Capítulo 13. Karol Thompson

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Me encuentro sentado, mirando el gran mar; recordando de dónde vine y pensando hacia donde voy, hermosa habitación, toda una suite residencial, mientras disfruto del vino de mi último cosecha, con un mano en el pantalón y con la otra bebiendo un ron.

Aún recuerdo aquel día, cuando te vi caminando por la orilla del mar, vestías un bikini de color azul, tus grandes pechos eran un manjar pero, esas piernas, esas piernas tan deleites, bien figuradas y a simple vista bien torneadas, se marcaba un perfecto triángulo isósceles desde tus glúteos hasta llegar a mitad de ellas y luego viceversa; miraba el reloj y veo que siempre pasabas a las 8;00 en punto de la mañana por el mismo lugar.

Recuerdo aquel día que te seguí hacía donde te dirigías, el radiante sol de ésta ciudad costera dejaba reflejos de tu cuerpo húmedo y salitroso, caminabas de manera provocativa para muchos, como si parecieses guardacostas del lugar.

Te dirigias a un gran complejo turístico, de grandes sumas de dinero, a lo lejos escuché decir tu nombre, Karol Thompson, habitación 348 suite residencial; espere a que te alejaras mientras fumaba mi luna de tabaco.

Me dirigí con la recepcionista, di tu Nombre y número de habitación, muy bella por cierto la recepcionista, me guió hacia tu habitación, tomamos el elevador vacío, tocó los botones 3 y subir.

Mientras subía lentamente el elevador, la recepcionista se sentía nerviosa, yo seguía fumando mi luna de tabaco con la mirada hacia las piernas de la recepcionista, le comencé a sacar plática, pregunté de su trabajo y me dió sus horarios laborales.

Laura Cordero, joven de 27 años, recepcionista experimentada, horarios rotativos, soltera y viviendo sola, le tocaba salir tarde este viernes.

Después de salir del elevador, se encontraba más relajada, me invitó a beber el viernes en el Camper Club, descansaría el sábado, interesante dato y acepté.

Me llevo a la habitación 348, se dio la vuelta y se fue, espere que entrara en el elevador y a lo lejos, mientras seguía fumando le dije adiós levantando la mano a la altura del hombro; vi como bajaban los números para la Planta Baja.

De mi saco, saqué mi navaja suiza y la pasé por el contorno de la puerta, y sonó "cracka" la puerta de abrió, entre con siglo y la puerta la cerré.

Hermoso lugar vi cuando entré, sala integrada, cocina integrada, parece una casa, exclamé y seguí mirando el lugar, fui a la habitación y no se encontraba ahí, a la sala lounge y tampoco, cocina y comedor, y aún sin rastro de ella, solo me faltaba un lugar... El baño; abrí lentamente y mi sorpresa estaba hecha; se encontraba relajándose en la enorme bañera, toalla en la cabeza, ojos tapados con dos rodajas de pepino, me acerque sigilosamente a ella y vi que disfrutaba de un baño termal con agua tibia y naranjas en rodajas flotando.

Observe la bañera y vi el interruptor de calor, me puse atrás de ella y acerque mis manos hacia sus hombros y la hundí, recuerdo aquellas patadas de auxilio que daba, el "Splash" del agua chapoteada; ascendió a tomar aire y la volví a meter en lo profundo de la bañera, las manos solo golpeaban la orilla de la bañera y cada vez era más lenta su reacción.

Dejó de moverse y yo seguí con las manos encima de sus hombros por unos cuántos minutos más, saqué mis manos y contemple el hermoso cuerpo inerte, le subí el calor al agua... 60°C; el agua comenzó a burbujear y mientras "burbujeaba" solo veía como se movía aquel cuerpo sin vida, al ritmo de las burbujas, su piel comenzaba a desprenderse, el agua se comenzaba a tornar en agua-sangre, tomé un poco con una copa y la probé.

"oh, exquisitez de mi paladar" le subí más a la temperatura, a su máximo 180°C; la carne comenzaba a desprenderse y comencé mi festín.

Rebane esos grandes pechos, abrí aquella caja torácica, sustraje los órganos, el corazón tenía un color marrón, lo probé y sabía a guisados, sustraje una pierna de la bañera y comencé a rebanarla para servirla en un plato, una rebanada en el plato, otra en mi boca.

"Oh, exquisitez de mi vida" su carne cocida asemejaba al sabor de la res, los dedos los arranque y de mi boca no los saqué, como cartílagos tronaban y asitronaban.

Voltee el cuerpo y esos glúteos en directo los mordí y trozos exorbitantes de carne sacaba, no podía dejar la oportunidad y saqué medio cuerpo boca abajo, me bajé los pantalones y disfruté de ese cálido momento, tan excitante momento disfruté, rebane parte de la espalda y saqué la espina dorsal, mientras hacia mi acto coital.

Troné las costillas y me las lleve a la boca, una en cada mano, como disfrute el momento.

Ahora me encuentro sentado, mirando el gran mar; recordando de dónde vine y pensando hacia donde voy, hermosa habitación, toda una suite residencial, mientras disfruto del vino de mi último manjar.

to your health!!

Continuará...

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