✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧El Increíble Castillo vagabundo✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ ☆BNHA☆

章 ⁰³

En la tienda de sombreros Izuku aún se mantenía cubriendo su rostro con sus antebrazos, había dejado caer su sombrero para protegerse de lo que sea que el hechicero le había echo.

Poco a poco fue incorporándose y levantado la cabeza, al ya tener la cabeza descubierta miro a su alrededor, miro a la puerta y a los estantes de sombreros pero ya no había nadie más que el.
Noto su sombrero tirado, estiro una mano para tomarlo agachándose un poco.

Al tomarlo miro sorprendido sus manos, estás estaban temblado, pero más que eso estaban arrugadas y con sus articulaciones resaltado en ellas, giro su mano libre mirándola bien, miro una y después otra, cada vez más alterado.

Rápidamente llevo sus manos a su rostro, lo que sintió no fue más que más arrugas y piel caída, arrugas en sus mejillas, ojos y labios. Oh dios que está pasando?

Aun con sorpresas camino a dónde el espejo de la tienda estaba, sintió su cuerpo pesado y encorvado.

En el espejo pudo verse con claridad, su rostro ahora estaba arrugado como una pasa, y su cabello con tonalidades grisáceas medio caído y un poco más largo de lo habitual.

Giraba su cabeza mirando bien lo que el espejo le mostraba.

—¡¿Este en verdad soy yo?!—

Y su voz.
Dios ni hablar de su voz.

—¡Esto solo es un sueño!—

Más nervioso que nunca dió vuelta y comenzó a caminar a la salida, pero antes de cruzar la puerta de los empleados regreso y con cautela se volvió a asomar en el espejo, otra oleada de emociones lo invadió al ver nuevamente su rostro arrugado.

—Devo conservar la calma—

Comenzó a caminar de nuevo.

—No seré presa del pánico—

Sus palabras dejaban mucho que desear ya que por sus nervios  casi tropieza por culpa de una deficiencia del suelo.

—Todo volverá a la normalidad— y de nuevo se adentro a la tienda.

—Vas a estar bien, vas a estar bien Izuku, vas a estar bien—

Entro, salio y miro a todos lados repetidas veces tratado de calmarse y buscado una solución al problema en el que se metió sin siquiera notarlo.

★

Era un nuevo día, los pájaros cantaban y las personas comenzaban su día de labores.

Fuera de la tienda de sombreros un vehículo se estacionaba.

★

—¡Sorpresa chicas!—

Una dama muy hermosa con bonita cabellera verdosa, un vestido amarillo y sombrero extravagante azul entro al taller donde las costureras de sombreros trabajaban.

—¡A vuelto!—

—¡Bienvenida a casa!—

Las chicas recibieron con alegría a la dama, dueña de la tienda.