V. Inquietudes

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La tenue luz del alba se colaba por la ventana mientras Kiran alistaba sus cosas, pensativa. No lograba quitarse lo que había pasado en la cena del día anterior. Tras anunciar el nuevo evento que se llevaría a cabo, se habían elevado exclamaciones, chillidos y murmullos de emoción. Los héroes cotilleaban entre sí, ansiosos.

- ¿Quiénes participarán?- Preguntó uno. Se trataba de Ephraim. Sus ojos llameaban.

Alfonse esperó a que las voces se apagaran antes de responder.

- Como todos saben, hay alguien que siempre está trabajando duro para nosotros. Se entrega día y noche, en cuerpo y alma, a la causa de la Orden- Guardó silencio un momento -Esa persona no es otra que Kiran. Por eso mismo, y por lo poco que ha salido del castillo últimamente, participará en este evento. El segundo candidato- Se apresuró a continuar, preocupado porque comenzaran a ofrecerse personas cuando ya estaba todo finiquitado -no es otro que Freyr...

- ¡¿Qué?!- El príncipe fue interrumpido por un chillido furioso de Freyja. La soberana de las pesadillas parecía indignada -¡¿Quién decidió eso?!- Gruñó, fulminando a Kiran con la mirada.

- Yo me ofrecí- Intervino Freyr, tomando por sorpresa a su hermana -Nadie me ha obligado. Viajaré con Kiran porque así lo quiero

- «Pero yo no»- Pensó la joven mientras guardaba un conjunto de ropa mientras rememoraba eso -«Lo último que quería era viajar contigo

Freyja no puso más objeciones e inclinó la cabeza, pero Kiran sabía que estaba profundamente dolida y disgustada con ello.
Los héroes le habian deseado suerte en el viaje, y parecían asombrados por la inusual pareja que saldría de viaje. Cualquiera habría esperado que Kiran saliera con los príncipes de Askr o, en su defecto, con héroes con los que sí había compartido, como los del Mundo Sagrado.
Cuando la reunión acabó, Freyja la interceptó, acorralándola en la pared. Sus ojos eran dos rendijas de furia.

- Le creo a mi hermano cuando dice que él mismo se ofreció, pero no confío en tí ni un pelo. Así que escúchame bien; si me entero que le hiciste algo indebido a mi hermano, ¡te atormentaré con sufrimiento en tus pesadillas hasta la tumba! ¿Quedó claro?

Ella asintió, sin atreverse a respirar hasta que Freyja la dejó ir. Su insinuación era extraña. Se sentía como si ella creyera que iba a quitarle a Freyr... Como si...
Su rostro pasó a estar rojo como tomate. ¿Creía acaso que Kiran estaba enamorada de su hermano? Ese pensamiento la alteró incluso en ese momento. Dejó caer su taza con té al suelo, que se rompió en miles de pedazos.

- ¡Cuidado! ¿Estás bien?

La invocadora levantó la mirada. Peony la miraba preocupada, levitando apenas a unos centímetros del suelo. Preguntándose por qué estaba en su habitación, recordó que, luego del numerito con Freyja (aunque sintiéndose muy incómoda) le preguntó a Freyr si una de sus elfas podía velar su sueño. Se vio obligada a explicarle lo sucedido, más él accedió sin dudarlo, y eligió a Peony para protegerla de la influencia de su celosa hermana.
Seguía siendo embarazoso estar bajo la tutela de Peony. Y apenas si había podido mantenerse tranquila en presencia del rey de Ljósálfheimr sin romperse, pero al menos había descansado bien. De hecho, aquella era la primera noche de sueño reparador que tuvo en mucho tiempo. Al menos, podía darle las gracias por eso... Pero, entonces, una punzada de culpabilidad la atravesó de lado a lado.

- «Nuevamente me ayuda para mantenerme a salvo de Freyja. Eso fue lo que le costó la vida en esta línea temporal

- ¿Todo bien?- Peony la siguió por el corredor una vez cerró la puerta cargada con un morral y una tienda de campaña -No parece que los sueños plácidos hayan apaciguado tu preocupación. ¿Te angustia lady Freyja?

яεαℓι∂α∂ σηιяιcα  (Freyr x Kiran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora