Capitulo diez: Killath salve al rey

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Libertad es lo que buscas, y libertad es lo que te daré. La pregunta es ¿Puedes mantener esa libertad?

Esas fueron las palabras que abrieron paso a la decadencia de Greeddon, curiosamente, ese ni siquiera era el nombre de la nación en aquella época. En esos tiempos, la actual familia real no eran más que simples esclavos bajo el control de un peculiar rey. Briture, como era llamado Greeddon antes de ser gobernados por los Greendence, aparentemente carecía de problemas, pero todo aquel en los más bajos escalones sociales era tratado de forma despreciable, aún siendo una mínima parte de la población. No es un secreto que los elfos oscuros siempre han sido temidos y hasta repudiados en gran parte de Choranonym, incluso después de la gran guerra interespecies y la derrota de Apollyon, es bien sabido que los elfos oscuros tendían a ser más maliciosos que sus primos de tez más clara. El origen de esa mala reputación podía deberse a que, desde mucho antes de la guerra, esta especie era muy utilizada como esclavos, carne de cañón, sujetos de prueba en todo tipo de experimentos, inclusive como sacrificios en las culturas más subdesarrolladas. Se teoriza que los elfos oscuros aparecieron antes que los elfos comunes, y que estos últimos fueron una evolución más pequeña y ágil, que adquirieron dichas características para huir más fácil de otras especies, puesto que toda la raza elfica comparte algo: Debilidad. Independientemente de su afinidad mágica y gran intelecto, resultaba muy difícil para un elfo desarrollar la fuerza física que un humano promedio adquiriría en un par de meses de ejercicio.

Ferstice Reigdom Greendence, ancestro y primer rey de la familia Greendence, fue uno de muchos elfos oscuros que fue utilizado como esclavo en Briture, recibiendo un trato espantoso por parte de su entonces rey. La mayoría de esclavos se guardaban sus comentarios para ellos mismos y seguían sus deberes forzados sin quejarse, pues, pese a la exigencia de su gobernante y su pésimo trato, eran bien compensados con comida por sus trabajos. Sin embargo, Ferstice estaba harto de hacer todo el trabajo para los ricos y poderosos mientras él y los suyos solamente comían de las sobras de la gente importante, esa sensación de falta de libertad y justicia alimentó una llama de odio dentro del ancestro de Thierrance. Un día, un ente de grandes ojos naranjas y sonrisa perpetua, visitó a Ferstice durante sus sueños, todo con tal de ofrecerle un trato. Pese a lo tentador que sonaba aquella criatura, él negó el primer trato ofrecido, así como el segundo e incluso el tercero. Tomó un tiempo para que la paciencia del elfo oscuro llegara a su límite, cuando su entonces rey intentó vender como esclavas sexuales a varias elfos oscuras, entre ellas, la esposa de Ferstice. Mientras el carruaje que transportaba a las elfos era cargado, una puerta al infierno se abrió en la prisión del castillo, emergiendo de esta un ser de aspecto humano, con alas de angel y grandes ojos anaranjados, como los de un búho, montado en un gigantesco perro negro. Dicho ser apareció frente a la celda de Ferstice, rompiendo los barrotes con un tajo de un sable ciertamente llamativo. Una vez liberado al responsable de su invocación, le ofreció una vez más el trato que tanto había repetido en sus sueños.

- Libertad es lo que quieres. -exclamó el recién invocado demonio.- Ahora tu la tienes ¿Qué es lo primero que harás con ella?

- ¡Libera a todos! ¡Salvalos! -ni siquiera pensó, directamente dió su primera orden al demonio.

Usando su sable, fueron cortados los demás barrotes en la prisión en solo un movimiento. Inmediatamente después, el jinete realizó un corte al aire enfrente suyo, creando una especie de portal que su montura atravesó, no sin antes hacer una señal a los recién liberados para que lo siguiesen. El portal condujo a todos hasta el exterior del castillo, dónde encontraron el carruaje dónde se transportaban esclavos, en llamas, pero con sus ocupantes elficos fuera de peligro. Una vez más, el demonio se mostró frente a su invocador.

- He liberado a los tuyos, y salvé a aquellos bajo peligro. Cumplí mis órdenes, y cobraré el precio a menos que tengas algo más para mí.

- ¡Espera! Necesito más de tu ayuda, solo con tu fuerza puedo hacer un cambio para mí gente. -sus palabras dibujaron una sonrisa en el rostro del demonio, quien bajó de su montura para tomar un aspecto más amistoso.

Tetraminus: Vida Moribunda, Sombras Brillantes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora