Capítulo 8

25 2 0
                                    

La mañana era apacible. Alya había despertado un poco antes de lo común pues tendría que hacer un milagro para minimizar las bolsas negras que residían debajo de sus ojos.

No había tenido un sueño muy ameno debido a su emoción por lo que haría hoy, por fin tendría una conversación decente con aquel erudito, al final la persecución le había servido de algo y no solo había pasado penas.

Después de salir de la cama tenía el cabello hecho un desastre así como sus mejillas con saliva reseca producto de haber dormido con la boca abierta, acercó el dorso de su mano para limpiar los restos que se encontraban en la comisura de sus labios para proceder a tallarse los ojos.

–Un buen café es lo que necesito para revivir, nada que no solucione la cafeína– exclamó bostezando para saltar de la cama y dirigirse al baño. En cuanto terminó de hacer su rutina mañanera bajo corriendo las escaleras.

–Alya ten cuidado, aún llevas puesto eso –señaló con la mirada el cuello de su hija – y ni así te proteges un poco.

–Buenos días para ti también –Alya se acercó dejando un casto beso en la mejilla de su progenitora para comenzar a preparar su café. – ¿Valentina ya está lista? Debo llegar un poco antes a la escuela.

–Wow Wow Wow ¿Qué pasa aquí? Alya bajando antes que yo para ir a la escuela muy sospechosa –entrecerró sus ojos poniendo las manos en su cintura – ¿Te caíste de la cama acaso?

–Déjala hija, al parecer ya está formando un nuevo hábito para ser puntual.

–Aquí hay gato encerrado mamá mírala su rostro irradia sospecha y emoción, así que tramas algo –la pequeña niña frunció el ceño en tiempo que escaneaba de pies a cabeza a su hermana –Sea lo que sea averiguaré todo.

–Tal vez más tarde cielo toma tu desayuno y nos vemos en 5 minutos afuera en el auto la que no esté lista se queda, ni un minuto más ¿entendido?

– ¡Si mamá! – ambas chicas afirmaron con tono militar llevando su mano a la frente.

Durante el camino un silencio sepulcral invadía el automóvil, de fondo solo estaban las noticias mañaneras que sonaban en la estación de radio un viaje en calma hasta que la señora Caley decidió romper el hielo

–Alya respecto a lo que dijo tu padre, no era su intención él nunca está aquí y no me correspondía a mi hablarle acerca de eso mucho menos porque realmente no sé qué fue lo qué pasó entre ese niño y tú.

–No te preocupes por eso ma, pero creo que la disculpa no te corresponde a ti – continuó viendo por la ventanilla del auto.

Últimamente al parecer los viajes a la escuela o específicamente los viajes en automóvil se habían convertido en una especie de "juntas familiares" para abordar todos los temas incómodos que no hablaban en casa aunque era extraño le hacía mucho sentido ahora inclusive se veía diciéndole a su mamá que se casaría o que estaba embarazada dentro del auto de camino a no sé dónde o en algún futuro tal vez hasta confesándole un crimen en tanto que fuesen de camino al súper aunque analizándolo bien Alya no tendría escapatoria así que saltaría del auto en movimiento o podría esperar un semáforo en rojo para escapar ya que su osadía no daba para eso.

–Mami no crees que Alya trama algo tan solo mírala, se levantó temprano e inclusive ¡SE BAÑÓ! El cielo podría caerse hoy –Valentina exclamó saltando en su asiento

–Vale cálmate estoy manejando ¿Quieres que tengamos un accidente o qué? –respondió la señora Caley con la vista fija al camino. –Puede que solo sea un nuevo hábito ya te lo dije.

–Piensa lo que quieras pero esta niña se va a ver con su ex.

–No voy a regresar con mi ex así que dejen de hablar como si no estuviera en el auto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 02, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

AnathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora