KISSING IN THE MOONLIGHT || Kokushibo

𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎

Solo bastó con un movimiento de mano de parte de su amo para que todo su cuerpo se viera sometido a un dolor infernal e inexplicable provocando que cayera sobre sus rodillas en el frío suelo.

La sangre salía de su boca e inútilmente con su mano trataba de arremediarlo, su cuerpo temblaba por el dolor ocasionado mientras en su piel se veían las grietas con sangre de querer romperse, pero su preocupación era una más fuerte que su mismo dolor.

— Mi señor.... — habló con dificultad hacía el rey de los demonios frente a él.

— Como es posible que una simple humana te haya hecho tan débil — interrumpió enojado mientras con una de sus manos te tomaba fuertemente del cuello sin dejarte respirar.

Tratabas de zafarte de su agarre, pero su fuerza era demasiada a comparación con la poca que tu tenías.

Tus pies no tocaban el suelo y eso hacía más complicado el que tu respiraras por lo que la desesperación y tus lágrimas no habían tardado en aparecer.

La luna superior había tratado de ponerte a salvo cuando sintió la presencia de su amo, pero esta vez no resulto muy efectiva como las demás veces.

— No puedo darme el lujo de perder a mi mejor demonio, Kokushibo — dijo y con fuerza te tiró al suelo cerca del demonio quien se podría decir que era tu pareja — recuperarás mi confianza, si tu mismo la matas — sentenció con su mirada puesta totalmente en el demonio arrodillado por el mismo dolor.

Dabas fuertes boconadas de aire para poder recuperarte de todo el aire que habías perdido en el agarre de aquel ser de mirada roja y peligrosa, mientras que tus sollozos no se iban al igual que el miedo.

Todo tu cuerpo temblaba de miedo por la situación que solo en unos segundos ocurrió, de un momento a otro había sido que tu cuello se encontraba en la mano de oji rubí y entraras en pánico al no saber lo que era.

Cuando regulaste tu respiración miraste al demonio que había sido dueño de tu cuerpo, alma y de todo tu ser.

Viste en su mirada el miedo que tenía y tal vez arrepentimiento de arrastrarte con él en todo este tiempo.

Supiste que de esto nada bueno saldría y que al menos uno de los dos no saldría con vida.

— Mátala — ordenó y tu cuerpo se tensó — Si no lo haces, me daré cuenta de tu traición y ambos morirán. Ahorrame de tener que deshacerme de mi mejor demonio — agregó y después de eso se marchó, dejándote solo con el demonio.

— Kokushibo... — te acercaste poco a poco arrastrandote a él queriendo olvidar un momento el miedo de todo lo que estaba pasando.

Por primera vez en todo el tiempo que llevabas con él viste que las lágrimas salían de sus ojos, no se movía y ni respondía, solo su mirada estaba fija en el suelo mientras se recuperaba del dolor.

Te acercaste a él para poder sentir el calor que ni siquiera un humano te pudo haber dado, sin embargo, él seguía sin moverse, tenía miedo de esto y desde un principio lo supo, pues estar con él conlleva a correr mucho peligro.

Salió de sus pensamientos momento después al sentir como temblabas y llorabas en su pecho.

Te rodeó con sus brazos sin querer alejarse de ti o sin querer hacerte algo, no quería pensar que talvez ese abrazo sería el último que te daba.

Aunque tal vez si sería el último.