Capítulo 9

255 19 11
                                    


Ya me gusto subir más y más capítulos y nadie me podrá detener



Estúpido Kaiba, todo el maldito día tuve que sentarme hasta el frente, disque poniendo atención pero no podía, por más que quise ni si quiera puse atención, es más puse menos atención, lo veo el muy infeliz platicando con Tea, ella encantada, porque las mujeres son tontas!?, que no ve que solo la está usando para molestar.

Como sea no me interesa, allá ellos dos si se entienden o no, aunque ese pensamiento me dio un poco de molestia, ahora entiendo cuando dicen que todos los hombres somos iguales, soné como una mujer pero es inevitable no sentir eso, ese imbécil según anda de perro conmigo y si no le hago caso se va sobre otra víctima, creo que empiezo a entender el enojo de mis ex novias, me comportaba como un patán, bonita forma de saberlo.

Salí rapidísimo de la escuela, no le hice caso ninguno de mis amigos, ni porque Yugi me fue a alcanzar al baño a decirme que no estuviera celoso de Tea, que él no creía que Kaiba le haría caso, eso a mí que me importa!!!, si quiere andar con ella que ande, Tristán solo se burlaba de mí, decía que íbamos a terminar desgreñados por un hombre, ese idiota no sé cómo se le ocurre tanta estupidez, lo que más me molesta es que a ellos no les moleste todo esto de la homosexualidad!!!

Y más que me emparejen con ese imbécil y todo por la culpa de Yami, que saco un día una pendejada enorme!!! De que en la antigüedad éramos amantes, solo lo dijo para molestar y echar su choro del destino y la mamada y media. Idiotas!

Llegue a mi casa, salude a mi mama y a mi hermana, subí rápido a mi cuarto, me desnude y me metí a bañar, ah dulce sensación, rica agua fría de los Dioses, estuve un rato bajo el chorro fresco de la regadera, limpie mi cuerpo y solo Salí con una toalla secando mi cabello, mi cuerpo que se seque solo sirve siento más fresco el aire. No tenía nada que hacer pues mañana era sábado!, no había clases, no había planes con los chicos, solo me dedicaría a dormir, si! a dormir como si mi vida se me fuera en ello.

Enciendo mi computadora, pongo música mientras se me seca el cuerpo, busco un bóxer y me lo pongo junto a una playera desmangada, y me tumbo en la silla, visito una que otra página para descargar música, maldita sea! Necesito un reproductor portátil es tan aburrido regresar sin escuchar música.

En eso escucho que tocan mi puerta, es mi hermana, creo que me viene a avisar que ya está lista la comida.

-Joey, te buscan- decía con una sonrisa en la cara, quien demonios será?, de verdad no quería recibir visitas, muy a mi pesar me bajo tal cual estaba vestido, en paños menores, pretendía despachar a quien quiera que fuera el que me estuviera buscando.

Quise haberme rodado por las escaleras cuando vi a Kaiba sentado en la sala de mi casa junto a mi madre y mi hermana.

-que haces aquí?- fue lo que pregunte rápidamente olvidando los modales enfrente de las féminas.

-Joey!- me recrimino mi hermana, -el solo vino a felicitarte, no lo trates así- mirándome un poco molesta, escuche bien?, dijo felicitarme?, si mi cumpleaños había pasado hace como 8 días o más, ese maldito infeliz algo trama.

-si hijo aquí Seto te trajo un regalo muy hermoso- completo mi madre, acaso le dijo SETO! Y este dejaba que lo dijera con tanta familiaridad!, esperen, dijo regalo?, eso sí tenía que verlo, seguramente traería algo horrendo o de mal gusto, eso es perfecto si mi madre lo ve y lo desaprueba lo correrá de la casa y adiós Kaiba para siempre hola tranquilidad.

-oh vaya, gracias que amable- dije en el tono más educado e hipócrita que tenía en ese momento, no podía esperar. –y bien, cual es el regalo? Kaiba- dije mirándolo a los ojos, el infeliz solo sonrió de lado, poniéndose de pie ayudando a mi madre a levantarse también del sillón, creo que a mi madre le gusta este wey, vale verga.

PreguntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora