo: "Le escribí: ¿Por qué crees que estoy aquí buscando su cartera? Le di cien por esta noche, y ahora me debe el cambio."

Vuelvo a leer el mensaje, y no estoy tan seguro de que suene tan divertido como pensé. Mis ojos se mueven hasta la puerta de su dormitorio, que ahora se balancea hasta abrirse. El corre a la sala de estar, directamente hacia el sofá. No sé si es la expresión de su cara o las manos que vienen en mi dirección, pero cubro mi cabeza inmediatamente y me escondo detrás de Yedam. Sin embargo, a él no le gusta ser usado como escudo humano, por lo que salta del sofá. Jihoon continúa golpeándome en los brazos hasta que me acurrucó en posición fetal en el sofá. Estoy tratando de no reírme, pero golpea fuerte. Aunque sé que esto no es nada comparado con lo que le vi hacerle a Mashiho.

Se aleja, y renuentemente libero mi cabeza. Marcha de regreso a su habitación, y lo miro mientras cierra la puerta.

Yedam está de pie junto al sofá con las manos en las caderas. Me mira, luego mira hacia atrás a la puerta de Jihoon. Levanta las palmas y niega con la cabeza, luego se retira a su habitación.

Probablemente debería disculparme con él. Era sólo una broma, pero supongo que puedo ver por qué se molestó. Llamó a la puerta un par de veces. No abre, así que le envió un mensaje.

Yo: "¿Puedo pasar?"

Jihoon: "Eso depende. ¿Esta vez tienes un billete menor a cien?"

Yo: "Me pareció divertido en ese momento. Lo siento."

Pasan unos segundos, luego la puerta se abre y él se hace a un lado. Levantó las cejas y sonrió, tratando de parecer inocente. Me lanza una mirada asesina y se acerca de nuevo a su cama.

Jihoon: "No es lo que hubiese querido que dijeras, pero entiendo por qué lo hiciste. Él es un idiota, y probablemente yo también habría querido molestarlo en ese momento."

Yo: "Es un idiota, pero probablemente debería haber respondido de otra manera. Lo siento."

Jihoon: "Sí, así es. Tal vez en lugar de insinuar que yo era un puto, podrías haber ido con: Si tan sólo pudiera tener tanta suerte."

Me río de su comentario, y luego ofrezco otra respuesta alternativa.

Yo: "Podría haber ido con: Sólo cuando le estás siendo fiel. Lo cual es nunca."

Jihoon: "O podrías haber dicho: No, no es asi. Estoy locamente enamorado de Yedam."

Por lo menos está haciendo bromas al respecto. La verdad es que me siento un poco mal por decirle eso, pero en el momento se sentía extrañamente apropiado.

Yo: "La verdad es que no pudimos trabajar mucho anoche, ¿Tienes ganas de que hagamos música juntos?"

𝗳𝗶𝗻𝗲 › sukhoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora