Caítulo 21

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Mi cara de cansancio no me la quito ni volviendo a nacer o durmiendo otras 12 horas seguidas. No pude dormir bien anoche, tuve sueños extraños toda la noche, soñaba con Kaiba en lugares y situaciones diferentes, genial hasta mi propia mente me juega chueco.

-Joey, estas bien hijo? No has probado tu desayuno- me decía mi madre, me había hecho mi comida favorita y efectivamente, no tenia hambre.

-no tengo mucha hambre, guárdamelo para la comida si?- quería seguir durmiendo y no pensar en toda la mierda que me da Kaiba.

-te paso algo cuando no estuvimos?- mi piel se eriza, esta mujer es bruja o que?.

-porque dices eso, solo no pude dormir bien- mientras me ponía de pie y me iba a tumbar al sillón a seguir durmiendo.

-estas seguro?, bueno descansa- me decía mientras me despeinaba mi cabello y me daba un cojín, sentí como Jr se subía al sillón y se hacia bolita junto a mi y así nos quedamos bien dormidos.

Después de un rato escuché como mi teléfono sonaba, con flojera estire la mano a la mesa para tomarlo.

Lo me faltaba, que el idiota de Kaiba siguiera molestándome, no se que mierda le pasa por la cabeza, ahora resulta que me quiere ver, que ni se le ocurra venir y menos que estará aquí madre todo el día, no tengo ganas de estar viendo ni escuchado como la engatusa.

Le invente que Duke pasaría por mi, pero la. Verdad es que tampoco quise salir con él, solo me hace enojar, después de eso me volví a dormir.

No se cuanto tiempo paso, cuando abrí los ojos estaba un comenzando a oscurecer, porque mi madre no me despertó para comer? Dormí demasiado, Jr durmió conmigo todo ese rato, encendí el televisor y algo hizo que me levantara rápido, el sonido de unas llantas y después un golpe seco me asusto.

Vi como el portón de mi casa se hundía hacia dentro, corrí hacia la puerta para ver quien había sido, mi madre se quedo en la puerta de la casa con Jr y mi hermana asustadas.

Salí y vi un coche blanco, familiar, ese era el auto de Kaiba?, me acerque rápidamente a la puerta del conductor, el polarizado no me dejaba ver nada, mi corazón latía muy rápido, si algo le pasara a ese imbécil no se que haría! Toque el vidrio con fuerza y esta se abría, dejando salir a un aturdido Kaiba, que caminaba con trabajos.

-mierda!, mi cabeza- decía tocándose la frente, pero... algo no andaba bien con Kaiba, había sido un golpe duro no lo niego pero no tan fuerte como para dejarlo aturdido así, se mantenía con trabajos de pie y se tambaleaba.

-Kaiba! Estas bien?- le decía mientras me acercaba a socorrerlo, pero el parecía estar... bien?, porque lo digo?, porque lo primero que hizo fue abrazarme.

-cachorro, mi cachorro- decía apretándome contra él, eso me dejo sorprendido en el tono que lo había dicho y como lo había dicho, pero pronto me di cuenta de su verdadera situación!.

-estas ebrio!!!- separándome de él, pero él no quería dejar de abrazarme, se me pegaba como garrapata, irónico no? Como garrapata a un perro.

-cachorro ya llegaste, quería verte- rosando mi mejilla con su pulgar y mirándome fijamente con esos pozos azules, ya no se si por el alcohol o excitación.

-Kaiba vamos a dentro, llamare a una ambulancia- lo jalaba pero él no quería moverse.

-no!- tratando de soltarse, me frustraba que no obedeciera.

-anda vamos!!!- nuevamente intenté con mas fuerza pero no se movía, ese bastardo cuanta fuerza puede llegar a tener?

-no, ahí esta tu mamá?- preguntaba, seguramente no quería que lo viera así.

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