Capítulo 04: Tontas inseguridades

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– ¡Tsukasa! Tu novio vino a buscarte.

– Kohaku, ya te dije que no estamos saliendo.

– Senku decía lo mismo sobre Gen y míralo ahora.

El moreno ignoró a su amiga que sólo deseaba molestarlo y se fue junto al joven extravagante.

– Perdona, iba a venir antes pero estaba muy ocupado.

– No es como si tuvieras que hacerlo.

– ¡Lo sé pero deseo mucho hacerlo! – le mencionó emocionado, luego de pasar tiempo juntos comenzaba a acostumbrarse a sus gritos – además verte hacer algo que amas es el placer más grande para mis ojos.

– No seas exagerado – le respondió con un poco de vergüenza, algo a lo que todavía no se acostumbraba era a su naturaleza coqueta.

Luego de que ambos arreglaran los malentendidos no habían vuelto a discutir, Ryusui iba casi todos los días a verlo entrenar al menos una hora y al terminar ambos volvían por el mismo camino hablando de cualquier cosa.

Se sentía casi mágico como, a pesar de sus diferencias, el estar junto al otro fuera tan cómodo.

– Bueno te veré en la cena – le decía el rubio acercando su rostro al suyo con la esperanza de ir más lejos.

– S-si, nos veremos después – le respondió alejándose con rapidez a lo que el más bajo sólo pudo observarlo con una sonrisa cariñosa.

No sabía como reaccionar, Ryusui estaba acostumbrado a ser demostrativo con las personas que le gustaban pero el nunca había tenido una relación, así que no sabía que hacer.

No quería admitirlo pero temía que su nula experiencia espantara los sentimientos del apasionado capitán.

A pesar de eso Ryusui siempre había sido amable y sincero, aún cuando rechazaba sus avances volvía todos los días sin importar nada, haciéndolo sentir una calidez en su pecho mientras pensaba que podía tomarse el tiempo que necesite para acostumbrarse a el.

Sin embargo, luego de unos días, Ryusui dejó de ser tan constante.

Fueron casi dos semanas donde se desconcentraba de su entrenamiento por esperarlo y al llegar la noche sentía que le faltaba algo importante pero no iba a admitir todo lo que ese joven de sonrisa larga le provocaba.

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– ¡Tsukasa! ¡Me siento horrible por no poder estar contigo!

– También me alegra verte.

El más alto intentó separar el abrazo que le daba el de cabellos dorados para dejar de llamar la atención de los demás.

Había tenido que llevar unos materiales para el equipo de ingenieros cuando se encontró con Ryusui, quien iba de camino a una reunión con los demás generales pero al verlo se pegó a el como una garrapata.

– He estado ocupado por culpa de Senku pero créeme que pronto volveré a nuestra rutina.

El castaño se sentía contento de escuchar eso aún así no deseaba ser una distracción en su trabajo.

– No te preocupes, no es necesario que vayas.

– ¡Ya te dije que es porque quiero! Tal vez no lo veas de la misma manera pero estar contigo me hacen sentir como navegar en aguas inexploradas. Una sensación tan hermosa e inexplicable de describir a los demás.

¡Conquistando al Primate más fuerte!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora