- Aquí voy, mantén la cordura -. El nervioso chico estaba enfrente de la puerta del albino, amenazaba con tocar el timbre, más no se atrevía.
- Me doy pena... Yo soy alguien seguro de sí mismo, pero estamos hablando de Atsushi, él me debilita, ¡es la verdad! ¡Dios me valga, este chico me deja sin palabras! - Luego de esa pequeña reflexión consigo mismo, respiró hondo, se arregló un poco más (si es que era posible) y finalmente, tocó el timbre.
El timbre sonó, a los segundos la puerta fue abierta, no tardó en salir un distinguido albino de su casa, encontrándose cara a cara con el azabache, quién aguardaba con el corazón en la boca, más no había manera de notarlo.
- Aprovecha tus encantos, Akutagawa, ¡tú puedes! - Se daba ánimos a sí mismo para saludar, pues ni él ni Atsushi decían algo. No hacían más que mirarse los rostros.
- Salut, mon Cher. - Saludó con un sofisticado francés, acción que pilló de imprevisto al albino.
Atsushi se rió. - Je ne parle pas français... - Le respondió, con un francés algo torpe y forzado. - Lamento decirte que sólo sé decir esa frase en francés...
- Idiota, me jodes el momento. - Bufó molesto Akutagawa y se cruzó de brazos.
- Ay, lo lamento, querido. - Se disculpó sarcásticamente.
- En fin, ¿Vamos? - Le preguntó Ryunosuke demostrando confianza.
Atsushi se agarró de su brazo. - Vamos. - Respondió con la misma confianza del contrario.
- ¿A dónde es que vamos? - Preguntó curioso Atsushi.
- A nuestra cita. - Le guiñó el ojo y siguió su camino.
El rostro del albino se encendió, decir que estaba sorprendido era poco. Quizás le dará un ataque cardíaco. - ¿Todas las amistades hacen esto? - Se preguntaba incrédulo. - ¿C-cómo dijiste? - Titubeó un poco.
El azabache soltó una risita. - Me escuchaste bien. Eres fácil de poner nervioso, ¿eh? - Le guiñó un ojo y le dedicó una sonrisa de galán.
Atsushi explotaría, no llevaban ni la mitad de la salida y Akutagawa estaba más coqueto de lo normal, lo cierto es que no le incomodaba, pero cada vez lo ponía más confundido, sin embargo, no quería que dejara de comportarse así, mejor dicho: quería que continuara, por lo tanto recurrirá a sus propios medios.
- Sólo si se trata de ti. - Dijo con seguridad e intención de provocar un sonrojo en el contrario.
El helado corazón de Akutagawa multiplicó su latir con sólo escuchar esas 6 palabras. Se quedó sin nada que decir. Por lo tanto, fingió toser para posicionar su mano en su rostro, ocultando lo más posible el rubor de su cara. - Ha-hablas demasiado. - Fingió indiferencia. De inmediato Atsushi notó que fingía.
- ¿Dónde quedó su seguridad, caballero? - El albino era quien coqueteaba ahora.
Akutagawa sintió su orgullo ser tocado, pero a ver, esta salida nació por las palabras del albino que sonaron en su cabeza todo el día anterior "¿Aprecias más a tu orgullo que a mí?" No permitiría que su orgullo actuara por sí mismo.
- Me la han debilitado tus palabras. - Dijo mientras mostraba una sonrisa totalmente digna de apreciar, esa sonrisa que Atsushi no se cansaba de admirar, esa sonrisa que cada vez que la mostraba sentía una explosión dentro de sí mismo, esa bella sonrisa que le derretía el corazón.
Ambos se miraban en silencio con el corazón en la boca, sin detener su andar. Podían ver el gran sonrojo que se formaba en el rostro del otro, sentían una gran corriente eléctrica recorrer entre los dos al tener sus miradas profundas sosteniendo la contraria, era como si el tiempo se detuviera para los dos chicos.
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Sway With Me || Shin Soukoku
FanfictionAkutagawa Ryunosuke no quería bailar con Higuchi Ichiyō, su instinto actuó por sí solo y eligió a un albino que jamás había visto en su vida. Eso abriría las puertas a muchas cosas que jamás imaginó sentir, a él y a Atsushi. - No prometo lemon, pero...