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Un hombre solo se mide por el poder que tiene en sus manos, dios los hizo de esa forma, hizo que el hombre fuera superior a cualquier otra criatura y que entre ellos se pelearan para ver quién era el alfa entre ellos.

Luego dios cometió el error de crear a la mujer y entre ellas llego Claudia Stilinski, literalmente una reina entre todos, poderosa como ningún otro, una luz de esperanza, una compañera ideal que no se limitaba solo a serlo, era el alfa y no podía ser permitido.

Deucalion, al igual que la mayoría de los hombres, sabe que merece ser el alfa más que aquella mujer, solo una chispa mal educada, una muñeca con bastante poder y poco respeto para su propio bien, él merece todo el poder para serlo... aunque no lo es.

Esa malévola mujer se dignó a tener un niño que pudiera suplantarla en su posición y nadie podía permitirse eso, mucho menos alguien como Deucalion después de todas las cabezas que ha pisado para estar en su posición.

—Pensé que serias cuerdo y lo matarías –Dice Deucalion acercándose hasta la puerta del calabozo, encerrar al rey en su propio castillo parecía poético y le daba más diversión de la que puede sentir en su cuerpo. —Eres un hombre listo y respetado, nadie te juzgaría, al final nadie lo conocía.

—Es mi hijo –Espeta furioso.

—¡JA! –Se burla su otro prisionero, Hale. —No era para ti más de lo que somos para Deucalion.

Si su olfato no le mentía necesitaba a estos dos hombres para conseguir lo que quiere y tampoco iba perder la oportunidad de tenerlos.

—Sermonéame cuando estés en mi posición.

Hale se levanta furioso y se acerca hasta Stilinski tomándolo del cuello y golpeándolo contra los barrotes. —¿Te atreves a decir que no comprendo lo que pasaste?

—Lo haces, pero no puedes juzgarme, yo sabía dónde estaba mi hijo, lo protegía ¿Tu qué puedes decir?

Parece que Hale está a punto de golpearlo, pero Deucalion se acerca más y eso es suficiente para que ambos recuerden que es lo que importa en ese momento.

—Sus hijos están a salvo, mayormente y el camino que están siguiendo los llevara justo a nosotros, no más mediocres en el poder, caballeros, por fin llegara el alfa.

Stilinski parece estar a punto de tener un ataque al corazón y Hale parece estar dispuesto a cometer dos homicidios, pero no se pueden mover, no pueden tocarlo, él tiene el poder.

—Tu hijo estará bien, solo quedara en un sueño eterno mientras todo en él es llevado hacia mí, tal vez puedan llevarte a verlo de vez en cuando, intentare limpiarlo antes de que llegues, no me gustan mis juguetes sucios.

El rey está a punto de golpear al alfa, pero Peter lo detiene, no tiene caso dejarlo herirse y caer ante las provocaciones del maldito imbécil.

—En cambio a ti, Hale, tú y tu sobrino se perdieron una cita con el fuego, no pienso dejar que se la pierdan de nuevo.

Noah necesita ambas manos para detener a Peter en ese momento, aunque sus celdas eran separadas y los barrotes golpeaban su cara no se atrevió a soltarlo.

No tendría sentido, solo se harían daño a sí mismos, tienen que esperar a que ellos no se equivoquen y se mantengan a salvo si es que pueden hacerlo.

Peter golpea las manos de Noah y se aleja de un golpe –Todo es tu puta culpa –Espeta furioso.

—Solo hice lo necesario para mantenernos a salvo.

Peter se ríe con sarcasmo y cierra sus labios con fuerza –Buen trabajo, me siento realmente seguro ahora, salúdame a Stiles cuando Deucalion lo tenga.

ALPHA MATE (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora