壱 上弦 | 16 |

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A Muzan le estaba causando mucha intriga algo

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A Muzan le estaba causando mucha intriga algo.

El rey de los demonios, él, que podía saber lo que le pasaba a cada uno de los demonios que ha creado desde su existencia en este mundo, el que sabe sus ubicaciones, lo que pueden llegar a sentir, a quien o a que se enfrentan, siente demasiada intriga por algo en particular.

Claro que para esto anteriormente dicho hay una gran excepción para algunos demonios que se han mantenido en su rango más alto desde hace varios siglos, se trataban de las lunas crecientes.

Muzan los ha dejado con algo de libertad a razón de que no se han desviado de sus propósitos en todos estos años, los cuales principalmente son dos, buscar la flor llamada lirio de la araña azul que más anhela tener, y la otra, no dejar de devorar humanos, pues eso es lo que les da más fuerza.

La fuerza que ellos poseen es superior a la de los demás demonios, es lo que los caracteriza y lo que los clasifica en seis diferentes rangos.

Ninguno de sus mejores demonios, si es que así él les puede decir, ha dejado de lado la cuestión de seguir alimentándose por humanos en cada noche oscura.

No hasta ahora.

El sonido peculiar de un biwa retumbó de repente a su alrededor, todos sus desarrollados sentidos se activaron y los pasos que anteriormente daba sobre tierra ahora se encontraban sobre un tatami de patrones simultáneos y que reconoció de inmediato.

Kokushibo giró su cuerpo hacia su derecha para ver todo el lugar que lo rodeaba, esa fortaleza tan perfectamente estructurada y probablemente sin un final era lo que sus intensos ojos observaron, había columnas de pequeñas habitaciones que se movían y pasaban entre ellas para darle movimiento a ese lugar, el sonido que creaban las puertas de papel no era raro de escuchar porque estaba acostumbrado.

Esta vez su cuerpo se giró a su izquierda, sintió una presencia reconocida cerca suyo y fue fácil de darse cuenta luego de elevar la mirada, una mujer con un instrumento en sus manos se encontraba ahí y aunque su vista estuviera cubierta por su mismo cabello castaño sabía que lo estaba observando, dejándolo solo más desconcertado de la razón del por qué estaba aquí.

—¿Te sientes raro en este lugar? —una profunda voz hizo eco a su alrededor, esa misma voz le provocó a su pálida piel erizarse de repente, y como si fuera en automático, Kokushibo ya se encontraba sobre una de sus rodillas mientras que en la otra dejó reposar su brazo.

—Muzan-sama. —su superior estaba ahí, pero no detectaba específicamente donde, no hasta que el biwa de la mujer volvió a sonar y la estructura frente a él cambio. No levantó la mirada, porque si lo hacía, seguramente su cabeza saldría volando en pocos segundos—. No esperaba ser llamado por usted.

—¿Por qué? —la voz tosca de Muzan invadió sus oídos una vez más, pareciera que estuviera al lado suyo por lo fuerte que lo escuchaba—. ¿Acaso debo pedirte permiso para llamarte?

KISSING IN THE MOONLIGHT || Kokushibo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora