꧁꧂❦︎𝑃𝑆𝑌𝐶𝐻𝑂❦︎꧁꧂

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- Ya habían pasado 3 meses desde el fallecimiento de Seulgi, sus compañeros de clases se veían serios y tal vez tristes, que idiotas, pensaba Jungkook, ¡Se lo merecía! Solo murió y ya está, la vida sigue, muy intensos para su gusto.

- La profesora de Matemática explicaba su tema planeado y escribía en la pizarra de tiza varias veces.

- No le estaba poniendo atención, solo miraba directo a la ventana, pensando en aquel lindo chico de la cafetería que quedaba cerca, solo en eso piensa...

- Deseaba mucho ser su amigo o tal vez algo más, entablar una conversación, enamorarse lentamente y cuidadosamente, tener esos rosados labios tocando con los suyos que eran un poco palidos. Simplemente creía que se había enamorado de ese precioso camarero.

- La campana que significaba la salida definitiva de ese infierno había sonado, levanto su mochila de el piso y guardo sus cosas mientras la profesora decía que tuviéramos un excelente día y también mucho cuidado.

- Estaba en la cafetería, repitiendo su mismo trabajo de siempre, no mucha gente estaba llegando, porque tenían mucho miedo de salir y no regresar vivos.

- Los entendía perfectamente, Nayeon, su amiga, todavía seguía afectada por lo de Seulgi, ya no hacía su trabajo como antes, con una sonrisa muy bella dando entender que le gustaba su trabajo y derramando amabilidad por todos lados. Siempre con sus ojos vidriosos y rojos de tanto llorar y muy seria.

- Realmente triste para ella.

- La pequeña campana que estaba arriba de la puerta había sonado, los estudiantes de la secundaria que quedaba cerca entraban, muchos de hecho, solo a estos tipos de clientes venían después de todo.

- Y ahí estaba el, aquel chico de lentes serio de la otra vez que se le había hecho muy lindo, se veía muy amable y responsable, un chico que no le haría daño ni una mosca.

- Se sentó en la misma mesa de siempre a ver la ventana como los días anteriores que había venido, agarró rápidamente el menú y se dirigió a la mesa.

- Buenos días joven, ¿Qué va a ordenar?- sonrió lindamente.

- Jungkook, levantó su cabeza y se encontró con el chico de su sueños, con una bella sonrisa adornado con sus pequeños hoyuelos, simplemente, precioso.

-No sabía sí lo que iba a decir sería buena idea preguntar, tal vez iba a cometer alguna estupidez, pero quería hacerlo desde hace mucho tiempo.

- Quería decirle a ese chico lo cuanto que quería salir con el.

- Invitarlo a salir, tenerlo aún más de cerca, olerlo, acariciarlo, besarlo, hacer de todo para que nunca lo tocaran, el solo le pertenecía y no quería que nadie lo viera más.

- El ya se acercaba hacia el con la cuenta en mano, esto era ahora o nada, sería un impulso demasiado grande.

- Aquí esta su cuenta.- vio que le había sonreído, hacía que se sonrojara y que temblaran sus manos, se iba a dar la vuelta para marcharse hasta que mi voz hizo que se detuviera.

- Espera.- dije y el se volteó impresionado.

- Disculpe.

- Quisiera preguntarte algo.- se había puesto un poco tímido y nervioso.- Q-quiero preguntar ¿Sí quieres salir conmigo?

- ¿Eso significa una cita?- dijo sonrojado, se miraba como un pequeño muñeco de porcelana, lindo y tan frágil.

- Sí, una cita.

- Okey, sábado a las 3:00 PM en el parque, te espero ahí.- y finalmente se fue.

- ¿Que había hecho? Hoy ha sido unos de los mejores días de su vida, aparte de los días que había cometido todos sus homicidios.

- Se fue feliz de aquel lugar, y sin pagar la cuenta, nadie se había dado cuenta, ya que Nayeon seguía en su tristeza profunda, la señora Im estaba en la cocina, los demás empleados trabajando concentradamente y un Hoseok feliz y posiblemente un poco flechado con la apariencia de un tomate.

Desde hace mucho tiempo que no actualizo y que mejor en este día y fechas felices, así que, aquí está, espero que les haya gustado mucho.

-K00LORES.