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—A ver, sigue respirando profundamente.

Shadow acabó optando por ir a la casa de su mejor amiga para pedir consejos aunque casi nunca los tomaba en cuenta.

—Te juro que me va a explotar la maldita cabeza y todo por culpa de ese imbecil. —tumbado en un sillón, dijo mientras temblaba. —Te juro que me da mucho asco, hasta me da náuseas, desearía tirarle agua hirviendo encima para que desapareciera de una vez por todas.

—Ay eres un exagerado. —lo miró de muy mala manera —Enserio no veo la excusa para seguir negando tus sentimientos.

—Lo repito, soy la forma de vida definitiva, no tengo tiempo para algo como los sentimientos, y mucho menos sentimientos dirigidos hacia un estúpido e inferior zorro fenómeno.

—Eres muy malo con Tails de verdad. —dio un sorbo al té qué terminaba de prepararse —Con lo tanto que te quiere para que lo trates así de horrible.

—Espera, ¿enserio el me quiere? —se levantó rápidamente y sus ojos brillaron.

—... Creí haberte dicho que era obvio.

El erizo cayó nuevamente de espaldas contra el sillón, mientras se llevaba las manos al rostro, sonreía y daba vueltas de un lado el otro

—¡Le gusto a ese pequeño tan lindo! —dijo en celebración mientras que la murciélago seguía sin entender que sucedía con su amigo y sus extraños cambios de humor.

En otra parte, Sonic, Knuckles y Amy se reunían para crear un plan para poder acercar a esos tortolitos.

—Repasemos una vez más, debemos decirle a Rouge que lleve a Shadow al parque, ustedes se encargarán de llevar a Tails. Citarán a ambos en el mismo lugar pero ninguno llegará, por lo que deberían verse obligados a pasar el día uno con otro. Yo estaré cerca vigilando que todo vaya de acuerdo al plan, si alguno trata de escapar tendré que interferir. ¿Esta claro?

Los dos contrarios quedaron un poco confundidos, se miraron mutuamente pero asintieron.

—Solo quiero avisar, la próxima vez que Shadow haga llorar a Tails se las vera conmigo, no importa que sea mi amigo, todo el mundo sabe que Tails es como mi hermano. —dijo el erizo de púas azules.

—Ah por eso no te preocupes, creo que todos haríamos lo mismo. —dijo Amy y Knuckles asintió.

—Ahora solo queda pensar en un idea para citar a Tails en al parque y que nosotros no lo acompañemos, siempre nos acompañamos en todo, entonces puede parecer extraño. —dijo el equidna y los tres se pusieron a pensar un rato más.

Cuando finalmente tuvieron la idea, Amy mensajeo a Rouge para contarle del plan que tenían, la murciélago claramente aceptó mientras seguía tratando de entender a su amigo, así que tuvo la mejor excusa para que fuera.

—Bueno, se me ocurre algo mejor para tus penas del amor. —la murciélago voló hasta su amigo —¿Que te parece ir mañana al parque para ponerte aprueba con algunas cosas y luego poder saber que hacer contigo? Llegarías allá tu solo y yo llegó después porque debo pasar por unas cosas para tus pruebas.

El erizo se extrañó demasiado, pero como nunca sabia que ocurría en la mente de su amiga, excedió fácilmente.

Al siguiente día, Shadow llegó puntualmente al parque y se sentó justo en el lugar donde Rouge le dijo, segundos después llegó Tails, iba tan distraído arreglando una de sus maquinas que no se dio cuenta junto a quien se había sentado, hasta que se dio cuenta de la presencia contraria y miró.

—Ah... Hola. —saludó el zorro —Mis amigos me dijeron que haríamos un picnic y que pasarían por la comida, así que supongo que no tardan en llegar, no te molestaré mucho tiempo.

El erizo quedó paralizado, con la respiración acelerada y el corazón todavía más.
Tails se preocupó un poco, así que miró la mano de Shadow sobre la banca, por lo que acercó la suya y la acarició suavemente, el erizo sentía que en cualquier momento se iba a desmayar.

—Ya tranquilo, todo esta bien. —continuó con las caricias, así que el erizo tomó aire y por fin habló.

—¡Basta! —alejó su mano —Es que no es posible que seas tan tierno todo el tiempo, ¡debería ser un crimen!

Y en un movimiento rápido, el zorro tomó con una mano el rostro del contrario y comenzó a acariciar su mejilla, trataba de calmarlo.

—Tu también eres muy lindo. —comenzó a acercarse lentamente, pero el erizo sabía lo que estaba apunto de ocurrir, por lo que tomó del hombro al zorro para detenerlo.

—Ay no puede ser, hasta parece que lo arruina a propósito. —dijo Amy para si misma, mientras vigilaba desde un arbusto con unos binoculares.

Tails apartó su mano y lo miró atentamente, parece que quería decirle algo así que no quería interrumpirlo.

—¿Enserio crees eso? ¿O solo lo dices por lástima?

—Oh Shadow, ¿crees que bromearia con algo así contigo? No soy Sonic para hacer eso.

Volvió a tomar su mejilla, pero esta vez el erizo no se apartó, solo comenzó a disfrutar del suave tacto.
Tails podía sentir la alta temperatura de su rostro, cosa que le pareció adorable, así que empezó a acariciarlo lentamente.

Sus ojos se encontraron, admirando el brillo y color del contrario, maravillados mutuamente. Tails sonrió inconscientemente, y esto encantó aun más a Shadow, se acercó a su rostro, estando a unos muy pocos centímetros uno del otro, besó una de las mejillas del zorro.
Después, agachó la mirada y rió un poco.

—No puede ser, ¿qué rayos le hiciste a mi corazón para tenerme así de idiota? Me siento asustado por esto y hasta quiero gritar del miedo, ¿fue a caso obra de alguno de tus inventos? —alzó la mirada y continuó sonriendo.

—No, además de que hiciste lo mismo conmigo, y puedo cuestionarte también, ¿a caso usaste alguna esmeralda para esto? —rió un poco.

—No, en lo absoluto.

Tomó al zorro de la cintura y lo acercó para envolverlo entre sus brazos, lo acercó hacía su pecho y a la par cerraron los ojos. Shadow disfrutaba tanto el aroma a menta y Tails el olor de lavanda.

El erizo juraba que su corazón explotaria y deseaba que el zorro recogiera todos lo pedacitos, los guardara en un frasco y lo admirara por siempre.
Mientras que Tails solo pensaba en lo suave que se sentía el pelaje de su pecho, quería hacer una comparación, pero ni las plumas de las aves o el algodón más suave podían acercarse a tal textura, por lo que solo continuó disfrutando del momento.

Amy celebraba detrás del arbusto mientras mandaba un mensaje a sus amigos para contarles todo lo que había sucedido.

Saccharine [Shadails] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora