El silencio en la habitación solo aumentaba la tensión y el nerviosismo del bicolor, la abrumadora energía del demonio era sin duda de temer. Un sonido de trompetas rompieron el sepulcral silencio pero no solo en el castillo, la nación entera pudo escuchar los trombones de la ciudadela. Aquella llamada solo era emitida cuando el rey o alguien de la realeza tuviera que dar un anuncio de suma importancia. Estaba claro que el príncipe no fue quien mandó a llamar al pueblo, y el pueblo carecía de reina desde hacía un par de décadas atrás, fue fácil deducir quien había solicitado la atención del reino.
— Se está adelantando... Amo Thierrance, oculte su presencia.
Pese a la inexpresiva sonrisa del demonio, era palpable la gravedad de la situación si él mismo sugirió ocultarse. Usando su poder mágico, Thierrance encubrió a su compañero y a si mismo en un manto mágico que los mantendría imperceptibles a los demás. El anuncio sería dado desde la torre del rey, lugar al que la servidumbre se adelantó. Con un mal presentimiento, Ónix pidió escuchar desde una de las muchas torres de vigilancia, el anuncio sería transmitido por pantallas mágicas por toda la región de cualquier modo, pero esa posición le daba cierta seguridad al bicolor.
Mientras la gente de Greeddon se agrupaba en diferentes lugares para presenciar el importante anuncio de su gobernante, los campanarios del castillo empezaron a sonar. Cuatro campanadas con un eco prolongado antes de que el mayordomo de la familia real llamara la atención de todos desde la cima de la torre más alta de la ciudadela.
— ¡Silencio! —su voz resonó a gran volumen.— Anunciando a Su Majestad, Tyronett Impurblesse Reigdom Greendence III, rey de Greeddon, la nación caída.
— ¡Killath salve al Rey! —gritó toda la nación al unísono.
Portando una corona blanquecina, hizo acto de presencia una figura robusta, de piel oscura y cabello plateado, dirigiendo la mirada a sus súbditos desde el balcón de su torre. El bullicio de la multitud fue silenciado cuando su rey alzó una mano y súbitamente la cerró en un puño. Un pesado suspiro fue lo primero que salió de sus labios antes de dar su discurso.
— Greedianos, el día de hoy me presento ante ustedes con malas noticias. El heredero al trono, el príncipe Thierrance Impurblesse Reigdom Greendence, mi hijo, nos ha traicionado. —esa declaración levantó un escándalo rápidamente que fue silenciado por la voz del demonio.
— ¿P-papá? —fue todo lo que pensó Thierrance.
— Lo sé, yo tampoco lo creo pero es la realidad. Mi propia sangre traicionándome, es un golpe duro. —suspiró.— Harto de nuestro estilo de vida e incapaz de romper la barrera que nos aprisiona, el principe ha estado buscando alguien que le ayude a destruir la totalidad de Greeddon para no estar atado más a esta Nación. Después de años buscando, al fin lo encontró.
Una imagen de Ónix fue puesta en las pantallas mágicas distribuidas por todo el reino, de modo que absolutamente toda la población conociera su rostro. Los murmullos no tardaron en resonar por todos lados, siendo callados por el propio rey para segur con su discurso.
— Este hombre es Ónix Mornajro, conocido con la Quimera Multigénetica. Mi mano derecha les dará los detalles de los hechos. —desde la torre, el demonio aclaró la garganta antes de hablar.
— El príncipe formó una alianza con Ónix Mornajro. El rey tiene motivos para creer que esto es para destruir el reino y librarse de sus ataduras a este. Sabemos que no pueden dejar la nación, así que la caballería de la discordia está tras de ellos. Cualquier información sobre su paradero será aceptada con gusto. Si los encuentran en las calles, no los enfrenten, llamen de inmediato a la caballería.
Sin bajar del techo, el sirviente dirigió la mirada hacía la torre donde se encontraba su príncipe, realizando una reverencia en su dirección antes de simplemente saltar y desaparecer de la vista de todos. El anuncio había terminado, Ónix y Thierrance estaban por conocer el sentimiento de ser perseguidos sin ser culpables de los crímenes acusados. Ambos estaban en shock, simplemente no encontraban una reacción adecuada. Se había manchado el apellido Mornajro con información falsa y la imagen del principe fue destruida en segundos. Un aleteo los hizo reaccionar, cierto dragonewt había acudido a su ayuda. La ilusión del principe tenía algún tiempo de haberse dispersado y debían ser rápidos si no querían que alguien de la guardia real los descubriera. Mientras Thierrance se volvía a ocultar con magia, Chris levantó al bicolor por los aires para llevarlo volando hasta un punto seguro. La guardia no contaba con ojos en el cielo así que estarían seguros. Regresaron a la habitación donde se habían reunido en un principio, dónde el demonio los estaba esperando, sonriendo cínicamente como si nada hubiera sucedido.
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Tetraminus: Vida Moribunda, Sombras Brillantes.
Fantasy"El número 4 es uno de muchos existentes, pero también de los más importantes. Las cuatro fuerzas indispensables para la vida, mencionadas en infinidad de textos, son reales, pero no son lo que uno se imagina. Queramos o no, es imposible existir sin...