Capítulo 10

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Jennie terminó de ordenar la librería, barrió lo último de polvo que quedaba de las visitas del día, alineó los libros que estaban desacomodados, bajó las persianas, y giro el cartel en la puerta a "Cerrado" para que nadie la molestara mientras cerraba la caja, contando cada billete.

Iba más de la mitad cuando la puerta se abre, el cascabel suena y ella ahoga un insulto por la interrupción, al alzar la vista ahí está Lalisa Manoban, aquella escritora de poemas que había presentado su libro más temprano, y que se había ido antes que su compañera sin explicaciones.

ㅡ¿Se te olvidó algo? Estoy por cerrar — dijo, intentando no sonar molesta.

ㅡ¿Por qué no hablas en rimas?

ㅡ¿Qué? — Jennie frunció el ceño.

ㅡ Eso, que por qué no hablas en rimas, como hacías antes — preguntó la pelinegra, respiraba muy agitada, como si hubiera corrido todo el camino hacia allí, estaba despeinada y cubierta en sudor.

ㅡEhh... ¿Porque no se me da la gana? ㅡ replicó, Jennie odiaba las preguntas tontas y tenía una paciencia muy corta, por algo trabajaba en una librería, donde podía estar tranquila y leer todos los libros que quería, y no la molestaban con preguntas tontas. ㅡ¿Que soy? ¿Una payasa para niños para hablar en rimas? ¿O el Doctor Seuss? Tú eres la poeta aquí, tu deberías hablar en rimas yo solo trabajo en una librería y estoy por cerrar así que si no se te ofrece nada por favor veteㅡ Jennie intentó ser amable desde el fondo de su corazón, no creía que había tenido un mínimo de éxito en calmarse pero no le importaba, con suerte, haría que la escritora se fuera más rápido.

Lisa frunció el ceño, suspirando confundida, primero por la actitud de Jennie, y segundo por la falta de la repitencia de las últimas sílabas de las palabras.

ㅡNo eres la misma Jennie... Luces y suenas como ella, pero es tan raro escucharte sin las rimas.

ㅡOh, ¿De verdad quieres una rima? Cinco, por el-

ㅡMira... Sé que esto será muy raro, ¿Sí?ㅡ Lisa intentó calmarse, alzando sus manos, la castaña dejó de hablar, sus mejillas estaban rojas de furia sus labios que juraba haber besado antes se apretaban con molestia.

ㅡ. Pero en los últimos... Ocho u nueve meses, he estado viendo a una persona que es idéntica a tí, ¡Jennie!ㅡ Lisa vio el nombré en la placa del uniforme y sonrió, con más alivio de lo que creía, era Jennie, se llamaba Jennie, igual que Jennieㅡ. Mismo nombre y todo, ahora este Jennie, mi Jennie... ¡No es real! Lo supe todo este tiempo, porque hablaba con rimas, todo el tiempo, ¡Todo! ¡Ella me ayudó a escribir los poemas de este libro! Te lo juro, pero bueno... Está mañana yo dejé a mi Jennie en mi casa para que me esperara porque como ella no era real nadie lo podía ver y entonces me iba a distraer un montón hoy en la firma y todo, así que no la traje... Pero te vi a tí y creí que eras ella, pero ¿Qué más dá? Yo te había invitado a ir más tarde a la firma... Ya estabas aquí y si eras parte de mi imaginación bueno, estaba difícil que pudiera controlar algo así porque de todas formas nunca controlaba cuando tú aparecías, pero te hablé y luego me di cuenta que no rimabas al hablar, pero me di cuenta de eso después. En realidad... Me di cuenta muy tarde... Porque tú si eres real y las personas sí te ven, y por eso no hablas en rimas, porque eres real.

>> Y cuando llegue a casa a ver a mi Jennie, ¡Ella ya no estaba! Y ella siempre me habló de que no estaría por siempre y ahora creo... ¡Creo! Que es porque encontré a la verdadera y real Jennie, que eres tú, y como ya te encontré en la vida real mi Jennie desapareció y ya-... Ya no la veo, es más, no es que no la veo es que no existe, ¡Nunca existió! O eso creo... Ya ni estoy tan segura. Y lo sé pero por un momento creí que sí pero no

Jennie tenía el ceño fruncido, mirando de arriba a abajo repetidas veces a la pelinegra que gesticulaba nerviosacon sus manos y se notaba realmente desesperado.

ㅡPor favor no llames a la policía, me puedo ir por las buenasㅡ dijo la pelinegra, al ver que no tendría ningún resultado, dándose cuenta que de verdad, estaba sonando como un locaㅡ, bueno, adiós.

ㅡ Adiósㅡ canturreo Jennie sin más, haciendo una expresión de alivio inmensa, aquella escritora tan joven y guapa parecía que era todo una loca.

Lisa la miro con decepción, soltó un suspiro, y se marchó de la librería.

ㅡ Vaya loca de mierda... con razón es escritoraㅡ murmuró Jennie, y tuvo que volver a contar otra vez el dinero de la caja.

Una vez termino su turno, y ya pasadas las ocho de la noche gracias a una escritora con posible demencia o algún efecto de alguna droga media fuerte, Jennie estaba a punto de comenzar a caminar hacia su casa, pero sentado en la banca de afuera de la librería estaba aquel joven de nuevo.

ㅡ¿Qué pasa? ¿Vas a decir algo más sobre "la otra Jennie" o si me vas a soltar unas rimas como si fueras una rapera o algo así?ㅡ preguntó, un poco cansada.

ㅡ Noㅡ Lisa se levantó de la banca, hizo una reverencia hacia ellaㅡ, quería disculparme, en serio lo siento, sé qué debí sonar como una loca y debes pensar que lo estoyㅡ Murmuró Lisa, Jennie asintió—. Y lo siento, prometo que no tengo ningún problema mental ni nada, en serioㅡ Lisa sonrió un poco, volviendo a levantar la vista, intentando sonar creibleㅡ. Quizá fue todo un sueño muy raro... Y muy largo, disculpa por haberte asustado así.

Jennie suspiró levemente, asintió un poco.

ㅡEstá bien, no pasa nada, acepto tus disculpas, no intentaste apuñalarme y algún día esto será una anécdota muy divertida— admitió encogiéndose de hombros.

ㅡTienes razón— dijo Lisaㅡ. Para disculparme... Quería darte uno de estos, eran los chocolates favoritos de la... Otra Jennie —dijo, mientras le extendía un chocolate de frutilla que la castaña tomó, sonriendoㅡ. Se lo había comprado para ella cuando salí de casa pero ahora no se lo podré dar por... razones. Obvias

ㅡ Bueno, quizás no somos tan distintas con esa Jennie rara de la que hablas, también son mis chocolates favoritosㅡ admitió, su paladar era muy dulzón, prefería las cosas dulces antes que las saladas ㅡGracias, estás perdonada por ser una rarita.

ㅡNo hay de qué ㅡ Lisa sonrió un poco por lo último ㅡ¿Te molestaría si te acompaño hasta tu casa? ¿Vives muy lejos?

ㅡ Estoy a pocas cuadras de aquí, está bien si me acompañasㅡ Jennie se encogió de hombros, comenzando a caminar—. Así que dime... ¿La otra Jennie hablaba con rimas? ¿Cómo así? ¿Todo el tiempo?

ㅡ Todo el tiempo rimas y recursos poéticos, todo el tiempo― Lisa rió al recordarla, ahora su imagen parecía más lejana, más borrosa. ㅡEra muy desesperante al principio pero luego se me hizo costumbre... Creo que fue todo un sueño muy raro, y extrañamente realista.

ㅡDebe ser porque eres muy creativa seguro ㅡ comentó Jennie—. O quizás bebiste de más anoche.

ㅡSí o quizás era alguna viajera a algún universo paralelo... Quién sabe...

[Fin]

Rhyming heart || JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora