Una simple mortal como tú hace que el corazón de un demonio fuerte y temido se ablande y a pesar de que no deberían estar juntos el amor florece de una u otra manera.
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Universo de Kny
Kokushibo x Lectora
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✸ No se permiten co...
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Disfruten <3
El demonio no respondía, se mantuvo más en silencio de lo normal, su alrededor se tornó tenso y se mezcló con la ligera oscuridad que había en la sala, mientras sentía como su brazo ardía por los rayos del sol que lo habían alcanzado a quemar. Su regeneración estaba tardando y lo desesperaba, pero todo se debía a que no se había alimentado desde hace varias noches, no se había dado cuenta de cuantas hasta este momento.
Tus dedos temblaban y ejercían un poco de fuerza en los bordes de tu kimono entre-abierto en la parte de tu cuello, tenías miedo a pesar de querer ayudarlo, pero es un demonio y si él quisiera, podría matarte aquí mismo para alimentarse, el temblor en tu cuerpo era producido por esa razón, agregando que su silencio te ponía tensa.
Pero repentinamente, sentiste como el demonio tomó bruscamente de los bordes de tu kimono y lo cerró, tomándote por sorpresa y abriendo de más tus ojos para verlo, ya que se había acercado a ti por dicha acción.
—No lo hagas. —espetó con seriedad, manteniendo aún sus manos en las orillas de tu kimono. Su tono de voz te sorprendió al igual que la expresión en su rostro, no eran muy agradables.
—P-pero Kokushibo-san... —murmuraste con preocupación, seguía sin regenerarse. Tragaste saliva para bajar la mirada, pero después, y armada de valor, posaste tus manos sobre las suyas, eran frías y el contacto te estremeció—, Déjeme ayudarlo, por favor...
Volviste a mirarlo, encontrándote con su rostro a escasos centímetros de separación al tuyo, él no volvió a hablar y solo te observó, mientras que tus nervios estaban a flor de piel.
Hasta que repente, sentiste como el demonio te sujetó de los brazos y en un segundo tu espalda pegó bruscamente en una de las paredes que hasta juraste escuchar como la madera crujió detrás de ti, cerraste los ojos con fuerza y por tu boca se escapó un quejido de dolor, acompañado del aire que había en tus pulmones, el golpe te sofocó.
Abriste lentamente los ojos para levantar la cabeza y verlo frente a ti, su altura era demasiado alta comparada con la tuya, te sentías muy pequeña a su lado. Kokushibo seguía sujetándote de los brazos mientras su cuerpo estaba relativamente cerca al tuyo, como si estuviera aprisionado tu cuerpo contra la pared. A pesar de que fuera un agarre simple para él, para ti te ocasionaba un poco de dolor, aunque al menos era soportable.
Te diste cuenta de su mirada sombría, una que te intimidó y te hizo plantearte una vez más la situación, no tenía la intención de herirte, no a ti, y por eso no cedió al principio, pero al parecer después de tu insistencia no se la iba a pensar demasiado, porque en realidad le urgía regenerarse.
El cosquilleo en tu brazo izquierdo y parte de tu hombro te erizó la piel, el demonio recorrió esos lugares con una de sus ásperas manos hasta que llegó de nuevo al borde de tu kimono de dormir, tomó una de las orillas y lo abrió, justo como tú lo habías hecho antes, dejando libre la parte suave de tu cuello y hombro, casi se podía ver el comienzo de tu pecho.
