Lizy miraba a Monic en silencio, quien se había quedado callada durante unos largos segundos.
—¿Monic?, ¿estás bien?
—Ee...yo... —Ella agarró un vaso de agua—.
—Sé que suena muy loco de verdad pero eso es lo que pasó aunque...si no me crees lo entiendo.
—Claro que te creo pero...lo único que no me cierra es cómo lograste escapar de toda esa situación.
—Oh es que...es lo único que no recuerdo, hay partes en mí mente que todavía siguen borrosas. La última imagen que tengo es cuando me encontraste en la calle y me trajiste aquí.
—Está bien, será mejor que descanses y no fuerces tu mente a recordar hechos traumáticos, ve, yo saldré un rato a buscar a un conocido, seguro puede ayudarnos con lo de aquella mordida que tienes.
—¡No! no me dejes sola por favor, cada vez que cierro los ojos aparecen pesadillas muy feas y tengo mucho miedo de que alguno de ellos regrese por mí, dejame ir contigo por favor. —Respondió Lizy—.
Monic pensaba y no sabía si involucrarla en todo el asunto vampírico pero, después de todo, Lizy ya era su amiga y había sido una víctima, solo que ella todavía no sabía bien de qué se trataba.
—Está bien, puedes acompañarme.
El rostro de Lizy estaba sonriente.
Ellas salieron rumbo a la cabaña pero durante la caminata Lizy le comentó a Monic que se sentía un tanto extraña, con dolor de cabeza y que escuchaba unas voces desconocidas dentro de su cabeza, pequeños susurros que le hablaban en la mente con tono un tanto confuso.
—Deben ser síntomas de la mordida o seguro tienes la temperatura un poco alta, tranquila ya casi llegamos. —Monic se quedó a su lado por si ella sufría algún desmayo—.
Poco después de atravesar el largo pero corto camino del bosque llegaron y todo se percibía muy tranquilo. Afuera no había nadie, por lo que Monic golpeó la puerta pero el silencio invadía el ambiente.
Decidieron visualizar los alrededores a ver si Félix se encontraba afuera.
—Quédate aquí sentada, no tardo, voy a ver si lo encuentro. —Le dijo a Lizy—.
Monic se adentró en el bosque caminando despaciosamente entre los árboles llamando a Félix pero no había ninguna señal de él. Decidió caminar por los alrededores de la cabaña hasta que escuchó unos pasos, eran muy leves y se sentían detrás de ella pero cuando volteó no vio a nadie.
Se preguntaba si quizá podía haber sido un animal que huyó y se escondió, pero le habían parecido pasos humanos.
Siguió caminando y volvió a escuchar los pasos pero esta vez más cercanos y nuevamente cuando volteó no había nadie. Empezó a sospechar que alguien la seguía y era muy cuidadoso para esconderse, quizá estaba detrás de un árbol y la espiaba. Se quedó helada cuando por su cabeza recordó las palabras de Félix sobre los Bloody: "...tuviste mucha suerte al escapar con vida de él, pero créeme que él no se olvidará de tí, ya tiene tu rastro y sabe dónde vives, algún día volverá por tí." Pero se quedó más tranquila cuando recordó que solo salían en la oscuridad y el sol todavía iluminaba el bosque. Pocos minutos de silencio bastaron para que decidiera volver, pues había dejado a Lizy sola y no sabía si sus síntomas habían empeorado, pero para sus sorpresa, cuando volteó, ella estaba allí a unos pocos metros.
—Lizy ¿Qué haces aquí? te tendrías que haber quedado descansando, tus síntomas pueden empeorar. —Dijo mientras se acercaba—.
Ella no respondía, solo la miraba en silencio.
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Una historia secreta
VampiriUna historia de misterio, romance y tragedia donde varios secretos serán revelados, todos a su debido momento. ------------------------------------------------------ Ideal para aquellos que quieren conocer más sobre los vampiros