No sabe en donde tiene la cabeza cuando las gradas desplazables se hacen una con la pared del gimnasio, dejando el espacio suficiente para el próximo pandemónium.
De pronto hay mesas, carpas, sillas y tantas personas acabándose el espacio que parecía un centro de refugiados al borde del colapso.
La feria de universidades era de las pocas cosas académicas que hacían revuelo entre la sociedad estudiantil. Hawkins y como el resto de América, se llenaba de ellas a mediados del mes de noviembre, la preparatoria abierta más demanda se convertía en un campo de oportunidades y ansiosos sueños frustrados.
Y Chrissy, quien apostaba su mejor entusiasmo para ése día, había perdido. No podía estar más descabezada ésa mañana; tenía cólicos, le dolían los pechos y sus ideas estaban tan dispersas que quería vomitar involuntariamente.
Con un barrunto juicio que la estaba inquietando mucho desde el momento ansioso en que despertó a seis minutos antes de que pitara la alarma. Siente que se le saldrán todos los órganos por el pecho, pero lo justifica con la pretenciosa emoción que rodea la cede.
Ni siquiera se empeñó a ponerle gracia a ésa cosa cuando ya se estaba poniendo sus brillosos botines de charol negro y el espacioso vestido playero salió primero del armario. También intenta esconderse dentro de una chaqueta de mezclilla azul, después de todo cree que no fue una buena idea echarse a presumir en secreto que había olvidado (a propósito) ponerse el corpiño.
En su defensa, la prenda tenía copas extra. Pero seguía sintiéndose fatal. Expuesta.
La idea era verse como lo haría de la misma atípica forma una secretaria en viernes-informal, pero no lo logró bajo la impertinencia de su humor con el que se levantó, solo quiere que ése día acabe pronto para largarse a su casa.
—La enfermera dijo que te quedaras aquí. Realmente te ves mal. ¡Yo te siento mal!
Robin Buckley le discutió en el cubículo de primeros auxilios mientras Chrissy se terminaba la humeante taza de té que le habían servido anteriormente, cosa que le colma un poco, pero el problema continúa con su presión, pues se lo ha bebido endemoniadamente rápido.
No ve a la suerte. Sabe que Robin que es medio paranoica con esos temas, la conoce un poco y coincidir en la sala de enfermería resultaba extraño.
Es decir, ensayaban juntas cuando el salón de la banda estaba invadido por el calor y rara vez se prestaban ligas para el cabello. Mencionando qué tuvo la dicha de firmarle la férula en su tiempo con un batarang.
—Estoy bien, no tengo una bala en el trasero —gruñe azotando con tosca amabilidad la porcelana sobre el taburete poniéndose de pie.
—Velo así. Dijiste que querías ir a Princeton, realmente te ahorrarías el tour en el gimnasio —la apuntó a dos dedos de forma juguetona, pero Chrissy no quería jugar, quería irse de ahí—. Deberías considerarlo.
ESTÁS LEYENDO
©WHENIR.I.P || Eddie & Chrissy [ A.U ]
Fanfiction⠀Parecía ser que lo único que Eddie y Chrissy tenían en común, iniciando con una infima relación de proveedor a cliente, se arraigaba después dentro de los nuevos planes del director Higgins tras pasar un evento desafortunado en el pueblo de Hawkins...