Después de una gran lucha, Eren por fin logro conquistar a Levi pero ahora se enfrentara a algo completamente nuevo.
Isabel ha adoptado un pequeño gatito que salvó de las calles y que ha convertido en el hijo de Eren y Levi, ahora ambos deberán apr...
Eren despertaba muy adormilado, Levi seguía profundamente dormido pero lo que le llamo la atención fue ver en la ventana estaba Falco mientras miraba bastante entretenido lo que había afuera.
-¿Quienes salir? -Eren se acerco a el.
-¿Podemos? ¿No es muy noche?
-No importa si estas acompañado -Eren abrió la ventana para darle paso a Falco -Vamos, solo acercarte con cuidado.
-¡Me encanta! -Falco miro entre los barrotes del barandal la ciudad.
-Lo se, es una gran vista -Eren se puso a un lado -Cuando llegue aquí, fue de las cosas que mas me gusto.
-Con las luces parece un cielo estrellado -Decía emocionado -Todos los días veía las estrellas y pedía un deseo.
-¿Y que clase de deseo pedias? -Pregunto con curiosidad Eren.
-No estar solo -Eren se sintió mal al escuchar eso, que un pequeño gatito pensara eso tan joven era muy triste y mas, sabiendo como era ese sentimiento -Me sentí solo después de perder a mi hermano y nadie me quería.
-Te entiendo, también fui un gato callejero desde muy pequeño y tuve que aprender a valerme por mi mismo.
-Yo tenía miedo de salir y nadie me ayudaba, comía lo que podía pero no era mucho además de pasaba mucho frio o mojarme con las lluvias al no tener donde resguardarme -Falco relataba sus vivencias -Veía a otros humanos que cargaban a algunos como yo pero nadie me quería.
-No todos los humanos quieren una compañía como nosotros aunque para nuestra suerte, hubo quienes nos quisiera a pesar de que eramos de la calle.
-Cuando estaba apunto de perder la esperanza, frente a mi apareció Levi con la señora Isabel y me asuste.
-Me paso algo similar cuando Mikasa me rescato, todo era desconfianza pero poco a poco fui confiando en ella al ver que no quería hacerme nada malo.
-Temía que me hicieran algo pero el vino por mi junto con ella, se portaron muy amables y trataron de no asustarme.
-Le conté a Levi, lo que había pasado toda mi vida en la calle -Comento Eren -Cuando te vio, tal vez recordó todo eso,
-Quiero mucho a Levi -Falco sonrio -Tenia miedo pero ya no, me recuerda a mi mama y me hace sentir protegido.
-Levi parece alguien frio pero es muy amable, amoroso y protector, el siempre te va a cuidar sin importar lo que pase.
-También estoy agradecido contigo, nunca conocí a mi padre pero me alegra que tu seas el mío.
-Nosotros también estamos felices de tenerte, jamás esperamos tener a alguien que cuidar pero estamos agradecidos que llegaras con nosotros.
-Gracias por todo.
-¿Que hacen tan tarde? -Ambos voltearon para ver a Levi -Ya deberían estar dormidos, en especial tu Falco.
-Lo siento, es que quería ver la ciudad.
-Idéntico a Eren -Levi miro a Eren -No se queden tanto tiempo despiertos.
-No te preocupes, ya íbamos a entrar -Eren se encamino a la salida -Mañana podemos volver a salir si quieres Falco.
-¿Enserio? -Estaba feliz por esa idea.
-Claro que puedes -Dijo Levi -Pero que sea mas temprano, ya es bastante tarde y esta frio a estas horas.
-¡Gracias! -Falco se acerco a Levi para restregarse contra el -¡Te quiero mucho!
-Yo también te quiero mucho -Levi le contesto el gesto a Falco.
-Y yo los quiero a los dos -Eren también se unión a ellos.
-Vamos a dentro, hay que descansar -Levi entro primero seguido de Falco y Eren.
-¿Puedo dormir hoy con ustedes? -Pregunto Falco.
-Siempre que quieras -Levi se acomodo en la cama.
-Falco -Volteé a ver a Eren -¿Estas feliz con tu deseo?
-Si, es todo lo que siempre quise -Dijo muy feliz.
-Disfrútalo al máximo -Eren paso a un lado para acomodarse junto a Levi -Es hora de dormir.
-Si -Falco se acerco corriendo para acostarse en medio de ambos -Gracias por todo.
-Descansa Falco-Levi lo acaricio de la cabeza -Que tengas lindos sueños.
-Buenas noches -Falco se acostó al igual que Levi mientras Eren los veía.
-Yo también estoy feliz con mi deseo.
Y al igual que Falco, Eren veía las estrellas deseando poder ser feliz algún día con alguien que lo quisiera. La suerte le sonrió y ahora estaba con una familia además de una dueña que lo adoraba. El también estaba sumamente feliz con su deseo y lo disfrutaría al máximo.
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