Rhyming heart || Jenlisa

Capítulo 5

ㅡ¿Qué es el amor? ¿Existimos por causa del amor? ¿O el amor es solo otra causa más fr la existencia?ㅡ Se preguntó la pelinegra.

Lisa miró a Jennie, La castaña estaba junto a ella, junto a la taza del café caliente que reposaba en aquella mesa para cama que había comprado especialmente para compartir desayuno juntas, acurrucada contra su cuerpo, protegidas del mundo en aquellas sabanas que las arropaban.

ㅡ¿Se puede crear al amor o solo lo encontramos?

Desde aquel primer beso Jennie no se había separado de su lado, la pequeña castaña era una garrapata de ella, estaba todo el día abrazandola, estaba todo el día risueña, todo el día sonriendo... Llevaban así ya poco de dos semanas, con besos suaves y abrazos por las noches.

ㅡ¿O otro es el amor el que nos encuentra a nosotros?

Lisa miraba bobamente la hoja, con aquella sonrisa en sus labios, ese calor en sus mejillas, las manos de Jennie se escondían en la parte interna de su brazo, abrazándola.

ㅡSi el amor me crea, yo soy amor y creador a la vez, amor es aquel que la vida acarrea el que me transporta a la niñez, amor que me renace, con el que mi ser nace... Me hace ser un bebé que de un "Te amo", balbucea.

Lisa Sonrío ampliamente, sus encías se mostraron, Jennie las miro con cariño, sus mejillas estaban muy rojas y las sentía apretadas por la sonrisa .

Lisa sonrió ampliamente, sus encías se mostraron, Jennie las miro con cariño, sus mejillas estaban muy rojas y las sentía apretadas por la sonrisa.

ㅡEso es muy bueno, Jennie —dijo Lisa, anotando rápidamente lo que la castaña había dicho. Continua por favor.

ㅡLisa, te amoㅡ dijo Jennie, Lisa la miró, alzando las cejas con sorpresa ㅡEspero que no lo diga en vano...ㅡ añadió la menor, la tristeza en su tono era evidente, Lisa sintió que su corazón se apretaba.

ㅡJennie...

ㅡ¿Es muy pronto, no?ㅡ Jennie se apartó de ella, soltando el abrazo y Lisa sintió frío ㅡ. Lo siento, no lo razono.

ㅡNo, no, Jennie — Lisa tomó su mano, deteniendo los movimientos de la menor para alejarse, la miro con algo roto en sus ojos —. Lo siento, Jennie, pero yo no sé qué es amor, así que no puedo corresponderte.... No por ahora.

>> Eres mucho para mí, no lo malentiendas por favor, eres más de lo que nadie ha sido nunca, no creo estar a tiempo para decirlo todavía... Pero quiero que lo sepas, eres lo que más quiero en este momento.

La decepción en el rostro del pelirrosa era evidente, Jennie solo asintió, permaneció en silencio.

Intentando hacer bien, Lisa solo la empeoró, así que se volvió a acercar a la menor, tomando su rostro, y juntando sus labios, intentando converserla, de que en verdad la amaba, incluso si no sabía qué era el amor.

Sintió las lágrimas en las mejillas de la menor, se apartó del beso, Lisa nunca había visto a Jennie llorar, nunca en todos esos meses, Jennie era sonrisas y amor y las mejillas gorditas ruborizadas... Ella era la cálida luz del sol de las mañanas, el algodón de azúcar, el chocolate antes de irse a dormir, el volumen fuerte de la radio y la música alegre, Jennie no era lágrimas.

Lisa limpió las lágrimas de la menor con sus manos, pero estás solo seguían y seguían apareciendo, la castaña tembló entre sus brazos hasta deshacerse en un abrazo, y Lisa se quedó allí, preguntandose qué era lo que estaba pasando.

ㅡ Jennie...

ㅡ Aunque yo no... Aunque yo no sea lo que tú corazón quiera... Creí que lo eraㅡ balbuceó entre llanto.

ㅡ Jennie, no es tu culpa, no eres tú soy yo, en serio

ㅡ He intentando ser fuerte, pero yo sé que... Nunca seré suficiente...

ㅡ Eres muchísimo, Jennie, eres exelente, eres maravillosa... Eres la chica más bonita del mundo, Jennie, por favor, deja de llorar... ㅡ Lisa estaba convencida de que Jennie seguía siendo una creación de su mente, pero quizás una creación que había ido muy lejos, porque por más que todos sus deseos eran de que la castaña dejara de llorar, este no paraba.

Quizás era una creación que había ido muy lejos, Jennie ya tenía vida propia, y sus propios sentimientos, y su propia conciencia, era mucho más compleja que aquella joven que había aparecido por primera vez en su casa en una noche solitaria como tantas otras.

ㅡ Espero que algún día puedas amarme... Antes de que deba alejarme.

Compartiendo cama, cuarto, cuerpo y besos, como sólo las dos jóvenes más enamoradas del mundo eran felices, el cuaderno de poemas de Lisa finalmente se llenaba de estrofas y rimas, más que antes, por fin podía escribir sobre aquel sentimiento tan misterioso para la humanidad: el amor, y vivirlo en carne propia.

Estaba preparando un libro, solo de ella, era un gran paso, algunos eran poemas, otros eran versos al azar, otros pequeños relatos que le gustaban, todo basado en el pequeño ser rosado que vivía con ella, aquella joven maravillosa.

ㅡ Jennie, ¿Eres real?

ㅡSoy tan real como lo puede ser un fantasma, una ilusión de un alma.

ㅡNo, en serio, llevas dos meses aquí... Y solo creo cada día que eres más real que el día anteriorㅡ dijo Lisaㅡ. Digo, si no rimaras a cada cosa que dices creería que eres una persona normal.

Jennie se encogió de hombros.

ㅡQuizás en algún lugar yo seré real, pero no lo sé, mi conciencia es muy banal.

ㅡEntonces, dices que en algún lugar... ¿Existes?

Jennie se encogió de hombros y ladeó su cabeza de un lado a otro, sin responder.

ㅡBueno, genial, estuve besando a mi imaginación pero al menos besa bien y puede que existas, suena bien para mí.

Jennie soltó una carcajada, su risa era muy bonita, Lisa también la amaba, era jovial e inocente, sonaba como música, comí campanas, sonaba a amor, a una canción que escuchas a lo lejos y quieres recordarla para buscarla después y volver a escucharla porque te ha gustado, la risa de Jennie sonaba a todo eso.

Tu risa es muy linda.

ㅡTus labios son lindos, podría besarlos por siglos.

ㅡBueno, ¿Quieres empezar?

Lisa se estaba convenciendo de que Jennie era real, ya se había acostumbrado a sus rimas, aquella cualidad tan peculiar, ya no lo veía como algo tan distinto, casi no se daba cuenta que Jennie seguía rimando a cada oración, lo tenía muy naturalizado dentro suyo.

Sus rimas le daban latidos a su corazón.