Definitivamente la noche de strippers había sido un éxito, todo gracias a los meseros. La noche siguió como siempre, pero obviamente, algo había cambiado. Si Pete antes tenía uno que otro interesado sexualmente en él, después de esto... ya tenía todo un club de fans.
Vegas bebió de su vaso con amargura mientras veía a Pete acercarse con bebidas para Khun y compañía.
—¡Pete, me sorprendiste allá en el escenario! ¡Sabes cómo bailar! —lo halagó Tay mientras le daba un sorbo a su piña colada. Vegas volvió a beber de jalón su vaso y se sirvió otro trago de inmediato, no podía apartar sus ojos de la interacción entre Tay y Pete, el mesero le sonreía entre avergonzado y orgulloso de lo que había logrado.
—¡PETE ES UN ÁNGEL FUE ENVIADO A MÍ PARA HACERME GANAR MUCHO DINERO, NO SOLO ES AMABLE, LINDO Y BUEN MESERO...! ¡AHORA TAMBIÉN ES SEXY Y SABE BAILAR!
—Jefe, no diga esas cosas, me está avergonzando...
Vegas de verdad no podía soportarlo. No permitiría que esta clase de situación volviera a pasar, aún si tuviera que ahorcar a su primo o amenazarlo, no dejaría que Pete se mostrara frente a otros con esos movimientos tan sensuales.
Kinn por su parte estaba concentrado en la barra, Porsche desvergonzadamente había vuelto a atender a los clientes, pero sin usar camisa, al menos Pete había tenido la decencia de colocarse su camiseta con la que llegó a trabajar. Kinn, no volvería a permitir que este desastre ocurriera, así tuviera que extorsionar a su hermano mayor.
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Tankhun tenía una gran resaca el viernes por la mañana y escuchaba cómo daban de golpes en su habitación. Se levantó con pereza de la cama y abrió la puerta de su alcoba, torció la boca en una mueca al ver que se trataba de Kinn.
—Ay no, ¿qué quieres? Si son cosas del negocio, habla con Chan. —cuando iba a cerrar la puerta, su hermano menor metió el pie, aunque fuera a ser machucado en el acto y evitó que Khun cerrara la puerta.
—Escucha, esto es importante... vengo a pedirte un favor.
—¡De ti no quiero nada! ¡Largo de acá, tengo sueño y me duele la cabeza!
—¡KHUN, ESCUCHAME MALDITA SEA!
Era una pelea titánica para ver quién lograba cerrar o abrir la puerta, sin embargo, repentinamente la puerta fue abierta de golpe, ya que una tercera persona se unió a Kinn para lograr la meta de entrar a la habitación de Tankhun.
Vegas había empujado con tanta fuerza que Khun terminó siendo lanzado contra uno de sus sillones acolchonados, quedando hundido y con las piernas arriba.
—¡MALDITOS IDIOTAS, QUÉ LES SUCEDE!
—¿Vegas qué haces aquí? —preguntó agitado, Kinn. Vegas nunca los visitaba a menos que fuera para juntas familiares o hablar de los negocios que compartían. Lucía igual de ansioso que él, ¿qué demonios quería? —Bueno, lo que sea, tus negocios pueden esperar... lo mío es más urgente.
—¡A la mierda lo tuyo, Kinn! ¡Esto es más urgente!
—¡NO, a la mierda tú!
—¡Cállate, tus asuntos nunca son relevantes!
—¡A LA MIERDA LOS DOS! ¡No quiero escucharlos! ¡CHAAAAAAAAAAAAAAN! —Tankhun estaba haciendo una de sus rabietas que se clasificaba como "bandera roja", si no salían de allí, todos en la casa iban a sufrir de su berrinche.
—¡Salgan los dos de aquí, primero dejen que el señorito descanse y luego vienen a hablar con él! —Chan jaloneó a Vegas y Kinn y los sacó de la habitación, aunque se opusieron. Los dos caminaron hasta la gran sala de la casa Theerapanyakul y se miraron con rabia por un largo rato.
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SERENDIPIA (HIATUS)
Romance[Vegas Theerapanyakul es un hombre codiciado en la comunidad gay, ya que es reconocido por no enamorarse de nadie y de ser un buen amante sexual. Un día su primo Tankhun abre un nuevo bar en la ciudad y decide que este será su nuevo lugar de ligues...