MAX
Rosie, dice aquellas palabras, su cuerpo empezó a temblar y ella a llorar. Cuando levanta su cara veo lo pálida que se ha puesto, las lágrimas ruedan por sus mejillas y la abrazo fuerte. En este momento olvido que iba a hacer, la dirijo al interior de mi casa y la llevo a mi habitación. Su respiración se volvió entre cortada y todo indica a que se debe a un ataque de pánico. No se bien que sucede con ella o el origen de tal crisis. Pero no se ve bien, no se ha visto bien.
-Rosie, vamos respira-le aliento.
Ella copia el ejercicio de respiración que hago. Lo repetimos muchas veces. Minutos después ella se calma y deja de llorar, solo se queda observando a un punto fijo en el suelo.
-¿Se puede terminar con una persona que da todo por ti?-pregunta.
La observo, aún no se la razón del porque lo pregunta, pero asiento.-Si se puede, si no sientes nada por el.
—Pero cada vez que piensas en hacerlo el llegue con regalos y tu solo no puedes—dice.
En su voz se puede identificar la angustia que siente, no se cual sea la situación que esta pasando, pero realmente se escucha muy destrozada.
—Rosie, si no amas al chico no puedes estar con el. Debes amarlo de verdad para aceptarlo—le digo suavemente.
—Yo... No se como hacerlo, solo quiero que se aleje—ella trata de no llorar.
—¿Qué pasa con el?—me atrevo a preguntar.
—Lo acepte hace dos meses, nunca he estado segura de una relación. No sin antes amarme yo primero, tal vez fue por que mi papá me hace falta que quería amor de otra persona—suspira—sinceramente a veces no se por que hago las cosas y ahora solo quiero acabar con esto.
—Rosaline, no te presiones a estar en una relación cuando no estás bien.
—Lo se, pero no quiero lastimar a nadie—mira el suelo.
Puedo admirar su cabello rojo, levanta su mirada y veo sus ojos café y sus mejillas en un tono rojizo debido a que estuvo llorando. Ella era la imagen más linda que veían mis ojos.
—¿Has oído la palabra, Nankuraisa?—pregunto y ella asiente—. ¿Crees que con el tiempo se arregle todo? —pregunto, ella me observa y se encoje de hombros.
—A lo mejor—murmura—a veces no me tengo fe.
—Entonces te daré de la mía para que también puedas tenerte fe a ti misma—me acercó y acaricio su mejilla.
—¿Sabes?, mi cabello es teñido—me dice.
—Te queda muy lindo—le hago saber la verdad.
—Mi mamá quería que nos lo tiñeramos y eso hicimos—suelta una pequeña risa.
Desde que la ví por primera vez en el salón, supe que era especial.
ROSIE.
—Me gustaría poder acabar con la relación—le digo a mi psicóloga.
—No debes evitar amar, estas en una etapa donde mereces experimentar las situaciones de la vida.
—Lo sé, pero realmente siento que no es con el que debería de intentarlo, aparte quisiera estar preparada y tener autoestima—le digo.
—Ven, haremos una técnica—se levanta.
Me toma de la mano y me lleva frente a un espejo.
—Mira tú reflejo, ignora mi existencia y dime. ¿Quién es Rosie?—pregunta.
—Am.... ¿Una persona?—digo nada convencida.
—¿Una persona que...?—me invita a seguir.
—Que quiere salir adelante y ser alguien nueva—le digo mirando mi reflejo.
—¿Qué es lo que más te gusta de ti?—pregunta.
—Mis labios y ojos—respondo.
—¿Lo que menos te gusta?—vuelve a preguntar.
—Todo—murmuro.
—¿Todo?—pregunta—. ¿Sientes tu cuerpo muy sucio como para no gustarte?
—Si—digo en un susurro.
Mis ojos se llenan de lágrimas, hace mucho no me arreglo, no me alimento bien y tengo muchos ataques de pánico.
—¿Que debería hacer Rosie para sentirse bien?—pregunta.
—Supongo que centrarme en otras actividades, y empezar a ponerme linda.
—Exacto, eres una niña muy linda. Por muchos años reprimiste tantas cosas, al no hablar la ansiedad tomó el control de la situación—me explica—la ansiedad está aquí por que no has sabido dominar tus emociones, no te has desahogado. Verás que saldrás de esto poco a poco.
Asiento, salgo de su consultorio y por último del lugar. Camino por la calle mientras pienso en lo que me ha dicho, no me consideró linda, mi autoestima bajo mucho, y quiero subirla.
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Nankurunaisa «Con El Tiempo Se Arregla Todo» (Borrador)
Teen FictionLas lágrimas se apoderaron de ella... El la hizo sonreír... Ella quería morir... El la hizo feliz... Ella pensó que la tormenta duraba siempre... El le hizo recordar que con el tiempo se arreglaba todo...