Capítulo 05

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Rosie.

Terminó de regar las plantas del jardín, pongo la regadera a un lado del césped. Realmente no me gusta regar con manguera por que se desperdicia agua. En fin, me siento aún lado de mis girasoles.

—¿Pensando en como terminarlo?—pregunta Ruby acercándose.

—Algo así, me siento atrapada, como si no tuviese solución. Digo el quiere tener sexo conmigo pero yo no, siempre busca la manera para tocarme y me es incómodo; si pase por algo muy malo, pero tengo que superar eso y quererme a mi misma—le digo—me agobia, solo quiero que acabe.

—Tiene veintidós años, piensa con madurez y otras veces no, pienso de que deberías ponerle un alto.

—Ruby, le digo que no. Llegó al punto en que me da tanto miedo que no pongo resistencia—siento un nudo en mi garganta.

—Entiendo—murmura—, por cierto ahí está Max.

Asiento y camino a la sala, no se que viene hacer aquí,ahí lo veo sentado mirando alguna cosa en su móvil.

—Hola—saludo.

—Hola, lo siento por no avisarte es que imaginé que no has hecho las tareas y vine a prestarte para que las hagas—me dice apenado.

Siento mi cara caliente, tal vez estoy roja en estos momentos, pero quien no lo estaría cuando alguien a quien acabas de conocer te trae las tareas.

—No es necesario—le digo.

—Solo sería pasarlas, no te preocupes cada necesites ayuda vivo cruzando la calle.

—Max, enserio no es necesario—le digo apenada.

—Y te digo, que no importa—spnrie.

Va a la puerta y abre, me veo al espejo y estoy roja.

—¿Quién eres?—pregunta la voz de mi novio.

Dejó los cuadernos y voy a la puerta.

—Amigo de Rosie—contesta Max.

—Si, el es mi amigo—le digo.

—¿Desde cuando puedes tener amigos?—pregunta el.

—Desde el momento en que naci y fui libre de tomar decisiones. Así que no vengas a decir que desde cuando puedo hacer algo o no—le espeto furiosa.

—Amor... Yo—intenta decir.

—Por favor, vete—le pido—adiós, Max.

Me despido y voy a mi habitación a tan simple vista, mi novio se puede ver celoso y eso. Sin embargo, ha sido dulce conmigo , me ha ayudado en lo que puede incluso cuando Boo se enfermo dejó que los gastos corrieran a su cuenta. Me da consejos, pero a veces siento que de tantas cosas que me da va a querer algo más de mi, algo que no puedo darle a el.

Doy un suspiro, simplemente a veces no se que hacer y todos estos días no sabría como terminarlo u algo así, siento que estos últimos tres meses he estado viviendo una mentira, una horrorosa mentira.

               ▼△▼△▼△▼△

Al pasar una semana me encuentro en el jardín con Max, jugando Monopoly. Se siente tan bien ganar por tercera vez y que el premio que he recibido fue una barra de chocolate.

—Rosie, deberías quedarte a cenar—me dice la señora Clara, la mamá de Max.

—No es necesario—le digo amablemente.

—Le caes bien, de hecho quiere pasar más tiempo contigo—me dice Max mientras recoje los objetos.

—Vaya—sonrió—usted me cae demasiado bien, es una gran vecina.

—Tu igual cariño—dice amable.

Iba a aceptar quedarme a comer con ellos, pero las palabras me las interrumpió el sonido de la notificación de un mensaje de un número desconocido. Entró a mi chat y veo que me han enviado un video, después de este un audio y por último un mensaje que decia.

Mientras t kiere bajar la luna i las estrellas a mi me folla riko.

Justo en ese momento solté una risa, ya que el mensaje me parecía tan incoherente, y con tanta falta de ortografía que me estreso, recibí otro por su parte.

Estaremos en el motel exotic x si kieres benir.

Tuve ganas de contestarle y darle el consejo que mejorará su ortografía. Pero me estoy debatiendo entre abrir el mensaje y el video, tengo miedo con lo que me pueda encontrar.

—Rosie, ¿pasa algo?—pregunta Max preocupado.

Asiento y le muestro los mensajes.— Supongo que debería oir y ver que esta pasando.

Y procedo a abrir el video, este era un video de una chica que estudio conmigo, estaba con mi novio mientras hacían cosas muy comprometedoras, me quedé impactada más en una parte donde en vez de decir el nombre de la chica, dijo el mío.

Procedo a abrir el mensaje de voz.

—No Sophia, quiero estar junto a ella ,pero es un obvio que jamás me abriría las piernas como tu lo haces.

Mi mente en ese momento empezó a pensar súper rápido, era mi oportunidad.

—Max, necesito que me acompañes.

—¿A donde?—pregunta.

—Solo necesito que lo hagas—le digo desesperada.

El le avisa a su madre, trae las llaves del auto con el. Subo al asiento de copiloto y le indicó el lugar donde debemos de ir. Al llegar nos estacionamos, rato después vemos entrar a la parejita.

Unas tres horas después salen, y aprovechó para bajar, me acercó rápidamente a ellos.

—¡Hey!—exclamó.

—Rosie—dice mi ahora ex pareja.

—No digas nada y escucha—le digo—. No te vuelvas a acercar a mi, ignora mi existencia como yo aveces ignoro la tuya, estuve estos tres meses con una persona que mostraba un lado conmigo, y tenía otro con alguien más . Si no te voy a abrir las piernas ni a ti ni a nadie—lo apuntó—estoy harta de vivir en una mentira, donde estoy más por gratitud que por decisión propia, sin amor. Adiós.

Me doy la vuelta, escucho como el me grita, Max estaba fuera del auto, me observa y entra. Yo también lo hago, de pronto siento una seguridad a su lado, un sentimiento de libertad y no de enojo por tener que ver a Steven, si no que me siento demasiado libre de publicar lo que quiero sin tener miedo que crea que es para el, de vestirme con algo corto sin que crea que quiero que me toque, sin estar incluso atrapada en mi propia casa.

Hizo cosas buenas por mi, pero no cambia lo mal que me ha hecho sentir, y ahora me daré ese tiempo donde yo me aprenda a amar a mi misma y a cerrar cada una de las heridas del pasado.

Nankurunaisa «Con El Tiempo Se Arregla Todo» (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora