Re-inicio

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Mi realidad normalmente iba distorsionada entre tres factores bastante implicados en mi realización personal: mis deseos, mis alucinaciones, la realidad perceptible por el resto de las personas alrededor de mi existencia. En ese momento, la realidad perceptible por el resto de las personas era bastante interesante, ya que estaba bailando feliz con mi novio, y las personas alrededor que estaban vitoreando el previo grito de GD eran reales también.

— Salgamos — invité con un grito, necesitaba por un momento que mi realidad inventada fuera superpuesta a la existente, y que fuera aún más impresionante que la existente.

— Vamos — respondió en un volumen adecuado para la vida, por lo que no lo escuché pero sí lo leí

— Estoy algo mareada — confesé en el camino, pero no tenía nada que ver con el alcohol.

Salimos, su mano en la mía se sentía fresca y casi fría, lo estrujé para no perderlo en mi camino y terminamos en la hermosa calle, casi desierta, donde se encontraba el local en cuestión.

— ¿Te sientes mejor? — Me preguntó extendiendo un pañuelo desechable hacia mi

— ¡Soy insegura por un demonio! — aseveré arreglando mi maquillaje.

Y entonces sucedió. Me besó. Abrí los ojos con sorpresa cuando sentí sus manos, ya que primeramente se habían acomodado en los costados de mi cintura, pero a medida que los segundos avanzaban, podía sentirlo subiendo suavemente por mis dorsales hasta quedar no estáticos pero sí firmes en un par de puños ceñidos alrededor de la tela de mi espalda y haciendo que mis ojos queden firmes también, cerrados, ayudándome a sentir.

Un pasito hacia atrás me fue suficiente para estabilizar mi humanidad, y lancé mis brazos alrededor de él, y dejé los dedos muy bien extendidos en una caricia constante de su nuca y una caricia bastante interrumpida en su hombro derecho.

El beso, por muy mágico que suena, no fue algo brutal y animal, de hecho fue todo lo contrario, pues pese a haberse lanzado con tal fiereza, solo entreabrió levemente los labios para encontrar el encaje perfecto de su labio inferior con mi curvatura del labio inferior; además de ello, cerró los ojos con suavidad, y su respiración era profunda, alargada.

Duró tan solo un par de segundos después de los cuales nos separamos, abrimos los ojos y recaímos en el silencio, es que en realidad no había necesidad de decir nada cuando nos encontrábamos en ese momento, que sólo nos recorríamos con los ojos como con caricias. Me sentía enamorada, ya muy poco dolida y ya muy enamorada... Ay, un mensaje.

— Mensajito — avisé sacando mi celular. ¿Era vidente o algo así? CL.

— Dile a tus amigas que estás bien, tienen razones para preocuparse

— Tú — Sí, eso no fue tan bonito pero fue bastante cierto

— Oiga, señorita, conmigo nunca ha sufrido riesgos — me dijo graciosamente ofendido

— Contigo exácticamente no. Pero con tus amigos, exácticamente sí. — El mensajito expresaba que avise mi horario de llegada y que si las cosas se ponían desagradables podía hablarles a cualquiera de mis niñas. Sonreí suavemente ante su ofrecimiento, y sentí los brazos de GD alrededor de mi cuerpo, su barbilla en mi hombro izquierdo

— ¿Quieres seguir bailando? Podemos ir por alguito para beber o si quieres ya te llevo a casa. Son las 4 y media de la mañana

— ¿¡Son las cuánto!? — de no haber estado sostenida, probablemente habría perdido el equilibrio. — ¿¡Y en qué momento se fue la noche!?

— Mientras bailabas y tomabas vodka terriblemente estirado con agua, hielo y gaseosas — respondió riendo. Se posicionó a mi lado izquierdo y me tomó la mano

L-InkedWhere stories live. Discover now