¡Conquistando al Primate más fuerte!

Capítulo 06: Decepción

– Gen, ¿Puedo hablar contigo?

– Vaya, es la primera vez que preguntas sin hacer un escándalo, ¿Ocurrió algo malo?

El bicolor lo vió recostarse sobre el sofá que suelen usar sus pacientes, no estaba certificado como psicólogo pero cuando le pidió a Senku un consultorio de terapia este hizo lo posible por crear uno identifico a los que usan tales profesionales.

Se estaba preocupando, pensó que el rubio ya había pasado la etapa de ir por el cada vez que cometía un error, aún así ahora se veía más angustiado que las veces anteriores.

– Siento que he estado persiguiendo la luna sin notar lo lejos que está de mi.

– ¿Que intentas decir?

El capitán lo vió con tristeza pensando en todo el tiempo que le hizo perder a su amigo.

– Tsukasa está enamorado de Senku.

El silencio reinó en la habitación antes de que Gen soltará una carcajada.

– Jajaja ¿De que estás hablando? ¿Como llegaste a tal conclusión?

– Porque lo ví sonreír y sonrojarse cuando lo miraba.

La risa del mentalista desapareció de golpe al escucharlo, así que el mayor prosiguió.

– Soy un ingenuo, ¿Como podría competir con el hombre más inteligente del mundo? Además si a pesar de todo este tiempo sigue sin superarlo, significa que sus sentimientos deben ser muy fuertes.

– Eso tu no lo sabes.

Ryusui dejó de lamentarse por si mismo al ver la seriedad del de morado.

Gen no podía creer lo que escuchó e incluso, si eso fuera verdad, tampoco era un secreto que Tsukasa se sentía al menos un poco atraído por el capitán.

– Aunque fuera cierto, Tsukasa-chan no te es indiferente en lo absoluto – le respondió con una falsa tranquilidad – sólo tienes que ayudarlo a olvidar a Senku y entonces podrán estar juntos.

– ¡Pero no hay nada que pueda hacer para superarlo!

– Sólo piensa en un gesto grande, capaz de hacer que nadie más pueda estar en su mente – lo tomó de la camisa y lo miró a los ojos con una sonrisa aterradora – Eres el hombre más codicioso del mundo ¿No es así? Hazte una idea.

– S-si.

Ryusui se alejó con un poco de pavor, sabía que había momentos en los cuales Gen podía dar miedo y este era uno de ellos.

Aún así sus consejos, como siempre, eran los mejores y ya sabía que era lo que debía hacer.

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– ¿Estás seguro de querer usarlo ahora? No hemos terminado de perfeccionarlo.

– Además no comprobamos la capacidad y resistencia de sus piezas, hay muchas posibilidades de que algo salga mal.

– Ja, ja ¡No se preocupen por eso! Confío plenamente en mis instintos de navegante, todo saldrá bien.

Xeno y Stanley se vieron poco convencidos pero sabían que no podrían discutir con el más joven así que le dieron lo que deseaba.

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– ¿Que tal este?

– Se verá hermoso en ti.