Capítulo 13

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Al parecer el perro ahora si quedo dado para la fregada, en cuanto subimos al auto se quedó dormido en el asiento, no sé porque me dieron ganas de estarlo observando, así que me estacione, ese maldito perro parece un angelito cuando está dormido, sin esa bocota que siempre lo mete en problemas.

Su piel se ve más suave de lo normal, quizás es por el exceso de sexo que tuvimos, le toco la mejilla tratando de no despertarlo pero el perro siempre me lleva la contraria así que abrió sus ojos, no sé porque mierda me gusta besarlo, casi no soy de besos, pero los del perro son demasiado candentes, las cosas se están poniendo de nuevo sucias pero tenía que aparecer ese maldito policía, al parecer alguien llamo diciendo que había un auto sospechoso en una calle oscura.

La cara de molestia del perro me da mucha gracia, solamente le dije la verdad al oficial, estábamos besándonos, pero su cara de enojo me molesta y me molesta más que se quiera deshacer de mi tan pronto, tengo una extraña sensación en mi estómago, después de que lo vaya a botar a su casa no podré acercármele de nuevo, le di mi palabra y Seto Kaiba siempre cumple lo que promete, bueno hasta cierto punto.

Creo que me he acostumbrado un poco al perro, pero nada que no se pueda solucionar después, así que me pongo en marcha hacia su casa, realmente me voy todo el camino pensando y pensando y pensando que creo que extrañare al perro, en fin, creo que esta etapa gay de mi vida ha llegado a su fin.

Me estaciono fuera de su casa y lo despierto, no era tan noche apenas y dieron las 12 de la noche, -que pasa?- pregunta confundido pues aún está más dormido que despierto, -ya llegamos- le decía mientras levantaba el seguro de la puerta.

-sí, gracias y Kaiba- me decía mientras se iba bajando del auto, -que sucede Wheeler?- al parecer el perro esta dudoso de su decisión,- cumple tu promesa por favor, no juegues más con mi amiga, no me gusta que jueguen con los sentimientos de los demás- terminaba de decir mientras cerraba la puerta.

Eso fue todo?, así sin más se va a largar ese maldito perro?, no sé porque no estoy satisfecho con esto, creo nadie en mi vida me había rechazado?, esa era la palabra rechazado, alejado, dejado. Eso no podía terminar así y sin más salgo del carro antes del que perro entre a su casa.

-Wheeler- llamo su atención –puedo quedarme a dormir esta noche?, ya he mencionado que la cara de estupor del perro me da risa?, se queda pensando y solo niega con la cabeza en modo de resignación mientras veo como el portón empieza a abrirse para que pueda meter mi auto.

Estacioné mi coche y bajé tras el perro, abrió la puerta, creí que todo estaría a oscuras pero aun había movimiento en su casa.

-mamá ya llegue- decía el rubio cerrándola puerta detrás de él, la Sra. Wheeler salió de la cocina para saludarlo.

-oh Seto hijo, te puedes quedar a dormir?, ya es muy noche para que te vayas a tu casa, tu hermano está bien si le avisas?- pregunto un poco preocupada la señora, cosa que al cachorro no le causo gracia.

Yo por mi parte le conteste educadamente y le agradecí por la invitación, subimos hasta su cuarto donde se encontraba el pequeño cachorro en su cama al pie de la del perro dormido. El cachorro al escucharnos entrar se levantó rápidamente corriendo hasta Wheeler, o eso pensaba él, pues el pequeño gordinflón se fue rápidamente a mis pies para que lo alzara.

-genial!, primero mi madre y ahora mi cachorro, que más falta, mi hermana?- creo se refería a que tenían más consideraciones conmigo que con él y como si de una invocación se tratara la hermana del perro toco la puerta.

-buenas noches Kaiba, mi madre te manda leche y pan para que no duermas con el estómago vacío, pero si ya cenaste puedo llevármelo.-, Solamente asentí tomando el vaso de leche y pan que llevaba, -dice mi mamá que tú ya estás muy gordo!- mirando al cachorro que la veía molesto.

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