Capítulo 9

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La Tokyo Manji ante el regreso del capitán de la primera división y la posterior integración de un miembro fundador se decidió por celebrar a lo grande en un restaurante, el cual Kisaki se encargó de sugerir donde podrían estar celebrando todos si...

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La Tokyo Manji ante el regreso del capitán de la primera división y la posterior integración de un miembro fundador se decidió por celebrar a lo grande en un restaurante, el cual Kisaki se encargó de sugerir donde podrían estar celebrando todos sin problemas. Todos estaban alegres, más los capitanes que estaban feliz de tener a Kazutora con ellos, aun con todos los problemas que pasaron y los golpes que recibió por culpa de Mikey, pues según él no pudo evitar golpearlo un poco, aunque la cara hinchada de Kazutora no lo llamaría un poco.

En cualquier caso, todos estaban feliz. Kisaki solo se quedó en silencio mientras disfrutaba su comida en una de las mesas donde se encontraban los de su pandilla, a lo lejos podía ver a Mikey gritando con una enorme sonrisa y molestando a Draken. Él prefiriendo la tranquilidad se quedó allí. En algún punto de la celebración alguien trajo alcohol, y digamos que las cosas se salieron un poco de control.

— Maldita sea, cuando dije que celebrarán sin preocuparse por ser echados no lo dije con la intención de que fuera un reto —, chistó al ver a su alrededor a todos borrachos y durmiendo, los miembros más sensatos empezaron a retirarse y a detener la fiesta, llevando algunos que no se podían parar a sus casas.

— Vamos compañero, levántate que no puedo cargarte—, la distinguibles voz de Chifuyu llamó su atención, notando a las mesas del otro extremo a este y a Takemichi, el cuál estaba completamente noqueado.

Una carcajada de el capitán de la primera división llegó a los oídos de ojivas verde, Baji se encontraba con la cara roja y se aferraba a una botella, — Déjalo Chifuyu, ven aquí y acompaña a tu capitán a beber, Kazutora ya se durmió —, señalando a un lado donde el mencionado yacía derrotado.

Chifuyu intentó quitarle la botella al peli negro, sintiéndose desesperado porque no sabría que hacer con tres borrachos.

—¿Necesitas ayuda? —, Kisaki apareció atrás de él, — Puedo llevarlo a su casa —, señalando a Takemichi se ofreció a ayudarlo. Chifuyu sin pensarlo le agradeció contento de tener un problema menos y este se despidió de Kisaki dándole indicaciones de donde estaba la casa de Takemichi.

Kisaki poniendo en su espalda al rubio salió del lugar, esperando que nadie rompiera nada del lugar.

Durante el camino pudo sentir el calor y el peso de Takemichi, quien dormía plácidamente; sintiendo su respiración calmada soplando en su oreja y el olor de alcohol que emanaba de él, Kisaki estaba disfrutando la cercanía con su héroe.

Al llegar a la casa fue todo un desafía abrir la puerta, subir las escaleras y por fin dejar a Takemichi con cuidado en su cama.

Este seguía bastante dormido, inconsciente de su alrededor. Tragando saliva tocó sus mejillas rojas, sentía algo oscuro surgir de su corazón al verlo a su merced, y se fue acercado más. Cuando los ojos de Takemichi se abrieron, Kisaki sintió que se le baja la sangre de la cabeza.

— Conoces muy bien mi habitación, ¿no? —, la pregunta dejó más que helado a Kisaki, aterrado de ser descubierto.

— Yo, yo no… —, sin saber que decir se quedó estático.

Una mano lo tomo, tirándolo en la cama, dejando a Kisaki completa merced del rubio, quien lo acorraló. Los ojos azules miraron con detenimiento a lo que tenía debajo de él, Takemichi soltó unas risas, dejando más nervioso a Kisaki.

Una mano se coló bajo el uniforme de Kisaki, sintiendo su piel desnuda, la acarició mientras observaba cómo se estremecía al tacto el de lentes, y su respiración agitarse también. En la mente de Kisaki sus pensamientos eran un coro de Takemichi, que se repetía una y otra vez, mientras sentía su corazón latiendo más fuerte, bombeando más sangre, sin tener ni la más remota idea de lo que pasaba.

«Me está tocando, me está tocando», él moreno no sabía cómo procesar lo que pasaba, pero poco le importa, sintiéndose feliz de tener la atención de Takemichi y más que este lo tocará.

— ¡Takemichi! —, abriendo los brazos aceptando lo que sea que le diera su héroe, sin embargo, este cayó encima de él.

Estando un poco confundido, Kisaki lo movió un poco, esperando alguna reacción, al ver que no hacia nada lo giró con sus manos colocándolo de lado, él notó que se había dormido, por lo que lo soltó y permaneció allí unos segundos sonrojado. «¿Qué carajos acaba de pasar?».

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☆ Un admirador un tanto acosador ☆ TakeKisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora