capítulo 4

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[Beomgyu]

Me recuesto de lado en la cama de mi habitación mientras espero por Taehyun. Me siento ansioso, pero sé que podemos hacer para mejorar nuestra relación y que vuelva a ser lo de antes.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al escuchar la puerta principal abrirse. Tomo mi abrigo rápidamente para salir a su encuentro.

— ¡Llegaste!— digo con emoción apenas lo tengo en frente.— Prepararé café, hace frio.

Ajusto mi abrigo y empiezo a arrastrar mis pies hacia la cocina.

— Beomgyu, ¿Qué querías decirme?

Detengo mi camino al oírlo y cambio de dirección regresando a él.

Taehyun tiene su mirada fija en el suelo, así que sujeto sus manos entrelazando nuestros dedos para llamar su atención, pero no funciona. Él no me está mirando.

— Sé que no hemos estado bien últimamente, pero podemos arreglarlo. Vámonos de viaje, Tae. Vamos a un lugar bonito, descansemos juntos, hablemos y para cuando hayamos regresado las cosas habrán mejorado para nosotros, ¿No crees?— la emoción desborda en cada palabra que pronuncio.

— Beomgyu...— susurra llamándome aún sin mirarme.

— ¿Umh?

Por fin, despega su vista del suelo, y me mira, sus ojos fríos de nuevo.

— Terminemos.

Apenas dice eso, suelto sus manos abruptamente.

— ¿Qué?

— Lo intenté, Beomgyu...pero ya no puedo más.

— ¿De qué hablas?— mis manos tiemblan ligeramente.

— ¡Quiero una familia!— exclama.—Quiero una esposa, quiero un hijo. Quiero una vida normal como los demás.

Mi respiración es irregular. Mi corazón duele. Puedo sentir las lágrimas acumulandose en mis ojos.

— No quiero esconderme. Sé que a ti tampoco te gusta esconderte. En las reuniones familiares o de trabajo no puedo presentarte como mi pareja, somos hombres después de todo.— Taehyun limpia suavemente las lágrimas que se resbalan por mis mejillas.— Hemos estado juntos durante mucho tiempo, te aprecio y quiero que seas feliz.

— Tú eres mi felicidad. Tú y yo somos una familia. ¿Por qué quieres otra?— sollozo mientras sujeto su mano acariciandola.

Él me sonríe, aunque no es una sonrisa genuina. Sus ojos están ligeramente rojos y se ve la tristeza en ellos, pero no hay arrepentimiento.

Él se acerca más a mi, acaricia con su mano libre mi mejilla y luego, deposita un beso largo allí.

— Adiós, Beomgyu.— susurra su despedida.

Mis manos que sujetaban la suya lo dejan ir lentamente. Quiero al menos guardar la sensación hasta el último toque.

Respiro con dificultad a causa de mi llanto mientras lo veo irse. Cuando la puerta se cierra, toco mi pecho por el dolor. Mis piernas se sienten débiles haciendome caer de rodillas.

Se terminó.

THIS LOVE - TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora