CAPÍTULO 3. EL DESPERTAR DE LA CURIOSIDAD

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ADVERTENCIAS: EN ESTE CAPÍTULO EXISTIRÁ LENGUAJE DESPECTIVO CONTRA LOS HOMOSEXUALES, VIOLENCIA FÍSICA Y PSICOLÓGICA Y PREPOTENCIA. LEER BAJO SU PROPIO RIESGO♥


CAPÍTULO 3. EL DESPERTAR DE LA CURIOSIDAD

La noche siguió marchando de lo más normal en aquel bar atiborrado de gente, Vegas observaba a cada uno de los chicos que danzaban en la pista luciendo su sensualidad. Un chico delgado y con apariencia delicada se acercó hasta el lugar de Vegas y bailó agitando sus caderas, los dos se miraban con deseo, sabían lo que el otro ansiaba.

Vegas lo señaló con el dedo y le indicó que se acercara, el chico, quien lucía un año o dos más joven que él, rápidamente se aproximó y se sentó en su regazo y vorazmente comenzó a besar al codiciado Vegas, quien, lujuriosamente deslizó las manos por su trasero y las metió en su camisa para palpar la piel de la espalda ajena. Era tan suave al tacto.

Extrañaba esta sensación, aunque no hubiera pasado mucho tiempo de que tuvo sexo, ese vacío solo desaparecía por poco tiempo. La calidez de otro cuerpo desvanecía el frío del desprecio que recibía diariamente, así que siempre ansiaba más, anhelaba que aquellos jadeos acallaran a todos sus demonios interiores.

Deseaba a este hombre que también lo deseaba.

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Vegas observó aquella espalda blanca lucir de un rojo brillante al ser arañada con tanta fuerza. Las marcas tardarían en irse, pero de nuevo ese vacío volvía con potencia, ¿por qué el sexo ya no era tan divertido como antes? El chico lo había complacido y había satisfecho su deseo, sin embargo, algo faltaba. Se levantó de la cama y comenzó a recoger su ropa y pertenencias.

—Phi, dime tu nombre... quiero volver a verte.

—Me llamo Vegas, pero no te vuelvas un fastidio. No me gustan los mocosos que se obsesionan conmigo, ¿comprendes? —le advirtió amargamente. El chico sintió escozor en sus ojos, comprendía su lugar en aquella situación, pero no esperó que le hablaran tan duramente.

—Me gustas de verdad.

—No metas esa mierda en nuestra situación. No me interesa tener una relación con nadie, si solo quieres tener sexo, entonces puedo aceptarlo... pero si buscas algo más, será mejor que no vuelvas a acercarte a mí.

Las lágrimas bajaron rápidamente por las mejillas del más joven. Se sentía como un idiota por creer que un chico como Vegas pensaría en una relación. En este tipo de situaciones, las cosas eran claras desde un principio. El sexo era lo único real.

—Adiós.

Vio la puerta cerrarse y Vegas desapareció como el humo de cigarrillo que se desvanece en el aire. Aquella historia amarga solo sería una advertencia para el futuro, personas como él... ni siquiera les interesaba con quiénes se acostaban.

Vegas ni siquiera había preguntado por su nombre.

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Vegas seguía sintiendo una especie de agujero en su interior, esta clase de hueco parecía succionar su felicidad y ánimo, ¿quizá era el producto de una depresión prolongada? Estacionó el automóvil y bajo la ventanilla para poder fumar un cigarro y calmarse. El fuego le recordaba al interior de su mente, todo ardiendo con rabia, incendiándose sin control, arrasando con furia, advirtiendo de lo peligroso que sería estar cerca. Quería consumir, pero a su vez, necesitaba algo que lo detuviera, como una ligera lluvia que apacigua aquella furia.

SERENDIPIA (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora