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Al día siguiente, Rouge entró casi corriendo a la casa de Shadow, mientras él se estaba preparando el desayuno.

—Y bien, ¿que tal estuvo la noche pasada? Puedo jurar que vi corazones flotando a su al rededor —soltó una pequeña risa.

—Creo que ya no tiene sentido insistir en que toques antes de entrar como nada. —dejó su plato en la mesa —Pero supongo que estuvo bien.

—¿Como que supones? —hizo un gesto de enorme confusión.

—Pues por mi parte puedo decir que estuvo bien, pero no se que es lo que opine él. —apartó la mirada de su amiga —Aunque, no tienes idea de cuanto me encanta su rostro, además de que él es super tierno y amable, desearía arrancarle esos hermosos ojos y guardarlos en una caja de cristal para siempre admirarlos.

La murciélago se asqueo un poco, pero tragó saliva y continuó con las preguntas.

—Bueno, ¿acordaron verse otro día?

—Tampoco quiero ir tan apresurado, además, creo que nos encontramos demasiado en la calle, ¿con eso no es suficiente? —su amiga se llevó una mano a la frente.

—Ay Shadow, ¡obvio no! Salgan al cine, a caminar por el parque, a visitar una montaña lejana y desconocida, ¡cosas lindas! —el erizo puso los ojos en blanco.

—Ugh, obvio no, esas cosas cursis y empalagosas no van conmigo.

—Si quieres tenerlo a tu lado y que se enamore de ti, tendrás que recurrir a este tipo de cosas. —y el contrario se quedó pensando.

Pasaron un rato más platicando fuera de ese tema, hasta que Rouge recibió una llamada y tuvo que irse.
Entonces, Shadow aprovechó para salir a caminar un poco, o al menos esa era su excusa, en realidad quería toparse a Tails por "casualidad".

Pero luego de un largo rato de caminar en círculos, los detectives que vigilaban esa zona notaron esto como un comportamiento sospechoso, así que se acercaron al erizo.

—¡Buenas tardes Shadow! —saludó el cocodrilo y pasó su brazo por la nuca del erizo —Hemos notado algo extraño y queremos hacerte un par de preguntas.

—Ugh, ¿otra vez?

—¡Serán todas las veces necesarias! —señaló Charmy.

—Veamos, ¿que estas haciendo por aquí? —preguntó mientras sacaba su pequeña libreta para anotar.

—Solo vine a caminar un rato.

—... ¿A caminar en círculos? —cuestionó Espio.

—Tu no me hables, que bien pude haber bailado contigo en la noche de ayer y huiste como cobarde. —reclamó el erizo sumamente molesto —Tuve que exponerme a lo que más temía.

—¿Y que era eso? —Vector soltó a Shadow y miró atento —Esto es incluso más interesante —le susurró a Charmy y ambos rieron.

—Algo que no les incumbe.

—Pero no huí... Solo use mis habilidades para ocultarme, además de que vi que la estabas pasando muy bien con Tails, ¿cual fue el problema? —Vector y Charmy se sorprendieron al escuchar el nombre del zorro.

—Olvidalo y ya —apartó la mirada de aquel trío y miró al fondo de la calle, alcanzó a distinguir al trío de azul, rojo y amarillo, por lo que se emocionó y comenzó a temblar un poco.

Los otros tres solo se miraron mutuamente al ver la tan extraña reacción del erizo, por lo que trataron de enfocar hacia donde estaba mirando.
Al ser un camaleón, Espio pudo enfocar más y más hasta que logró ver al trío de héroes, entonces se sorprendió tanto que dio un pequeño salto y su jefe lo tomó por lo hombros.

—¿Que fue lo que viste? —susurró.

—Sonic y sus amigos están allá, entonces supongo que su reacción fue esa por Tails.

—Eso quiere decir que... —se detuvo Charmy antes de mencionar su conclusión y los tres miraron a Shadow.

—¿¡Estas enamorado de Tails!? —gritó el cocodrilo.

—¿Que? ¡Claro que no! —dijo el erizo sonrojado a tope y muy furioso.

—¡Vivan los novios! —gritó Charmy mientras tiraba confeti salido de la nada.

—¡Cállense ya! —Shadow desapareció en un abrir y cerrar de ojos usando chaos control.

—... Rayos, el sospechoso se fue y no acabamos de hacerle las preguntas —dijo Vector decepcionado.

Alejado de los Chaotix, pero algo cerca de Tails, el erizo ideaba que hacer para no parecer demasiado extraño, o parecer que estaba vigilando a que el zorro llegara.
Comenzó a caminar lentamente, sentía desmoronarse con cada paso, sus mejillas ardían del gran sonrojo y creía que sus piernas en cualquier momento lo harían caer.
Pero de reojo, Knuckles alcanzó a verlo, sonrió con malicia y lo saludó.

—¡Shadow! ¿Que te trae por acá? —y el erizo maldijo al equidna en su mente como nunca antes.

—¿Shadow esta aquí? Quería saber si me prestaba un par de sus zapatos. —volteaba Sonic.

El zorro volteó casi a la par de su mejor amigo y sonrió muy alegre al ver esas púas negras, se acercó para saludarlo también pero cuando Shadow lo notó se alejó de golpe y caminó hacia una calle contraria.
Y el trío quedó confundido por igual.

El zorro se quedó con los brazos tembloroso y sus ojos comenzaron a humedecerse, Knuckles lo notó de inmediato y lo tomó del hombro tratando de darle ánimos.

—Oh amigo, ¿que sucede? —Sonic se se agachó un poco para mirar al zorro, pero no tenia palabras y apretaba sus labios para no llorar.

—Bueno, recién Rouge me dijo que, aparentemente, Shadow siente algo por Tails y creo que Tails también lo siente. —trajo a  su amigo hacía su pecho para que pudiera desahogarse.

—Rayos, y eso fue bastante grosero. —acarició la cabeza del zorro —Ya sabes como es Shadow, solo es un gran cabeza hueca con complejo de superioridad, y la verdad creo que eres demasiado buen chico para el.

El zorro se separó del abrazo de Knuckles y limpió sus lagrimas.

—Gracias chicos, supongo que solo me hice ilusiones muy rápido. —soltó un suspiro y los tres continuaron caminando.

Mientras que el erizo de púas negras era un completo desastre en su casa. Una parte de él decía que aquel enamoramiento estaba prohibido, que no era posible rebajarse al nivel de aquel zorro y que si sus sentimientos seguían creciendo, debía destruirlo a toda costa.

Pero otro lado le decía que debía amar sin preocupaciones ni temores, de verdad quería compartir el resto de su vida junto a ese pequeño, ese que le parecía tan tierno, que también era muy dulce y sincero.

Daba vueltas por todo el lugar, tratando de calmarse y dejar de sobrepensar, pero sentarse un momento en el sofá lo hizo guardar la calma solo un poco.
Ahora no dejaba de pensar en amarlo y hacerle daño al mismo tiempo, cosa que sabia, no era nada sana, pero su mente no le daba más opciones.
Necesitaba ayuda.

Saccharine [Shadails] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora