Love Again || Park Jimin ||

☾︎ 7 ☾︎

Llegué a la oficina media hora antes de la hora acordada con jimin, el trabajo atrasado se acumularía con el actual si no me ponía a resolverlo.

En 30 minutos logré avanzar más de lo esperado, iba a un tiempo justo para en cuanto llegara el nuevo presidente enseñarle las cosas básicas que tenía que hacer.

7:35 a.m.

7:50 a.m.

8:10 a.m.

9:30 a.m.

10:00 a.m.

Continúe haciendo mi trabajo mientras esperaba al irresponsable presidente, algo era seguro, ese muchacho me sacaría canas verdes.

El día continuó sin problemas sin contar que el nuevo jefe no se presentó a trabajar. Logré terminar todos mis pendientes y salir temprano.

Me dirigí directamente a mi casa luego de despedirme de algunos compañeros de trabajo. Al llegar al edificio subí por el ascensor el cual avanzo rápidamente. Recorrí el pasillo de mi piso y justo antes de llegar a mi puerta me detuve en la de mi nuevo vecino

Toqué fuertemente, estaba molesta y no dejaría que ese engreído hiciera lo que le viniera en gana, el señor Jihoo confiaba en mí para llevar no dejar caer la empresa en su ausencia y no iba a decepcionarlo.

—Oh hola Somin —saludó como si no pasara nada.

—No fuiste a trabajar —fui directa.

—Ah sí —alargó sus palabras. —Me quedé dormido —rió.

—Pues eso no va a volver a suceder —estiré mi mano. —Dame tu teléfono.

—Que buena manera de ligar y conseguir mi número —me entregó el móvil con una sonrisa.

—No quiero ligar contigo —rodé los ojos y llamé a mi teléfono para sacar su número. —Voy a llamarte temprano para que despiertes y vayas a trabajar —le regresé el dispositivo.

—Agéndame como el amor de tu vida —se burló.

—Te pondré "dolor de cabeza, Park" —me reí, escuché como bufó.

—Bueno, yo te registraré como "Mi hermosa secretaria" —escribió rápidamente en la pantalla de su teléfono y me mostró que efectivamente me colocó ese nombre de contacto.

Bufé molesta y rodé los ojos, sin decir nada entré a mi departamento, estaba molesta, no podía tener una conversación decente con Jimin sin que comenzará a jugar.

Mi móvil sonó indicándome que había una llamada entrante, contesté sin ver quién era, imaginando que sería ese idiota.

—No me llames, ni mucho menos me digas que soy tu hermosa secretaria —reclamé.

—Noona —escuché la voz de Jungkook reír. —Perdón si te molesta mi llamada pero créeme que no te considero mi secretaria pero sí eres hermosa.

—Ah eres tú Kookie, lo siento —me di un leve golpe en la frente. —Creí que era alguien más.

—Por tu tono molesto supongo que no era el presidente Park, ¿trabajas para alguien más? ¿O alguien te está molestando por tu trabajo? Si es así le romperé la cara.

—Tranquilo, es una larga historia —reí y tomé asiento en el sofá. —Mejor dime, ¿Necesitas algo?

—No, solo te extrañaba, es muy aburrido estar tirado en la cama todo el día.

—Debes aguantar, solo será por un tiempo.

—Lo sé estoy muy ansioso de poder ir a Seúl contigo, solo espero que me des más tiempo a mí en lugar de Seokjin —imaginé que estaría haciendo un puchero.

—No seas celoso, tú siempre estarás primero —le regañé levemente.

—No es que sea celoso, Noona —suspiró. —Es que, ya sabes... nunca me ha agradado, realmente no me convence que te cases con él pero tampoco puedo prohibirtelo.

—Te aseguro que es un buen tipo, nunca me ha tratado mal, sí tiene el ego muy alto pero es muy buena persona.

—Pues supongo que solo me queda confiar en tu palabra.

—Deberías de preocuparte por tu vida amorosa en lugar de la mía, dime ¿cuando piensas tener una novia? —me burlé.

—Por el momento las chicas no están en mis planes —lo interrumpí.

—¿Y los chicos?

—Te seré más específico, no me interesa una relación por ahora, primero quiero saber que hacer con mi vida, quizá vaya al servicio militar en unos años y después ya veré.

—Te entiendo y te apoyaré en cualquier decisión que tomes —Escuché la voz de la tía al otro lado de la línea.

—Kook, ¿Estás hablando con tu hermana?

—Sí, ¿Quieres saludar? —imaginé que puso el altavoz.

—Somin, querida —gritó como todo adulto mayor que no sabe de tecnología. —Dile a Jungkook que vea la novela conmigo, dice que se aburre pero no quiere hacerme compañía.

—Tíaaaa —alargó Jungkook a manera de berrinche. 

—Kookie, no seas malcriado y hazle compañía a la tía Misun —lo regañé.

—Ambas me tratan como un bebé, pero cuando me enliste en el servicio verán que soy un hombre —se quejó. —Te llamo luego, Noona.

Me despedí de ellos y terminé la llamada, extrañaba pasar esos momentos en familia en los que Jungkook se quejaba por tener que ver dramas con nosotras pero al final él era el primero en emocionarse cuando sucedía algo interesante.