Luego de que mi madre falleció nada volvió a ser igual, mi papá me visitó en nuestra casa de Busan tiempo después del funeral de mamá, se quedó conmigo un par de semanas y luego volvió a Seúl, no lo volví a ver ni mucho menos tuve contacto con él.
Durante ese tiempo mi ex novia era mi apoyo, mi soporte emocional, quería pasar el resto de mi vida a su lado pero la mala suerte fue la única que me acompañó en todo momento.
Cada noche, los recuerdos de aquel día entraban en mi mente y convertían mis sueños en pesadillas.
—Hana... —lloré y lloré sin parar delante de ella. —No me dejes...
—Jimin, prometiste darme el mundo entero —respondió sin mirarme. —Pero cómo esperas que te crea si ni siquiera quieres heredar la empresa de tu padre o alguna de sus cosas.
—Sabes que no me interesan sus negocios, por eso estoy dispuesto a renunciar a todo el dinero que venga de él. Quiero hacer algo por mi propia cuenta y yo solo te estoy pidiendo tu apoyo —mis lágrimas no dejaban de caer.
—Perdóname, pero yo necesito a alguien exitoso, no un niño bueno para nada como tú, Park —dio un par de pasos y se detuvo para dar su última frase. —No vuelvas a buscarme a menos de que te conviertas en presidente de B&H.
—No... Hana... no me dejes... —las lágrimas salían descontroladamente. —¡Hana! Por... favor... no te vayas.
Desperté envuelto en una capa de sudor y lágrimas recorriendo mis mejillas, odiaba tanto que ese recuerdo me atormentara todas las noches.
Desde ese día juré que no volvería a enamorarme de nadie, iba a ahorrarme todo el dolor provocado por las rupturas y así fue. Me metí con tantas mujeres que perdí la cuenta, pero ninguna me hizo sentir nada más allá de una atracción sexual y a ninguna la volví a ver.
Tenía tan solo 20 años cuando esa chica destrozó mi pobre corazón y durante 6 años fui un ser que cerró sus puertas al amor y solo le gustaba jugar y provocar a las damas.
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No hacía nada de provecho con mi vida, me la pasaba en bares durante las noches, durante el día ayudaba a una vecina en su panadería, y no, no me la estaba tirando, era una señora mayor que solo necesitaba ayuda.
Tenía una carrera en administración, que no me servía de mucho pues nunca presté atención en las clases, no la ejercía, nunca me gustó el mundo de los negocios y lo hice solo a petición de mi padre, yo ni siquiera sabía que hacer con mi vida.
Un día me levanté hasta tarde, la señora Choi quien era la dueña de la panadería dijo que no abriría ya que iría a visitar a su hijo a Daegu durante todo el fin de semana. Me sentía cansado, no tenía ánimos ni de salir a beber o conseguir alguien con quien pasar la noche y mi estado de ánimo empeoró al recibir la llamada de mi padre. Dudé en contestar pero al final lo hice.
—Hola papá —saludé sin mucho ánimo.
—Jimin, ¿Puedes decirme que haz estado haciendo estos días?
—Nada en especial —no iba a decirle que me embriagué hasta perder el conocimiento dos días atrás.
—¿Y por qué estás en las noticias? —suspiró. —Aquí dice que te vieron salir de un motel ebrio y con dos señoritas por no decir otra cosa.
—Si vas a empezar con sermones mejor luego hablamos —iba a colgarle pero parecía que mi teléfono me odiaba ese día, el botón para finalizar la llamada no respondía.
—Park Jimin no puedes estar desperdiciando tu vida de esta manera, tienes que madurar, por amor de dios —suspiró. —Pero la culpa la tengo yo por ser tan considerado.
—Ajá claro.
—Tienes 26 años, busca una novia o novio, cásate y ten una familia —no respondí, eso era lo último que quería hacer. —Bien, no me dejas otra opción, si no quieres madurar o ser responsable por tu propia cuenta, tendrás que hacerlo a la fuerza, ven a Seúl a hacerte cargo de la empresa y si te niegas enviaré a alguien para que te traiga jalando de las orejas si es necesario.
—Pero papá- —colgó sin darme tiempo a responder.
No tenía otra opción, tenía que obedecer las órdenes de mi padre, sin embargo, veía el lado bueno, seguramente habrá muchas mujeres hermosas y necesitadas por lo tanto yo estaría dispuestos a complacerlas por un momento.
Los días siguientes me dispuse a hacer mis maletas, no sabía cuánto tiempo estaría en Seúl por lo que empaqué bastante ropa de todo tipo, de igual forma si algo me hacia falta lo compraría sin problemas, la última vez que vi a Hana le dije que estaba dispuesto a renunciar al dinero de papá pero al final no lo hice, seguí comprando cosas con las tarjetas que me había otorgado.
El día de mi vuelo, llamé a la señora Choi para avisarle que no podría ayudarla por un tiempo, ella amablemente entendió, me deseo suerte y dijo que el día que volviera me prepararía algo rico de comer.
Más tarde ya me encontraba sentado en mi respectivo asiento, miraba atentamente mi teléfono buscando qué hacer mientras nos ordenaban apagarlos o ponerlos en modo avión. De pronto mi atención se vio desviada por una voz femenina.
—Buenas tardes, disculpe... —la miré por un momento y solo bastó de un segundo para darme cuenta que necesitaba a esa chica bajo mis sábanas, su figura era espectacular, labios gruesos, ojos grandes, cabello largo y muy lacio de un color castaño, con esa voz tan delicada pero firme y segura me imaginaba que tenerla en la cama sería como escuchar la mejor canción del mundo.
La vida del Jiminssi va a dar un giro bien bueno ajio ajio
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Love Again || Park Jimin ||
FanficLuego de una desagradable ruptura, Park Jimin juró no volver a enamorarse y decidió utilizar a las mujeres solo para su satisfacción, sin embargo, un día una chica nueva aparece en su vida y conforme va conociéndola, su corazón vuelve a abrir sus pu...