Luego de una desagradable ruptura, Park Jimin juró no volver a enamorarse y decidió utilizar a las mujeres solo para su satisfacción, sin embargo, un día una chica nueva aparece en su vida y conforme va conociéndola, su corazón vuelve a abrir sus pu...
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Llevé a Jungkook a uno de mis restaurantes favoritos, ordenó panceta de cerdo y mientras él la cocinaba en el pequeño asador de la mesa yo lo miraba atenta.
Yo no tenía hambre, por lo que mi hermano podía consumir todo lo que quisiera sin problemas.
—¿De dónde sacaste dinero para el boleto de avión? —cuestioné entrecerrando los ojos.
—Tengo ahorros —se llevó un bocado a la boca.
—Esos ahorros son para tu futuro, te dije que yo te enviaría el dinero.
—¿Qué acaso no me pones atención? —se quejó. —Te dije que quería darte una sorpresa pero parece que a ti no te alegra verme y si es así solo dilo y me regreso hoy mismo a Busan.
—No es eso, me encanta tenerte aquí conmigo, es solo que ahora las cosas están un poco complicadas —dije. Me señaló con los palillos.
—Sí, ya me di cuenta, aún tienes que explicarme que te pasó en la cara y porqué no llevas puesta la sortija de compromiso —escondí inmediatamente mi mano.
—Come primero.
—Más te vale que no le des más vueltas al asunto o voy a molestarme.
—Niño irrespetuoso, siento que me estás regañando —me quejé.
Mientras Kook continuaba alimentándose recibí un mensaje de parte de Jimin, revisé el móvil por debajo de la mesa.
Dolor de cabeza, Park.
Tu puerta está lista, tuvieron que cambiar el verificador, el código es 3751 puedes cambiarlo más tarde si quieres. 11:04 a.m.
Muchas gracias, te transfiero el dinero, envíame tu número de cuenta. 11:05 a.m.
Olvídate de eso, yo lo rompí yo lo pago. 11:05 a.m.
Llámame cuando termines tus asuntos, aún necesito hablar contigo... 11:06 a.m.
