Until The End

Capítulo 18

Narra Norah:

Sabía que Liam y Ashley tenían la noche planeada, pero lo que no sabía era que Harry también tenía su propia idea.

Me dejo con suavidad en la cama sin apartar aquellos brillantes ojos de los míos. Yo, al contrario, no podía aguantar aquella mirada, me hacía reír.

-¿De qué te ríes? -dijo el torciendo sus labios para ocultar que se la había contagiado.

-De ti -dije soltando una gran carcajada.

-¿Ah sí? Así que quieres reírte...-se fue acercando poco a poco más a mi.

-Harry no...Harry...sabes que no aguan...-mis palabras se quedaron en el aire y mis intenciones quedaron en vano al notar aquellos cálidos dedos recorriendo a un ritmo enloquecedor mi abdomen.

-JAJAJAJA HA-RRY POR-FA AAY -ni siquiera podía articular una frase, él sabía muy bien como yo reaccionaba a las cosquillas.

-Ahora si que ríes eh -dijo disminuyendo el ritmo.

Las cosquillas pasaron a unas caricias y mi respiración agitada ahora era a causa de la acción de Harry de arrancarme la ropa.

-Harry...estoy...-me callaba con besos cada palabra.

-Tranquila, confía en mi -sacó un preservativo de los pantalones que todavía llevaba puestos. Se deshizo de estos y de los boxers para ponérselo.

Se introdujo en mí como nunca lo había hecho. Con tal suavidad y lentitud que hacía que sintiese deseos de querer más, pero debía controlarme al igual que él.

-Te amo -me susurró rozando sus labios en mi oreja.

-Te amo -dije dándole un largo beso terminado con un pequeño mordisco el cual le enloqueció.

Narra Rachel:

Aquella noche me decidí, lo invité a pasar. Pensé en lo que me dijo Ash "El ritmo correcto es el que quiera seguir tu corazón".

Sentía como esos ojos azules se clavaban en mi espalda mientras sacaba una botella de alcohol y dos copas que habían en la habitación.

-Bueno...cuentame cosas sobre ti Rachel -dijo el mientras servía el líquido y yo me sentaba a su lado.

-No hay mucho. Nací en Londres, tengo una hermana que está en Australia y mis padres viven en España. Conocí a Ash en cuanto se mudó a Londres. La conocí a través de un ex-novio mio, él me dejó pero Ashley siguió conmigo jajaja. A Norah la conocí un año más tarde cuando Ash decidió presentármela. No he tenido mucha suerte en el amor, me han engañado, me han dejado sin razón, he dejado... Pero bueno...-le hice un pequeño resumen.

-Vaya. Yo nací en Irlanda, mis padres estan separados y tengo un hermano. Decidí presentarme a The X Factor y fue la mejor decisión de mi vida, ya que allí conocí a la gente más importante de mi vida en estos momentos. Y bueno...también gracias a ello te conocí a ti...-se ruborizó pero sin dejar de mirar a mis ojos.

-Quiero besarte -siguió diciendo él, esta vez apartando la vista hacia mis labios.

Antes de que él pudiera hacerlo, esta vez decidí lanzarme yo. Me sentía con la suficiente fuerza para amar, para dejar atras mis miedos y ser capaz de enamorarme.

Ni él, ni yo quisimos llegar más lejos. Sabía mis miedos ante la velocidad en una "relación". Me dio el último beso y se levantó del sofá.

-Quédate conmigo -dije con una voz rota pero a la vez tan fina que parecía una niña pequeña -quédate a dormir conmigo...

-Claro...-dijo asombrado.

Me cogió con sus fuertes brazos en los cuales me hice un ovillo. Miré a sus ojos, los cuales me devolvían la mirada y los cerré aferrando mi cabeza en su hombro.

-Yo...te importa que...-dijo cuando ya me había dejado en la cama, señalando su pantalón.

-Claro duerme como quieras -dije quitándome los pantalones y quedándome así en camiseta y unas braguitas.

Se quitó la camiseta dejando a la vista su perfecto torso. Seguidamente se quitó el pantalón quedándose en boxers.

Niall no quiso buscar nada más que mi calor. Me giré para quedarme frente a él con los ojos cerrados. Sentí como jugaba con mi pelo haciéndome cosquillas en el hombro. Puse mi mano sobre su pecho para sentir el latir de su corazón. Me quedé dormida sin darme cuenta, pero estaba segura de que él tardó más, ya que notaba su mano acariciando mi muslo trazando suaves líneas.

Me agradaba la idea de haber dormido con él sin tener que haber hecho algo. Bastaba con tenerle allí a mi lado, me sentía más segura.