13. Antares Malfoy

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Lo que significa que te protege tu capacidad de amar, esa es la única protección efectiva contra esas ansias de poder de todos aquellos por los cuales estás sometida... A pesar de todas las tentaciones que has resistido y del sufrimiento que has soportado tu corazón sigue puro

—Palabras de Antares Malfoy hacia Helewis O'Brien

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Helewis salió al exterior helada. Era domingo lo que pudo permitirse vestirse con ropa casual dejando atrás el uniforme, aunque con ese tiempo prefería en mayor medida tener su túnica a mano pues su abrigo no le daba calor suficiente. Era increíble el frío que hacía, parecían estar en pleno invierno cuando aún estaban a principios de octubre.

Sus ojos azules se dirigieron al cielo; no había sol solo unas nubes grandes, voluminosas y densas, se encontraban a mediana altura y eran bastante oscuras, pronto caería una tormenta y de las siniestras, de esas que te empujaban a esconderte debajo de la cama con miedo a que algún rayo pudiera traspasar la piedra y caerte encima. Chasqueó con la lengua para evitar el gruñido, más les valía que ese partido se terminara pronto si no quería coger una buena pulmonía.

Se golpeó mentalmente al haber cedido a asistir a ese espectáculo, ¿por qué lo había hecho? No tenía sentido, en ese momento Hogwarts estaría vacío, tendría camino libre para registrar y hacer lo que se le valiera en gana en él hasta que llegase la hora de que sus habitantes volvieran, pero no, ella estaba allí creyendo en algo que era una completa pérdida de tiempo.

Sé reconocer a una verdadera amante del Quidditch cuando la veo.

Quiso golpearlo, y luego a ella por haber cedido sin darse cuenta. Quiso creer que estaba más enojada con ella misma que con ese odioso de Malfoy, pues Helewis O'Brien no recibía órdenes, no unas de él, al menos.

Unos pasos detrás de ella rompieron sus pensamientos al punto de hacerla girar sobre sus talones con actitud defensiva. Apenas lo pudo percibir hasta tenerlo casi encima.

—Helewis O'Brien —saludó a la joven con una sonrisa. No pareció darse cuenta de la mirada que la joven le había dado en un primer momento pues siguió hablando como si no pasara nada. —Un placer, soy Antares Malfoy, pero los amigos me dicen Ares —La estudiante estiró la mano con claro gesto de presentación.

—Un placer —aceptó Helewis intentando que su tono de voz saliera lo más normal del mundo.

Su compañera agrandó su sonrisa pudiendo verse su perfecta dentadura blanca e impoluta. —¿Sabes? Me agrada la gente puntual así que me alegro que Scorp haya escogido a la persona adecuada para invitar al primer partido del año. —rió.

La castaña frunció el ceño, no sabiendo cómo reaccionar a su comentario, su cabeza y ojos aun la estaba analizando. La chica era la única mujer entre sus hermanos y la menor de ellos, también había sido seleccionada para llevar la insignia del león, algo que blandía con total orgullo. Iba a su curso y aunque no hubieran cruzado palabra alguna sabía por bocas que era una de las más inteligentes de su generación, siendo la única que podía serle de competencia, que era orgullosa e indomable por naturaleza. También sabía que era una chica apasionada, gentil y confidente con sus allegados.

Era preciosa; de talla media, estructura delgada pero esbelta y rasgos angelicales. Su cabellera color chocolate eran filos hilos sedosos, largos y que caían en cascada por su espalda formando hermosas ondas, su rostro era una perfecta escultura tallada con rasgos aristocráticos y ojos grandes pintados de un brillante azul diamante decorados con largas pestañas, mientras que sus labios podían gritar "bésame" sin tener que emitir sonido alguno; carnosos y rosados. Sin duda tenía una gran estilo y belleza, no por nada era la hija del ex-mortifago Draco Malfoy y la inteligente Hermione Granger, ahora Malfoy.

𝐔𝐧𝐚 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚 𝐬𝐢𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora