CAPÍTULO 5: Un Pícnic complicado

9 2 7
                                    


— Venga Claudia, se lo tienes que proponer — Insistió Júlia sentada en mi cama.

— No sé si querrá Juls — Contesté.

— Nunca lo sabremos hasta que no le preguntemos, vamos, los demás estarán a punto de llegar. Vamos a preguntarle.

— Está bien, vamos a preguntarle... Pásame la mochila.

— Aquí tienes —Júlia se levantó de la cama rápidamente para dármela —- Además, seguro que quieres pasar tiempo con él — Sonrió con cara pícara.

— Es parte del grupo ahora, todos queremos pasar tiempo con él. — Abrí la puerta de mi habitación para bajar.

— Claro, pero más tú después de lo que pasó ayer. — Guiñó mil veces seguidas de forma muy exagerada, dándome en el brazo con su codo.

— No comentes a nadie sobre eso, Juls, el resto no lo saben. — Susurré al saber que mis padres están por la casa.

— Lo sé, lo sé. No diré nada.

— Eso me parece perfecto — Abrí la puerta de la casa para que salgamos las dos.

— Pero, obviamente, se lo vas a proponer tú — Dijo comenzando a andar hacia su calle.

— Bueno, lo haré yo. No tengo problema.

— Esa es mi amiga valiente — Me da un nalgazo emocionada.

— Madre de dios Juls — Me queje de lo fuerte que me dio.

— Lo siento... Eso te hará Nate en un futuro muy próximo — Susurra a mi lado con las manos en la boca riéndose.

— Estás loca — Sentí mis mejillas calentarse un poco.

— Ahora, coge un poco de aire para bajar tu sonrojo y picas. Yo te veré desde aquí atrás — Da un paso atrás.

Piqué directamente a la puerta a la espera de que alguien me abriera.

— Oh, buenas tardes, Claudia — Me saludó Seth.

— Buenas tardes Seth. ¿Se encuentra en casa su hijo?

— Sí, creo que está arriba, en su habitación.

— ¿Puede avisarle? — Preguntó Juls detrás de mí.

— ¿Usted es? — Pregunto Seth.

— Oh, disculpe señor. Me llamo Júlia, soy la mejor amiga de Claudia y me junto con su hijo en el instituto — Le tendió su mano dispuesta a saludar.

— Es un placer conocerte Júlia, yo soy Seth. Me alegra saber que mi hijo está haciendo amigos. — Dice sonriente — Subir, ya sabes donde está su habitación, al menos tu — Se dirige hacia mí esta vez.

— Gracias Seth — Él se echó a un lado para que pasemos a la casa.

Mientras Seth cerraba la puerta de la casa, nosotras nos adentramos más. Me dirigí directa a la escalera cuando vi que en el salón estaban su madre y su abuela.

— Buenas tardes, Meredith. Buenas tardes, Nicole — Saludé a ambas.

— Buenas tardes, Claudia — Saludaron las dos sonrientes.

Comencé a subir las escaleras.

— ¿Quiénes eran? — Preguntó Júlia.

— Su madre y su abuela.

— Su madre es muy guapa — Me susurro.

— De padres guapos, hijo guapo, ¿No crees? — Contesté sonriendo.

Nate CardanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora