Una simple mortal como tú hace que el corazón de un demonio fuerte y temido se ablande y a pesar de que no deberían estar juntos el amor florece de una u otra manera.
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Universo de Kny
Kokushibo x Lectora
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✸ No se permiten co...
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— La situación en mi familia es un poco complicada... — comentó el chico cuando su conversación se dirigió a los asuntos familiares. Prestaste atención a lo que decía como en todo el camino lo estabas haciendo — Mis padres a pesar de que hablen bien con mis tíos su pequeña enemistad no los deja por completo llevarse bien... Eso llega a poner tensos los momentos —
— ¿Enemistad? ¿Por qué? — arqueaste la ceja confundida. El rascó su nuca con su mano y suspiró.
— ¿Recuerdas al otro chico que nos acompañaba el día que fuimos al restaurante? — preguntó. Luego de unos segundos asentiste al recordar vagamente al chico, él se refería al día en que por primera vez fue al restaurante con compañía de toda su familia — Él es mi primo, él y yo somos los únicos que podremos heredar la empresa de mi abuelo... — agregó fijando su mirada al atardecer del horizonte — Es por eso que nuestros padres se pelean por quien tendrá el puesto —
— ¿Y como sabrán quien tendrá el puesto? — preguntaste sin saber si le molestaría, pero no fue así.
— Bueno... Hay una condición que puso mi abuelo — respondió con una ligera sonrisa nerviosa — El quien contraiga matrimonio primero es quien lo tendrá —
— ¿Eh? ¿Enserio? — musitaste un poco confundida y él asintió — Vaya... Supongo que será algo difícil de poder conseguir ese puesto en tu familia ¿No? — dijiste al chico algunos años mayor que tú a tu lado — Espero puedas encontrar a una mujer con la que te puedas casar, aunque no creo que tengas problemas ¿Sabes?, Por lo poco que te conozco sé que eres alguien gentil y caballeroso —
— Oh si... Gracias, eso espero — respondió con las mejillas un poco rojas por tu comentario, sonrió suavemente y te miró de reojo — ¿Te gustaría seguir caminando? — cambió de tema.
— Me encantaría, pero la noche caerá dentro de poco y no quisiera llegar tarde a casa — negaste con una sonrisa triste.
— ¿Tienes a alguien que te espere en casa? — preguntó curioso volteando su mirada para verte y queriendo saber un poco más de ti.
— Eh... ¿Quizás? — respondiste no tan segura, Kokushibo estaba en tu finca la mayoría de las noches, pero no se quedaba ahí como para decir que vivía en ese lugar, eso era lo que tu creías — Aunque realmente no, vivo sola desde hace muchos años — agregaste sin entrar en detalles del por qué.
— Entonces déjame acompañarte — sonrió el de cabellos negros.
— Muchas gracias, enserio, pero no es necesario — negaste amablemente — Puedo regresar a casa por mi cuenta —
— Entiendo, no te preocupes — el chico no volvió a insistir ante tus palabras — Espero poder seguir viéndote, pronto serán las fiestas de invierno aquí y me gustaría que eso siguiera sucediendo —
